La M.O.D.A. está de vuelta

«El futuro está brillante, aunque dicen que se apaga si consigues acercarte. Y cuando nos veamos lo sabremos, solo espero que el que sufre sufra menos y el que quiera pueda amarse libremente sin cadenas porque solo pienso en ti». Los versos de David Ruiz, cantante de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, siguen manteniendo en vilo al oyente. Metafórico y sincero a partes iguales, con una intensidad vocal al alcance de muy pocos, sus letras cabalgan con soltura sobre los pasajes melódicos de una banda que atrapa de principio a fin en cada tema, independientemente de la dirección en la que sople el viento. Con su nuevo single, estrenado ayer, el combo burgalés demuestra que el confinamiento no les ha impedido abrir ventanas para que las musas vuelen a su alrededor. La Vuelta, así  se llama la criatura, pone claramente de manifiesto que La M.O.D.A. continúa en Estado de Gracia, que no de Alarma. Acostumbrados sus seguidores a la poesía enrevesada de infinitas interpretaciones y los juegos de palabras cuando procede, el grupo reviste su envoltorio con un estribillo pegadizo cuyo principal mérito reside en alejarse de fórmulas mercantiles para martillear cerebros sobrecargados de contenidos banales. «Estoy parado en la vuelta, nadie se acerca por la tormenta. Estoy perdido en la vuelta, nadie me aleja de la tormenta», canta David Ruiz como si quisiese evocar su incursión en solitario, fruto de la melancolía y extrañeza que suscitó ese inesperado parón que ha puesto patas arriba al mundo de la cultura. La Vuelta ha caído, como era de esperar, con una espectacular acogida en la red de redes. En apenas unas horas, el videoclip que ilustra el tema, a cargo de Laura Sisteró, ya superaba las 50.000 visitas. Las opiniones, variopintas, oscilan mayoritariamente entre la enhorabuena por la evolución y ciertas comparaciones con Nostalgia.en.los.autobuses, el viaje de Ruiz solo ante el peligro. Razón no les falta a quienes perciben similitudes, pero si algo queda claro es que lo próximo de La M.O.D.A. amenaza con sorprender a propios y extraños. Para bien, lo más probable. En su carta de presentación, el grupo recuerda que vivimos «tiempos extraños para todos» en los que «nadie sabe lo que vendrá y lo único que se intuye es más incertidumbre». Así  pues, carpe diem más que nunca. Por eso, precisamente, «detrás de las nuevas canciones hay muchos meses de trabajo, de ilusión, de miedos y de esperanza». Además, lo importante ahora mismo es sentir esa «sensación tan bonita de lanzar música nueva» porque «después de todo, puede que ahora esto tenga más sentido que nunca».