El Correo de Burgos

Arte

El sepulcro de Juana y Felipe, una joya del arte con poca suerte

El monumento funerario de los monarcas de Castilla Juana y Felipe realizado por el burgalés Bartolomé Ordóñez, que se puede admirar en la Capilla Real de Granada junto al de los Reyes Católicos, sufrió todo tipo de avatares hasta su instalación final

ok sepulcro juana-felipe 1

Esculturas del cenotafio de doña Juan y don Felipe en la Capilla Real de Granada.

Publicado por
Burgos

Creado:

Actualizado:

«La fatalidad que se abatiera sobre las vidas y personas de los monarcas don Felipe de Borgoña y doña Juana de Castilla, se extendió a su propio monumento funerario. Los dos escultores que sucesivamente lo contrataron -Domenico Fancelli y Bartolomé Ordóñez-, murieron sin llegar a terminarlo; la llegada a su ciudad de destino, Granada, tuvo lugar casi veinte años después de ser contratado; y su instalación definitiva en la Capilla Real se postergó hasta comienzos de la centuria siguiente, cuando ya había muerto incluso el nieto de sus propietarios, Felipe II». Así comienza el estudio de la catedrática de la UVa María José Redondo Cantera Nuevos datos sobre la realización del sepulcro de Felipe el Hermoso y Juana la Loca, donde se detalla la tortuosa biografía de este sepulcro.

Antonio de Fonseca, en nombre del rey, contrató con Fancelli la realización del monumento en diciembre de 1518, acordando dos años para la ejecución del proyecto. Según resolvieron, el trabajo se desarrollaría en Génova, donde la Corona enviaría a una persona de confianza para vigilar el desarrollo del encargo. La muerte del escultor italiano en Zaragoza en abril de 1519 precipitó el fichaje de Ordóñez.

Redondo Cantera incide en el importante papel de los banqueros genoveses y los mercaderes burgaleses en la relación de los artistas con la Corona. «Ordóñez contrajo matrimonio en Barcelona con Catalina Calaf i Serra, sobrina de un potentado mercader bien relacionado con Italia. Las bancas familiares eran la conexión entre los clientes y los escultores y ahí se tejían unas redes muy sólidas. Bartolomé Ordóñez, además de un gran artista, se supo rodear de gente influyente».

Los emisarios de la Corona exigieron al artista burgalés a hacer un monumento del estilo del ya realizado por Fancelli para Isabel y Fernando. «Carlos V quiso reivindicarse con el sepulcro de sus padres como heredero también de los Reyes Católicos, de las coronas de España», apunta María José Redondo.

Ordóñez trasladó su taller a la localidad italiana de Carrara, muy cerca de sus canteras de mármol, una piedra de excepcional calidad. Antes de morir el 6 de diciembre de 1520, el escultor burgalés tenía rematadas las esculturas de los reyes. «En el testamento de Ordóñez se puede leer una relación de obras acabadas en su taller. Las figuras yacentes de Juana y Felipe ya estaban finalizadas y metidas en cajas para enviarlas a España desde Carrara», incide el catedrático de la UAB Mariano Carbonell.

Mausoleo de los reyes de Castilla doña Juana y don Felipe, obra de Bartolomé Ordóñez y tallerCAPILLAREALGRANADA.COM

Pero el resto del sepulcro, no. El rey Carlos, muy preocupado, le encarga a su esposa, Isabel de Portugal, que medie en el asunto. «Parte de taller de Ordóñez concluye el proyecto, que finalmente fue una interpretación del sepulcro de Fancelli, no una copia. Las piezas del mausoleo llegaron a Cartagena en 1533, donde quedó almacenado. No fue hasta 1536 cuando llegó a su destino, Granada, pero tampoco se instaló, sino que permaneció depositado en el Hospital Real de la ciudad nazarí. Finalmente, y tras muchos avatares, es Felipe III quien ordena la colocación del sepulcro de sus bisabuelos en la Capilla Real en 1603», explica la catedrática de la UVa. «Pero curiosamente se colocó en un lugar donde no estaba previsto, y acabó en el centro de la capilla, desplazando el de los Reyes Católicos al lado de la Epístola», concluye.

Ironías del destino, la maltratada doña Juana acabó para los restos en el centro de la Capilla Real, con un sepulcro -toda una joya del Renacimiento español- más fastuoso que el de sus padres y empuñando el cetro del reino de Castilla que nunca le permitieron ejercer.

tracking