El Correo de Burgos

SONORAMA 2019 / ENTREVISTA A TANIA LOZANO (Cantante de Ladilla Rusa)

Ladilla Rusa: «No descartamos dedicar una canción a Chechu de ‘Médico de familia’»

El contenido surrealista y reivindicativo de sus letras no deja indiferente a nadie. Provocación, humor y «mala leche» son las señas de identidad del ‘dúo dinámico’ que hoy encabeza la jornada inaugural del Sonorama. Si no se les ha subido el éxito a la cabeza es porque aún les cuesta digerirlo.

Tania Lozano y Víctor Fernández.-LADILLA RUSA

Tania Lozano y Víctor Fernández.-LADILLA RUSA

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Entre caña y caña, dos colegas de toda la vida deciden un buen día componer un tema sobre el niño prodigio que arrasó en los 90 quedándose solo en casa por Navidad. Un estribillo pegadizo y un videoclip al más puro estilo ‘La hora chanante’ les lanza al estrellato en un abrir y cerrar de ojos. 

Ya no hay quien pare a Tania Lozano y Víctor Fernández. Tras descubrir que tienen súper poderes (de convocatoria), se tiran de cabeza a la piscina musical y Ladilla Rusa se consolida como grupo referente del bizarrismo patrio gracias a ‘Estado de malestar’ (2018). Sin pelos en la lengua, aunque alguna vez se la muerdan por si la Ley Mordaza, este dúo de periodistas vocacionales arrasa en festivales, eventos masivos y guateques varios.

Pregunta.- Son las 4 y media de la tarde. He escuchado ‘Macaulay Culkin’ por última vez a eso de las 12 y todavía no me la quito de la cabeza. ¿Eran conscientes de que estaban creando un monstruo cuando compusieron esta canción?

Respuesta.- En principio no sabíamos que estábamos creando un monstruo. Pero sí es cierto que hace dos años que sacamos la canción y a día de hoy nos siguen llegando vídeos cada día con ‘Macaulay Culkin’. Es una canción que se engancha como las ladillas. Y poco a poco, nos hemos dado cuenta de que tenemos la capacidad de hacer canciones muy pegadizas, tenemos ese don. Nos ha pasado hasta a nosotros mismos, a mí también se me ha enganchado la de ‘Macaulay Culkin’. Es raro.

P.- Definen su estilo como ‘electrocosa’ o ‘electrothing’ por darle un toque más moderno. Aún así, ¿cómo describirían el concepto Ladilla Rusa a los no iniciados?

R.- Ladilla Rusa es un grupo que nace de dos amigos de toda la vida. Víctor y yo nos conocemos desde los 12, así que llevamos 20 años juntos. Nació por pura diversión. Queríamos grabar una canción, se empezó a hacer viral y la gente comenzó a pedir más. Es un proyecto totalmente desprejuiciado en el que el humor juega un papel muy importante. También hay letras cargadas de mala leche y de crítica, pero sobre todo nace para pasarlo bien. 

Lo que ocurre es que se nos ha ido de madre el asunto y se ha convertido en un modo de vida. De hecho, Víctor ahora se está dedicando solo al grupo y yo hasta hace poco también. Es nuestra principal fuente de ingresos, un proyecto muy loco y muy divertido que nos hace felices. De lo contrario, no hubiésemos seguido con ello.

P.- ¿Están dejando de lado un trabajo serio como es el periodismo?

R.- Ninguno de los dos, hablo por Víctor también, se quiere desvincular al 100% de nuestra profesión. Sí que es cierto que hace un tiempo dejé de dedicarme al periodismo -trabajaba en la tele-, pero ahora estoy centrándome en la comunicación enfocada a cultura y eventos. Sigo haciendo cositas y Víctor colaboraciones en radio, aunque lo que más tiempo nos roba es el grupo. 

Estamos encantados, pero nos gustaría no dejar de dedicarnos a lo nuestro. A lo mejor no podemos meter ocho horas diarias en una oficina, pero tampoco desvincularnos del todo porque siempre hemos sido periodistas vocacionales. Nos gusta el periodismo y también el grupo, así que tenemos que encontrar el equilibrio.

P.- Periodismo y música, dos carreras con muchas salidas.

R.- La verdad es que no, ni una ni otra (ríe). Nos consideramos muy afortunados, porque tanto Víctor como yo hemos tenido la suerte de poder trabajar de lo nuestro. Cuando terminé la carrera, pasaron bastantes años hasta que me situé porque acabé en plena crisis, tenía dos trabajos, curraba mucho de gratis, cobrando cuatro duros... 

Al final tuvimos la suerte de dedicarnos al periodismo y con la música siempre digo que somos unos privilegiados. Al principio sí que le restaba un poco de valor a nuestro proyecto porque decía: «no sé cantar y no soy música». Con el tiempo, me he dado cuenta de que nuestra propuesta es diferente a la que pueda hacer un músico profesional y también totalmente válida. Lo que me sabe mal es que haya músicos de verdad que no se puedan ganar la vida con esto y nosotros sí.

P.- Según su propia biografía en Facebook, Ladilla Rusa surgió a raíz de una borrachera. El caso es que a día de hoy revientan escenarios y pistas de baile. ¿Cómo se digiere un bombazo así?

R.- La palabra que resume todo es flipar. Hemos flipado desde el primer momento, cuando sacamos la canción, hasta ahora mismo porque estamos en algunos de los festivales más importantes de España. Poco a poco lo vas digiriendo porque no te esperas nada de lo que te va a pasar. En algunos momentos me he sentido muy extraña, sobre todo cuando he tocado en salas míticas a las que iba a ver a X cantantes famosos. 

Una vez pasé mucha vergüenza porque nos tocó actuar en un evento después de Luz Casal y pensaba: «ahora qué hago yo después de que haya cantado esta mujer». Todo esto es muy fuerte, estamos muy sorprendidos con lo que ha pasado. Lo que a la gente le gusta de nosotros es que nunca hemos dicho que seamos músicos. Hemos ido con la verdad por delante, no engañando a nadie y creo que eso a la gente le gusta.

P.- Por si fuera poco, ya tienen la bendición de Camela. ¿Qué más se puede pedir?

R.- Tenemos la bendición de Camela (ríe). Les conocí hace un año trabajando de coordinadora artística, no coincidí con ellos como Tania de Ladilla Rusa. Él (Dioni) se acordaba de mí, pero no me relacionaba con el grupo. Por lo visto, en muchas entrevistas le preguntan por nosotros y por la canción nueva que hemos sacado (‘Kitt y los coches del pasado’) porque el estribillo puede sonar un poco más a Camela. Le hizo mucha ilusión conocernos. El Dioni se quería hacer una foto con el Coche Fantástico porque se pensaba que era nuestro y le tuve que decir que era alquilado (ríe). Aparte de Camela, hemos conocido a mucha gente y colaborado con personas a la que admiramos. Para nosotros es un honor.

P.- ¿Cuál sería la colaboración de sus sueños?

R.- Nos gustaría trabajar con un montón de gente. La colaboración de nuestros sueños sería con Lola Flores, pero no está aquí (ríe). Tenemos colaboraciones en mente, lo que pasa es que todavía no lo podemos decir.

P.- ¿Para que no se gafen?

R.- Exacto. Será una sorpresa. Andamos tanteando colaboraciones un poco bizarras.

P.- Encabezan la jornada inaugural del Sonorama y no tienen ningún bolo más a la vista, ¿aprovecharán para quedarse el resto de días de fiesta por Aranda?

R.- Yo me marcharé el viernes. De hecho, el jueves (por mañana) tengo que dar una charla a las 12 y a lo mejor voy con voz de cazalla porque actuamos los últimos. Después me marcharé unos días de desconexión y Víctor se va a Colombia de vacaciones, así que hacemos parón este verano. El 30 de agosto vuelve directo a Guadalajara para el festival Gigante y luego seguimos con los conciertos. Yo pensaba que íbamos a tener un poco de tregua pero no. Estamos cerrando un montón de cosas hasta 2020. Ya les he dicho a nuestros mánagers que por favor me dejen un fin de semana libre, aunque sea para ir a Londres a airearme un poco.

P.- Sus letras ensalzan a princesas republicanas, dan caña a los borbones y a los políticos corruptos... Aparte del sentido del humor, también se percibe cierta sed de venganza desde el gremio periodístico.

R.- Sí. Aunque lo principal sea hacer canciones divertidas, en algunas hay mala leche y reivindicamos ciertas posturas. La gente ya sabe por dónde van los tiros cuando escuchan ciertas cosas. Nos gusta reivindicar las cosas que nos gustan y las que nos disgustan. Tampoco es que seamos cantautores críticos, pero si podemos meter algún ‘zasca’ también nos mola. De hecho, tuvimos que cambiar un par de estrofas de la canción ‘Estado del malestar’ por cómo está el tema y es muy triste. Pero bueno, lo tuvimos que hacer para no meternos en problemas. A ver si Ladilla Rusa vamos a acabar en el calabozo o en la cárcel, tampoco sería plan.

P.- Hay respeto a la mordaza.

R.- Un poco, aunque la verdad es que somos bastante irreverentes. Decimos y hacemos lo que nos da la gana. Nuestro espíritu es como el de los 80, pura movida madrileña. Allí la gente hacía lo que quería y nosotros defendemos esa manera de proceder con nuestro arte.

P.- Volvamos al principio para rematar con ‘Macaulay Culkin’. Cuando compusieron el tema, ¿no pensaron en Chechu de ‘Médico de familia’?

R.- Tenemos la capacidad de inventarnos historias sobre personajes famosos. Como Víctor y yo nos conocemos tanto y nos sabemos toda nuestra vida, uno de nuestros hobbies cuando estamos juntos es inventarnos cosas sobre lo que nos dé la gana. Te extrañaría la de historias que tenemos. Cuando éramos jóvenes decíamos, por ejemplo, que Madonna era nuestra tía y nos inventábamos una historia hilarante, así que no descartamos dedicar una canción a Chechu de ‘Médico de Familia’.

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