El Correo de Burgos

SONORAMA 2019 / LA JORNADA MÁS INTENSA

Sonrisas y lágrimas de alto voltaje

La nostalgia «ochentera» se apodera del Sonorama con Fangoria, Nacho Cano y compañía / Viva Suecia, grata sorpresa en el Escenario Radio 3

Carolina Durante arrastró a un considerable número de asistentes durante su actuación en el escenario Ribera del Duero.-DIARIO DE LA RIBERA

Carolina Durante arrastró a un considerable número de asistentes durante su actuación en el escenario Ribera del Duero.-DIARIO DE LA RIBERA

Burgos

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Tan solo unos metros separaban ayer a Erica de uno de sus grupos favoritos. Intuía que la plaza del Trigo volvería a convertirse en una olla a presión y se acomodó con antelación en primera línea para disfrutar, como siempre, de Veintiuno. El de los toledanos no era un concierto más para ella, sino el más especial de todo el Sonorama. Les admira musicalmente hablando, pero además le une una fuerte amistad con Diego Arroyo, frontman de la banda revelación de la escudería Warner, artífice de un pop envuelto en múltiples matices capaz de seducir a promotores de grandes citas como Mad Cool o Arenal Sound.Con la plaza a reventar, más incluso de lo que esperaba, Erica se dejó llevar por los acordes de Veintiuno. Al principio «la gente estaba muy fría». Tal vez fuese el cansancio acumulado desde el miércoles o quizá solo del día anterior. Sin embargo, el público entró en calor rápidamente y «toda la plaza del Trigo» acabó «saltando y gritando». Para rematar la faena, Quequé entró en escena para cantar ‘Cabezabajo’. El concierto llegaba a su fin pero aún quedaba lo mejor: ‘Dopamina’. Fue entonces cuando Erica, con la piel de gallina desde el minuto uno, no pudo contener las «lágrimas».Mucho ha vivido esta joven vitoriana en 11 ediciones de Sonorama a sus espaldas. Tanto ella como su marido, Pablo, consideran que es el «festival más auténtico» de la península. No obstante, lo de ayer fue especial porque pudo comprobar el respaldo masivo del público a un grupo de «chavales que se lo llevan currando muchísimos años».Mientras el sol acaparaba de nuevo el protagonismo que la lluvia le robó durante unas horas en la tarde del viernes, todas las miradas seguían apuntando a la plaza de las sorpresas. Rumores, especulaciones, anhelos... ¿Quién subiría al Escenario Radio 3? Más de uno acertó la quiniela cuando Viva Suecia, amigos de la casa Art de Troya, se reencontraron con muchos de sus seguidores. Tal y como era de esperar, su elección no defraudó en absoluto porque la banda murciana siempre es un valor seguro para el Sonorama.Como el festival ribereño no va solo de música, al menos de un tiempo a esta parte, hubo quien optó por descansar de tanto jaleo para encomendarse a la escritura junto a Benjamín Prado y Shuarma (Elefantes) en la iglesia de San Juan. Con guitarra y micrófono en mano, ambos charlaron intensamente sobre rock y poesía con el periodista Fernando Navarro. Gracias a esta iniciativa, las musas que sobrevuelan los escenarios se permitieron el lujo de regresar al papel antes de reanudar su marcha por Aranda de Duero.La traca final de la jornada, previa a las decenas de conciertos programados en las diferentes ubicaciones, arrancó oficialmente con Nacho Vegas a las 8 menos cuarto de la tarde. A partir de ahí, grandes nombres del cartel como Carolina Durante, Zahara, o Álex O’Dogherty y la Bizarrería caldearon el ambiente para que miles de personas recibiesen por todo lo alto al más deseado en la historia del Sonorama: Nacho Cano.Erica tenía claro desde el principio que no podía perderse el irrepetible concierto del exMecano en compañía de un elenco musical que difícilmente podría coincidir al mismo tiempo sobre un escenario. En su opinión, la edición más «ochentera» del Sonorama, reforzada con Fangoria ya de madrugada, posiblemente sea la más concurrida que se recuerda. «Nunca había visto a tanta gente», reconocía gratamente impresionada pese a estar al tanto de cómo se las gastan los promotores del festival.Baja de última horaPor mucho que duela, los imprevistos están a la orden del día, sobre todo en grandes eventos. Por «inesperados problemas de agenda», los belgas Balthazar tuvieron que cancelar su concierto. Teniendo en cuenta el escaso margen de maniobra para suplir su baja, la organización optó por mover a Luis Brea y El Miedo al Escenario Ron Negrita a las 11 de la noche.

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