Teatro para favorecer el desarrollo personal

‘Todo el mundo es un escenario y todos, hombres y mujeres son meros actores. Todos tienen sus entradas y salidas y cada hombre en su vida representa múltiples dramas’. Las palabras del dramaturgo William Shakespeare definen sin cortapisas la esencia del teatro espontáneo, una modalidad artística que consiste en escenificar diversas situaciones que surgen de forma espontánea, sin una preparación previa. No hay actores ni un director en el sentido tradicional y es que todos los participantes cumplen con todos estos roles.El objetivo es crear una pieza de forma colectiva a partir de las emociones, sensaciones e historias de vida de sus participantes; dar forma a un relato mediante anécdotas, escenas de la vida cotidiana y de los sueños. Con esa premisa, la compañía La Mueca, del actor Carlos de la Torre, organiza el sábado en La Parrala un nuevo taller de teatro espontáneo- el tercero- de la mano de psicodramatista y actriz, Graciela Iraola.«Se trata de realizar una aproximación para aprender e interiorizar ese aprendizaje desde las posibilidad y las herramientas que ofrece el teatro espontáneo», comenta Iraola, quien apunta que «en esta modalidad se trabaja sin guión, nadie sabe qué va a suceder ni cómo se va a desarrollar la sesión». Este tipo de teatro permite «desarrollar la espontaneidad y la creatividad».Y es que, aunque pueda resultar «chocante», la espontaneidad «se trabaja y se entrena» a partir de «nuestras vivencias y experiencias y utilizando diversas técnicas teatrales», explica la psicodramatista.

Así, el diálogo y la historia son creados en colaboración por los actores a medida que la improvisación y la espontaneidad se desarrollan. Se trata de un procedimiento teatral que no solo ha demostrado ser una capacitación para los actores, sino que «a menudo tiene un impacto ventajoso en las uniones interpersonales y como acción terapéutica».La actividad es «apta para todos las persona y no es necesaria experiencia para participar en el taller», comenta la actriz, quien señala, eso sí, que «lo idóneo para este tipo de talleres es contar con un máximo de 12 ó 13 participantes porque permite desarrollar mejor las diferentes dinámicas».En este sentido, De la Torre apunta que «durante los talleres se crea un ambiente de confianza, un buen clima, que permite a los participantes abrirse y disfrutar de la actividad» y añade que «el teatro espontáneo ofrece herramientas para tratar el tema que sea, aunque especialmente temas sociales».En cuanto a la propia actividad, el taller arranca «realizando una introducción sobre los principios éticos de la acción, es decir, recordando a los participantes que todo lo que surja o se genere en ese espacio debe quedarse en ese lugar, nunca hay que sacarlo fuera, no hay que externalizarlo fuera de la propia actividad», comenta la coordinadora.Un segundo paso se centra en desarrollar una dinámica de presentación. «Debe ser ágil y breve porque los beneficios del teatro espontáneo vienen dados desde la propia acción y no tanto desde la teoría». Después, «se realiza un calentamiento con diversas dinámicas» y se inicia la acción teatral como tal. Al finalizar el taller, que tiene una duración aproximada de tres horas, «realizamos lo que se denomina una ronda de compartir», que consiste en «poner sobre la mesa lo que cada uno siente, se descubren las dudas y se puede profundizar en diversos conceptos».Antes de la acción teatral, «se realizan juegos previos y la historia surge de ese espacio, los disparadores pueden ser viñetas, una fotografía, un relato y, a partir de ahí, se hacen un historia». Una parte de los participantes actúa- se eligen personajes de una forma libre- y la otra hace de auditorio», comenta la actriz quien apunta que «tras terminar una secuencia se cambian los papeles».El taller tendrá lugar mañana en La Parrala, de 18 a 21 horas y las inscripciones están abiertas a todos los interesados.