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MÚSICA

La «esencia» de David Send vuela en solitario

El compositor burgalés lanzará en septiembre ‘Cruce de caminos’, su primer viaje introspectivo con reminiscencias de country, blues y rock

David Sendino, más conocido como Send, encara su primera aventura en solitario. TANIA MARTÍNEZ

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Burgos

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«La película en tu casa, con la puerta bien cerrada, y el miedo como único espectador. Las luces apagadas, las butacas precintadas, pero aún no ha terminado la función», cantaba David Sendino, a mediados de junio, frente a una pantalla. En acústico, solo ante el peligro, el alma máter del grupo Send compartía en redes sociales un avance de su primer trabajo en solitario. Tenía ganas de explorar otras fórmulas que le apasionan y que hasta ahora «no cuadraban con el proyecto de las bandas» de las que forma o ha formado parte. El confinamiento se convirtió en la excusa perfecta para dar rienda suelta a esas inquietudes. Los vientos del country, del blues o del rock & roll soplaban a su favor y decidió coger impulso. Abrió su mochila, revisó los temas que siempre guarda a buen recaudo y seleccionó tres. El resto surgieron durante la cuarentena y conformarán un nuevo Cruce de caminos en su dilatada trayectoria en la escena local.

A lo Juan Palomo, David Send se ha guisado y comido el disco de principio a fin. Hasta las baterías, posteriormente enriquecidas con «sonidos reales» en el estudio, han corrido de su cuenta. Tan a pecho se tomó el proyecto que cada jornada parecía laboral, llegando a dedicar «unas 10 horas diarias e incluso más». Una vez pulido el material, contactó con un viejo conocido para grabar, mezclar y masterizar. El elegido no podía ser otro que Jorge Matute, de La Puerta Negra, porque «al final siempre saca el resultado de cada cosa, da igual lo que le des». Pues bien, «en una semana estaba todo terminado». También la colaboración de Paco Juez (Lobocordero), porque «además de ser un gran amigo y haber trabajado muchas veces juntos, me apetecía hacer algo con él». De hecho, a tenor del resultado parece evidente que «podemos encajar perfectamente de aquí en adelante». 

David Send grabando voces en La Puerta Negra.

Si todo va según lo previsto y la pandemia no rebrota, Cruce de caminos verá la luz en septiembre. ¿Cómo definirlo en términos generales? «La esencia de lo que vivo», apunta David Send mientras ahonda en el contenido lírico de su obra. «Es la primera vez que no escribo enfadado», advierte consciente de que le apetecía dejar la crítica social a un lado para «hablar de cosas más personales, de la vida cotidiana de cada uno». En lo sonoro, no ha podido resistirse al embrujo de «lo eléctrico». No en vano, asegura que este trabajo supone un «cambio radical» que se nutre del intimismo acústico como «idea primaria» pero sin renunciar a las señas de identidad que siempre han acompañado a este músico omnipresente, luchador empedernido que jamás contempló la opción de tirar la toalla. 

De cara al directo, compaginará el acústico en solitario con el refuerzo de una banda abierta. «Me gustaría que colaborase gente con la que tenga buen trato».

«Por primera vez en mi vida, antes de empezar a grabar tenía todo». Lo habitual suele ser dejar el diseño de la portada y el libreto para el final, pero en esta ocasión no ha sido así. David Send contactó con la artista toledana Aitana Amador. El resultado, «rápido y muy bien trabajado», concuerda con la imagen que el compositor burgalés quiere transmitir a su público. En cuanto al formato, no renuncia al CD porque es uno de esos románticos que guarda con cariño las copias físicas de todas sus referencias. Cierto es que al principio se planteó distribuirlo únicamente en redes, sobre todo porque de un tiempo a esta parte «estamos sacando más dinero de la entrada que de las ventas». De hecho, «hay gente que incluso pide enlaces». Por otro lado, tampoco descarta sacar algo de merchandising porque, a día de hoy, se demandan más camisetas que compactos. 

De cara al directo, David Send compaginará el acústico en solitario con el refuerzo de una banda abierta a quien quiera acompañarle. «Me gustaría que colaborase gente con la que tenga buen trato» y que se suba al barco en función de su disponibilidad. Por amigos no será, pues ha militado en multitud de bandas que, a base de tesón y talento, pusieron bien en alto el panorama musical burgalés desde principios del siglo XXI.

«No me da la vida para estar en más grupos»

Junto a sus compañeros de Eslabón, lanzó Programados para la pereza en pleno confinamiento. Cancelada la presentación del disco en el Andén 56, Sendino espera que la «evolución» de la banda hacia el punk americano se palpe en directo a partir de septiembre. En paralelo, trabaja con Send para mostrar al público todo ese «material nuevo que no hemos explotado lo suficiente». Si por él fuese, le encantaría «estar en más grupos», pero «no me da la vida». Respecto al futuro, marcado a corto plazo por el Covid-19, cree que «es el momento de juntarnos todos» para remar en la misma dirección porque «si no nos apoyamos, estamos jodidos»