El Correo de Burgos

MÚSICA / RÚBEN POZO Y LICHIS

Mesa para dos, mecha para rato

Son la «extraña pareja» que lo arriesga todo sin nada que perder. Sus destinos se cruzaron volando en solitario y la fórmula funciona. Mañana, en La Rúa, prometen un memorable acústico a lo «Pink Floyd»

Rubén Pozo y Lichis sonríen después de comprobar que su trabajo conjunto, ‘Mesa para dos’, ha recibido el aplauso unánime de la crítica y del público.-

Rubén Pozo y Lichis sonríen después de comprobar que su trabajo conjunto, ‘Mesa para dos’, ha recibido el aplauso unánime de la crítica y del público.-

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Si las carreteras hablasen, contarían más historias de estos dos que de Thelma y Louise. Rubén Pozo y Miguel Ángel Hernando ‘Lichis’. Tanto monta, monta tanto. Dos rebeldes con causa del pop-rock que aprendieron a volar en solitario sin grandes campañas promocionales detrás. Sus vidas se cruzaron hace tiempo y el destino les ha terminado uniendo. El dúo funciona componiendo a medias y por separado, el público ya ha dictado sentencia y el escenario les echa de menos. También el de La Rúa, al que volverán a subirse mañana a partir de las 10 de la noche. 

La historia de este flechazo ya es de sobra conocida, pero nunca está de más recordarla. Concierto de Lichis en Huesca a principios de 2018. Con dos discos en solitario a sus espaldas tras años de éxito con La Cabra Mecánica, no afrontaba su mejor momento. Tampoco es que le sedujera -más bien le daba vértigo- actuar a pelo, sin el respaldo de una banda o al menos otro músico. Lo que ocurre es que siempre ha sido «esclavo de mismo, lo que ahora llaman ser emprendedor». 

De repente, escuchando a Rubén Pozo durante la prueba de sonido tuvo una idea reveladora: «tirar del carro los dos juntos». El excomponente de Pereza recibió el mensaje de su colega con «mucha ilusión». No todos los días surge la oportunidad de asociarte con un «letrista de oro» y un «músico como la copa de un pino» al que llevas admirando desde hace años. El proyecto tenía que salir adelante sí o sí. 

Lichis intuyó desde el principio esa «conexión con lo que Rubén estaba contando». Los temas del uno y del otro encajaban perfectamente en un repertorio conjunto y montaron una Mesa para dos a modo de gira. Tarde o temprano, debían sellar su compromiso. Para abrir boca, se han quedado bien a gusto con un EP de seis temas y un espíritu auto reivindicativo que se resume perfectamente en esta frase: Si el mañana es un banquete al que no estamos invitados... Hoy, tenemos mesa para dos

La canción de marras, cuyo título da nombre al disco -y en su momento a la gira-, es una declaración de intenciones en toda regla. Para Rubén, «una foto de nuestro momento actual». De nuevo, el amigo Lichis volvía a sorprendente con su particular «concepto melódico y de composición» reforzado por «esas letras tan redonditas con las que se te hace el cerebro Pepsi-Cola». Tan claro estaba el mensaje que su compañero trataba de plasmar que no le costó demasiado aportar sus líneas para enriquecer la pieza. 

Su recorrido por toda la geografía española está funcionando mejor de lo previsto. «El público nota ese esfuerzo por seguir vivos creativamente», apunta Lichis gratamente sorprendido porque de entrada «esperábamos poco». No por falta de confianza en el proyecto, sino porque en este mundillo las «consecuencias del trabajo no dependen de ti ni de la calidad». Y es que «a veces la rueda gira y no pasa por tu sitio, pero en ocasiones te pilla y te arrastra». 

Tampoco las tenía todas consigo Rubén. De hecho, confiesa que durante el proceso de grabación ambos se conformaban con «hacer un disco para nuestros nietos y para nosotros». Sin embargo, la crítica les ha recibido con los brazos abiertos y ya tienen «ganas» de «hacer la segunda parte para reunirlo todo en un LP». Mientras tanto, la «extraña pareja» piensa seguir de aquí para allá con su directo en dos formatos. Con banda o con un acústico multinstrumental, muy «Pink Floyd» y «bastante divertido», que repasa de pe a pa Mesa para dos y lo mejor de sus respectivas trayectorias en solitario. 

Mantenerse fresco después de tantos años en una carrera de fondo no es tarea fácil. Pereza y La Cabra Mecánica se metieron de lleno durante años en las listas de ventas y sus fans se contaban por miles. Lo que más le jode a Lichis es que un amplia mayoría conozca únicamente a su grupo por Vestidos de domingo, así que mejor no echar la vista atrás porque «tirar del pasado es matar el presente». 

La última pregunta es obligada. ¿Está el rock en peligro de extinción? «Entre el 56 y el 60 al rock ya se le daba por muerto y acababa de nacer hacía dos años», reflexiona Lichis convencido de que «seguirá sobreviviendo y evolucionando» a pesar de que el concepto se haya «polarizado». Sea como fuere, destaca la «eclosión de bandas indie que también son rock» aunque carezcan de «testosterona» y «distorsión». 

Rubén, por su parte, sostiene que el rock&roll es una «actitud al margen del estilo musical». Además, se encuentra en pleno estado de forma y con «caña de la buena» gracias a grupos como «Los Zigarros o Los Pirris».

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