Cine
'El huerto del Francés': La resurrección de la gran película de Paul Naschy
El Festival de Cine de Sitges estrenará el próximo octubre una copia restaurada de ‘El huerto del Francés’, una de las mejores obras del cineasta madrileño -y burgalés de adopción- Jacinto Molina, conocido mundialmente como Paul Naschy
Antes de que los espectadores españoles se sobrecogieran a mediados de los 80 con las tremebundas y asfixiantes historias de la serie de TVE 'La huella del crimen', la crónica negra española no había sido muy protagonista en la pantalla. El franquismo y su férrea censura prohibía mostrar en los cines esos casos reales que sucedían en muchos rincones de la piel de toro, y menos tras la proyección de los reportajes costumbristas y hagiográficos del ‘caudillo’ que ilustraban el No-Do. Apenas la excepcional 'El extraño viaje' de Fernando Fernán-Gómez -basada en el llamado ‘crimen de Mazarrón’- pudo hacerse un hueco en este género de la cinematografía patria, no sin ser cercenado su montaje y ensombrecido su estreno. El régimen prefería dejar que estos sucesos quedaran atrapados en las páginas de El Caso, ese periódico de tasca y portería que tanta distracción propinó a las gentes de la época, y no saltaran a los fotogramas de las películas donde todo era más explícito y reconocible.
Tras la muerte de Franco, la Transición inundó de libertad el mundo de las artes. En el cine se rompieron algunos corsés que limitaban acciones y temas en tiempos pretéritos, como la corrupción institucional, las críticas a la Iglesia o la libertad sexual. Los casos reales de asesinos, tramas oscuras y justicia cruel comenzaron a nutrir los guiones de las productoras españolas para gozo de muchos y escándalo de otros. Largometrajes documentales como 'El asesino de Pedralbes' (Gonzalo Herralde, 1978) y 'El proceso de Burgos' (Imanol Uribe, 1980) o filmes de ficción como 'El caso Almería' (Pedro Costa, 1984) son ejemplos representativos. Paradigma de este género y esta época es 'El crimen de Cuenca' (Pilar Miró, 1980), un filme valiente y desgarrador que costó a su directora un consejo de guerra y el secuestro de la película por parte de un juzgado militar, hecho que demostró que la sombra de los oscuros tiempos de la dictadura iba a ser alargada.
Otra de las obras que dieron lustre al cine negro español durante la Transición fue 'El huerto del Francés', coescrita, dirigida y protagonizada por Jacinto Molina, más conocido por su alias actoral, Paul Naschy.
Nacido en Madrid en 1934, este intérprete y director mantuvo una gran relación con Burgos durante toda su vida. En la capital castellana transcurrió su infancia y conoció a su esposa, Elvira Primavera, con la que contrajo matrimonio en la Catedral en 1969. También en el cementerio burgalés de San José reposan sus restos mortales, como expresó en una de sus últimas voluntades.
Paul Naschy es célebre en todo el mundo por sus trabajos en los géneros fantástico y de terror, donde destacan sus encarnaciones de Waldemar Daninsky, el hombre lobo. Pero en su filmografía existe otro puñado de películas de aventuras, dramas y ‘thrillers’ de gran interés. Una de ellas es 'El huerto del Francés', rodada en 1977 y estrenada un año después, que tras décadas ‘perdida’ vuelve a la gran pantalla restaurada y con una espléndida calidad de imagen que sólo disfrutaron los espectadores de finales de los 70. Será en octubre, en el Festival de Cine de Sitges y dentro de la sección ‘Seven Chances’.
Desde hace muchos años 'El huerto del Francés' apenas se ha visto en escasas proyecciones dentro de festivales o a través de copias piratas de ínfima calidad que se pueden encontrar en internet. Los fans de Naschy añoran continuamente poder disfrutar de esta película en condiciones dignas y, si es posible, hacerse con una copia para engrosar su videoteca y colocarla con honores junto al resto de la obra de su ídolo.
Y es que los problemas con los derechos de la cinta y su productora, Laro Films, han sido prolijos. Tras tantas décadas peleando por sacar del olvido este filme, hace pocos meses ocurrió el milagro. «Hace un tiempo me llamó Enrique Pérez, uno de los fundadores de los Cines Verdi. Me dijo que había conseguido los derechos de la película y que iba a recuperarla. No te puedes imaginar el subidón de alegría que tuvimos mi familia y yo», confiesa con entusiasmo Sergio Molina, uno de los hijos de Naschy. «He podido colaborar en la digitalización y restauración de la película. Ha sido una gozada ver la imagen limpia, con la iluminación de proyección perfecta, no tiene nada que ver con las copias que hay por ahí. He descubierto detalles brutales que antes eran imposibles de percibir».
La desazón por 'El huerto del Francés' fueron un permanente dolor de cabeza para Paul Naschy. Que no se pudiera ver uno de los que consideraba mejores trabajos como director, junto a 'Inquisición' y 'El caminante', era una espina clavada en su corazón de cineasta-autor. «Uno de los últimos encargos que me hizo mi padre antes de fallecer es que luchara por esta película que tanto apreciaba. No pude lograrlo mientras él vivía -falleció en 2009-, pero sé que estará muy orgulloso de que por fin este trabajo, por así decirlo, ‘resucite’ y vuelva a verse en una pantalla de cine en buenas condiciones», explica emocionado el hijo del realizador.
Además de volver a proyectarse en pantalla grande, hay muchas opciones de que la película, con su nueva imagen digitalizada y restaurada, pueda ser comercializada en DVD y Blu-ray. También se ha diseñado para el estreno en Sitges un nuevo afiche. «El diseño del cartel que se hizo en su época, aparte de no ser muy bueno, no incluía el nombre de mi padre como actor, Paul Naschy. En el nuevo se ha corregido este error histórico», apunta. «Y se ha limpiado y remasterizado el sonido. Es realmente increíble... ¡Es que es otra película!», señala Sergio Molina.
«Una nueva vida»
Una de las personas que más influyó en la educación cultural del pequeño Jacinto fue su tío Emilio. Destacado dibujante y escultor, conocía a muchos artistas de la bohemia madrileña, así como a figuras de la tauromaquia. En su autobiografía, 'Memorias de un hombre lobo' (Alberto Santos Editor, 1997), Naschy recuerda el impacto que le causó pasear por los museos madrileños con su tío o visitar los estudios de algunos pintores, como José Gutiérrez Solana. Toda esa pasión por la pintura lo reflejó en su posterior carrera cinematográfica.
Cuando se disponía a rodar un filme, tenía charlas interminables con el respectivo director de fotografía. En ellas debatían los tonos, las sombras y las texturas que ambicionaba para la imagen de la cinta. Y las pinturas de los grandes maestros fueron siempre una referencia para sentar las bases de la iluminación deseada.
La restauración de la imagen de 'El huerto del Francés' nos devuelve el gran trabajo fotográfico desarrollado en este largometraje, inspirado en Goya y el citado Gutiérrez Solana. «Es impresionante ver la película ahora. Tiene una nueva vida, lejos de los tonos pobres y oscuros que hemos visto hasta ayer», señala el hijo del director.
El responsable de la fotografía fue Leopoldo ‘Polo’ Villaseñor, un todoterreno del cine español. En su amplia filmografía encontramos desde ‘spaghetti westerns’, comedias de Mariano Ozores, películas del ‘destape’ o cintas políticas como '7 días de enero' de Juan Antonio Bardem, basada en los asesinatos de los abogados laboralistas de la calle Atocha.
El caso real
«Sexo. Amor. Sadismo. Homosexualidad. Una historia increíble que fue absolutamente cierta». Así rezaba una de las frases publicitarias de 'El huerto del Francés', con toda su hueste de morbo y escandalera.
El filme ahora recuperado adaptó a la pantalla un suceso acaecido en el pueblo sevillano de Peñaflor en 1904. Juan Andrés Aldije, apodado ‘el Francés’, regentaba una popular posada donde, además de comer y pernoctar, uno podía jugarse los dineros en partidas de cartas noctámbulas o estar en compañía de una prostituta hasta que te derrotara el sueño y el alcohol.
Aldije, un individuo de fuerte temperamento y con ansias de grandeza, acabó robando y asesinando a seis personas ‘de cartera gorda’, destrozándoles el cráneo con letales golpes en la cabeza, enterrándolos después en el huerto adjunto que tenía la venta. Para ello contó con la ayuda de José Muñoz Lopera, amigo y colaborador en el negocio, un hombre pusilánime ante el brío y el carácter del Francés. Tras el hallazgo de los seis cadáveres por parte de la Guardia Civil bajo la tierra que cultivaba Aldije -y abonaba con inhumana frialdad-, ambos malhechores fueron llevados ante un juez de Sevilla, que los condenó a muerte tras pasar un tiempo en la cárcel. La fría mañana del 31 de octubre de 1906, con los primeros rayos de sol prendiendo sus rostros, Aldije y Lopera fueron ejecutados por garrote vil.
«Mi padre se preguntó un día de dónde venía la expresión ‘llevar a alguien al huerto’. Tras investigar mucho, se topó con estos terribles sucesos ocurridos en Andalucía a principios del siglo XX», explica el hijo de Paul Naschy. A partir de ahí, y con la colaboración de Antonio Fos, construyó un guion que comienza y acaba con el ajusticiamiento de los asesinos, narrando sus tropelías en un largo ‘flashback’.
Anecdotario
Cuando Jacinto Molina viajó a Peñaflor para documentarse, se topó con un férreo silencio en torno al caso del Francés. Tuvo que ser el párroco de la localidad el que ayudó al desesperado guionista con sus pesquisas. Partidas de nacimiento y bautismo, actas matrimoniales y otros legajos fueron muy valiosos para ubicar a los personajes en la historia. También conoció a alguno de los descendientes de los protagonistas, aunque fueron bastante reacios a hablar de ese asunto que arrastraban sus apellidos como una sombra pesada y maloliente desde hacía casi un siglo.
La tensa relación entre las dos estrellas de la película, María José Cantudo y Ágata Lys, era ‘vox populi’ entre el equipo de rodaje, lo que no evitó que ambas actrices completaran dos de las mejores interpretaciones de su carrera.
En las localizaciones sevillanas tuvieron que solventar algunos contratiempos. Por ejemplo, el patio de las ejecuciones era una cuadra, y tuvieron que limpiar muchos kilos de estiércol y suciedad antes de rodar.
Estas y otras muchas anécdotas compusieron la intrahistoria del rodaje de 'El huerto del Francés', un filme milagrosamente recuperado del olvido, tanto para los fans de este cineasta tan recordado en Burgos como para la gran cantidad de público que nunca lo ha podido ver. Por fin, sí.
Ficha de la película
Dirección: Jacinto Molina. Guión: Jacinto Molina y Antonio Fos. Fotografía: Polo Villaseñor. Música: Ángel Arteaga. Montaje: José Luis Peláez. Decorados: Jaime Pérez Cubero. Maquillaje y peluquería: Ángel Luis de Diego y Blanca Sánchez. Romance musical: Rosa León. Producción: Laro Films.
Duración: 93 minutos. Fecha de estreno: 5/06/1978. Lugares de rodaje: Algete, Sevilla y Peñaflor.
REPARTO: Paul Naschy (Juan Andrés Aldije ‘el Francés’), Pepe Calvo (José Muñoz Lopera), María José Cantudo (Andrea), Ágata Lys (Charo), Silvia Tortosa (Amparo), Julia Saly (Elvira), Yolanda Ríos (Socorro), Nélida Quiroga (comadrona), Carlos Casaravilla (don Antonio), José Nieto (don Miguel), Luis Ciges (verdugo)...