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PINTURA Concurso

La Catedral y su entorno a través de los pinceles

286 adultos y 180 niños participaron ayer en la XXIV edición del Premio Axa Catedral de Burgos / La fundación ya trabaja en la celebración de los 25 años del certamen de pintura

Turistas y burgaleses disfrutaron en directo de las obras pintadas por los participantes.-SANTI OTERO

Publicado por
V. MARTÍN
Burgos

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Pinceles, caballetes y lienzos se convirtieron ayer en los protagonistas del casco histórico de la capital burgalesa gracias a una nueva edición, y ya van veinticuatro, del Premio Axa de Pintura Catedral de Burgos. Más de trescientos artistas provenientes de diversos puntos de la geografía española y de fuera de ella ya se habían inscrito en el certamen antes de las once de la mañana, una cifra que aún crecería más a lo largo de la jornada y que convirtió a la edición en la más participativa hasta la fecha con 286 adultos y 180 niños.El premio, que tiene como objetivo fomentar la cultura y obtener recursos para la rehabilitación de la Catedral de Burgos tras la venta de los cuadros finalistas, «es el mejor dotado económicamente a nivel nacional», tal y como apuntó Carlos Cermeño, pintor y escultor y encargado de presidir el jurado. Aunque tradicionalmente el concurso se celebra el primer sábado de julio, «por cuestiones de agenda de los organizadores» la cita se adelantaba a la jornada de ayer, un cambio que «no ha logrado interferir en el éxito de la convocatoria», a la que además acompañó una climatología perfecta para crear y disfrutar de la pintura al aire libre.Aunque la Catedral sigue siendo la ‘dueña y señora’ de este premio, desde hace siete ediciones, el certamen amplió su concepto artístico a la Catedral y su entorno. Un cambio que ha resultado satisfactorio para el jurado y para los propios participantes porque cada vez más artistas «apuestan por retratar otros rincones de nuestra ciudad», apunta Cermeño, quien recuerda que «hace unos años el lienzo ganador retrataba el interior del bar El Patillas».El miembro del jurado asegura que la calidad artística de las obras que se presentan «es palpable y extraordinaria, más aún teniendo en cuenta que se hacen en un solo día» porque «al ser el premio de pintura rápida más cotizado a nivel nacional, son muchos los artistas que se acercan a Burgos a participar». De hecho, Cermeño reconoce que «cuesta mucho trabajo hacer la selección de las cuarenta obras finalistas y más aún de los vencedores».Muchos de los participantes son asiduos al concurso burgalés y «a muchos otros». De hecho, Cermeño apunta que «ha surgido un nuevo tipo de pintor, que además de hacer su obra, durante todo el año se recoge el territorio nacional para participar en los diversos concursos de pintura». Concursos en lo que, además de participar, «muchos aprovechan para exponer su obra y venderla».Entre las técnicas, «las más tradicionales siguen teniendo mucho peso, como el óleo o la acuarela, pero «cada vez más, vemos artistas que se decantan por el collage u otras técnicas nuevas», comenta Cermeño, quien señala que «desde el jurado procuramos hacer una selección de finalistas donde además de calidad haya variedad de técnicas».Junto a la Villa de Madrid, con una vista privilegiada de la Catedral desde el Paseo del Espolón, se encontraba Lluis. Llegado desde la provincia de Barcelona, aseguraba que es «un asiduo de la cita» y que en las diversas ediciones «los resultados han sido muy variados». La protagonista de su cuadro no fue precisamente la Catedral, sino una vecina próxima, la vermutería Victoria, donde el artista sabe que «se canta el himno a Burgos».Caminando hacia la ribera del Arlanzón, estratégicamente ubicados bajo la sombra de los sauces, pintan José y Patricia, dos madrileños estudiantes de Bellas Artes. «Es la primera vez que venimos, no conocíamos el concurso y tampoco la ciudad y esta mañana nos hemos venido a la aventura y a probar suerte», explica José. «Al llegar hemos dado una vuelta por la zona y nos ha encantado el río y hemos decidido quedarnos por aquí», apunta Patricia, quien añade que «es el primer concurso de los dos» y «además de servirnos para nuestro portofolio, siempre es un incentivo aspirar a ganar un premio como este».En el Arco de Santa María se encontraba Piedad, manejando con maestría el grafito. Con el esqueleto de la Catedral y el entorno perfilado, esta bilbaína explicaba que «ya son muchos años viniendo al certamen» y es que «me dedico a esto desde hace muchos años, desde que se ‘inventaron’ este tipo de concursos». Asegura que le encanta «pintar en directo, más que en el estudio» y disfruta «reflejando la luz y la esencia de cada lugar».La mirada en el futuroDe cara a futura ediciones, la fundación ya se ha puesto en marcha para celebrar el 25 aniversario de la cita y para colaborar en la celebración del octavo centenario de la Seo burgalesa. «Estamos valorando la posibilidad de hacer una exposición con los 25 primeros premios de estas ediciones», señaló la presidenta de la entidad, Olga Sánchez.Apuntaba la presidenta que «este es un certamen muy importante para la fundación» en el que «hasta una veintena de voluntarios ceden su tiempo para que todo salga perfecto». Asegura que «es nuestra forma de aportar un granito de arena al impulso de la cultura y de apoyar el patrimonio histórico nacional, nuestro ADNcomo aseguradora es proteger y desarrollar esa proyección con el patrimonio está dentro de nuestra cultura de empresa».Preguntada sobre la protección del patrimonio histórico en España y tenor del incendio que devoró gran parte de la catedral de Notre Dame hace unas semanas, Sánchez recordó que «la garantía de su cuidado la tiene el Gobierno porque es uno de sus activos, es el que debe poner los medios para protegerlo. No obstante hay obras de arte dentro de ese patrimonio que requieren un tratamiento especial».Al margen de la celebración de los 25 años del certamen, Sánchez avanzó que la fundación estaría estudiando «un plan de mejora de la accesibilidad a la Catedral burgalesa», aunque no quiso entrar en detal