45 Premio de Poesía Ciudad de Burgos
Las tres heridas del poeta
Juan Pablo Zapater aplaude la trayectoria del concurso y se gana al público con la lectura de cuatro de los poemas del libro ganador, ‘Mis fantasmas’, que habla de la vida, la muerte y el amor
La lluvia de una fría tarde de otoño recibió a Juan Pablo Zapater. El adjetivo desapacible se quedó a las puertas del Teatro Principal. Sí las cruzaron la calidez y la intimidad. Sin tiempo que perder, el secretario del 45 Premio de Poesía Ciudad de Burgos, Ignacio González, leyó el acta del galardón fallado el pasado 15 de noviembre. Bastó una llamada suya para que la concejal de Cultura, Lorena de la Fuente, y el ganador subieran a la par los escalones que separan la primera fila del escenario. En un visto y no visto, le entregó la distinción. Y todo a media luz se escuchó mucho mejor.Juan Pablo Zapater reiteró su agradecimiento y su «profundo orgullo» por este reconocimiento. Expresó su admiración por que haya durado 45 ediciones en los tiempos que corren, aplaudió la dignidad de una trayectoria «que muy pocos premios literarios han conseguido alcanzar» y piropeó a quienes con su implicación cultural hacen de Burgos una tierra de arte y literatura.Tras las flores, llegaron los versos. Habló de Mis fantasmas, el poemario con el que ha escrito su nombre en el palmarés del Ciudad de Burgos, una obra en la que, dijo, está «el exterior que me rodea y el interior que me habita» y que, añadió, tiene su origen «en esos tres temas esenciales que nos obsesionan a los poetas, esas tres heridas de las que nos habla Miguel Hernández: la de la vida, la de la muerte y la del amor».Dichas estas breves palabras, dejó que hablaran los poemas. Con una poderosa y sentida voz, leyó Feroz, el que abre el volumen. Siguió con Dos mujeres, en el que se recrea en el amor, para rendirse a otro tipo de amor, el que se profesa a la madre, en Fundido en negro, y concluir con Certezas, sobre «todas esas cosas que con el paso del tiempo te das cuenta de que son ciertas, pero también que son muy pocas».Y aún con esas tres heridas en carnes vivas, sonó el sonido del piano y la voz de Pilar Boyero para cerrar una tarde de lluvia y poesía.
Los versos vuelan de Nueva York al mundo con Ocupacciön Poética
Occupaciön Poética nació para desmitificar la poesía y acercarla a todos los públicos y esa misión ha llevado al proyecto liderado por Juan Carlos Ibáñez a colaborar con el Festival de Nueva Literatura Europea, que se acaba de clausurar en Nueva York. 14 escritores de distintos países del viejo continente han participado en este encuentro organizado y comisariado por el Instituto Cervantes de la ciudad estadounidense e impulsado por la red Eunic (Unión Europea de Institutos Nacionales de Cultura) de Nueva York desde el año 2003.La iniciativa burgalesa, que interviene en esta cita por primera vez, se ha encargado de llevar los diálogos celebrados más allá del auditorio del Instituto Cervantes a través de la descarga de una aplicación gratuita en el teléfono móvil.«Desde ella, se puede acceder a una serie de archivos de audio que contienen una lectura inédita de los autores invitados y que han sido geolocalizados en el centro cultural correspondiente al país europeo participante en el festival, de manera que al mismo tiempo que extendemos su voz, ofrecemos al público un itinerario entre centros culturales europeos en la gran manzana», explican desde el Festival de Nueva Literatura Europea, que en su decimocuarta edición ha analizado el papel de la creación en la reflexión en torno a los conflictos sociales y de qué manera puede ayudar a derribar barreras tangibles y perspectivas que afectan a Europa y Estados Unidos o cómo superar prejuicios culturales y personales.La poeta madrileña Luna Miguel fue la representante española. Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Hungría, Italia, Lituania, Malta, Noruega, Polonia, Portugal y Rumanía también tuvieron presencia.