MÚSICA
La M.O.D.A.: «Nos han dolido todas las letras porque son sinceras»
El combo burgalés abandona su zona de confort con una vuelta de tuerca que no dejará indiferente a sus seguidores. Tampoco a los neófitos que se aproximen a 'Ninguna ola', un nuevo camino sin rumbo fijo hacia el arte de arriesgar por amor propio y ajeno
Caminan bajo la tormenta, calados hasta los huesos y ajenos al qué dirán. Lo de «agradar a las masas» nunca fue con ellos aunque las atraigan sin proponérselo. Ahora, La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.) espera que los rayos de sol traspasen de una vez los nubarrones de una pandemia que pinta, como mínimo, un futuro gris. Sin temor al cambio en su forma de concebir la música, el septeto burgalés sale mañana a escena, que no al ruedo del directo (por ahora), con Ninguna ola, su cuarto álbum de estudio y el más arriesgado en casi 10 años de intensa andadura.
Pregunta.- ¿Por qué ahora? ¿No era preferible esperar a que escampe para cuadrar la gira en condiciones?
José.- El disco ha salido ahora, pero teníamos previsto, si no hubiese sido por la pandemia, sacarlo en noviembre. ¿Qué ocurre? Todo este tema nos ha trastocado los planes que teníamos. Queríamos haber anunciado una gira a la vez que sacábamos el disco, tocar todo lo que hubiéramos podido... Estamos viendo cómo avanza el tema, pero si ha salido ahora es porque necesitábamos sacar algo nuevo. Nos lo pedía el cuerpo.
P.- Todo está en el aire salvo el disco, que ha arrasado en preventa.
José.- La verdad es que hemos tenido muy buenos números. Tampoco somos muy de decir cifras, pero estamos muy sorprendidos con la acogida del público. Estamos muy emocionados con sacarlo porque habremos vendido ahora en preventa más del doble que con el disco anterior.
P.- La mano de Raül Refree es palpable de principio a fin. ¿Cómo hubiese sonado Ninguna ola sin él a los mandos?
Nacho.- Estamos muy contentos con el trabajo que ha hecho Raül, sin ninguna duda. Creo que ha dado un paso más a lo que teníamos nosotros, pero también es verdad que las canciones ya estaban escritas de antes y las habíamos maquetado. Llevábamos con ellas más de dos años y Raül empezó a trabajar con nosotros en 2019. Nos ha ayudado a ir a lo esencial, a buscar la emoción no solo en tocar todos a la vez y dar a cada instrumento su espacio. Hemos trabajado muy a gusto.
David Ruiz: «Hemos compuesto en situaciones de todo tipo. Hay canciones más nocturnas y otras de madrugones. Lo que hemos hecho ha sido trabajar como nunca»
P.- Entonces este viaje, diferente por así decirlo, ya estaba trazado mucho antes de lo que pensábamos la gran mayoría...
Nacho.- La gente piensa que se empiezan a trabajar las canciones cuando te metes en el estudio, pero nosotros llevábamos ya más de dos años haciendo maquetas, dándole vueltas en el local... Todas las canciones ha pasado por mil historias diferentes. Mientras estábamos con la gira de Salvavida ya estábamos trabajando con estas nuevas canciones.
P.- El nuevo rumbo de La M.O.D.A. reflejado en los adelantos (La vuelta y Conduciendo y llorando) ha dejado al público boquiabierto. Hay quienes aplauden a rabiar y otros, los menos, reivindican la vertiente folk marca de la casa. ¿Cuáles son las expectativas visto lo visto?
Alvar.- Lo que queríamos en este disco no era agradar a las masas, sino sacar lo que nos pedía el cuerpo y nos apetecía hacer en este momento. Tampoco nos preocupa eso. Sabemos que hay gente a la que le ha parecido un poco raro. También nos la hemos jugado demasiado sacando un single tan complicado como Conduciendo y llorando, pero queda todavía mucho disco y esperamos que lo flipe todo el mundo.
P.- Desde fuera se aprecia insomnio creativo. ¿Cuántas letras o ideas surgieron de noches en vela?
David.- Queda más bohemio pensarlo así, pero la verdad es que hemos escrito a todas horas y hemos compuesto en situaciones de todo tipo. Hay canciones más nocturnas y otras de madrugones. Lo que hemos hecho ha sido trabajar como nunca. Siempre hemos intentado darlo todo en los discos y en los conciertos, pero este álbum es, sin duda, el más ambicioso en cuanto al tiempo que le hemos dedicado y a los medios de los que hemos dispuesto.
P.- ¿El lugar más extraño o el momento más inesperado en el que ha brotado una letra, idea o concepto reflejado en el disco?
David.- Por ejemplo, la canción de La Vuelta fue la última que hicimos y la única que no grabamos en Portugal porque chapaba España. Salió a través de una idea como de guitarra que tenía Nacho y que mandó por email. La escuchamos, hicimos un estribillo, fuimos al estudio Gárate en Andoain, nos juntamos con Raül y probamos varias maneras de enfocarla... No hay aquí historias increíbles, son historias cotidianas del día a día. Nos inspira todo lo que pueda entrar en el cerebro de cualquier persona. Ha habido multitud de pequeños momentos que quizá no son dignos de destacar pero que para nosotros han ido tejiendo el cuerpo del disco. Recuerdos que nos llevamos también para toda la vida de este periodo tan fructífero, tan duro y tan intenso.
Me acuerdo de un momento guapo en Portugal: la noche que decidimos que teníamos que regresar a casa porque nos iban a chapar y porque había bastante tensión con el corona. Fue como si nos estuviésemos despidiendo. Había un ambiente de camaradería... Nunca he estado en un ejército ni creo que vaya a estar, pero imagino que tiene que ser como la noche antes de ir a la guerra. O también de volver, porque de alguna manera habíamos acabado ya con la cruzada del disco y nos enfrentábamos a otra vaina desconocida y más tocha como es el corona. Esto como que estrecha lazos.
Jacobo Naya: «Va a haber cadáveres, gente que va a tener que dejar de currar. Vamos a intentar tocar todo lo posible y apoyar a todos esos colectivos que alzan la voz»
P.- Nostalgia, esperanza, amor, soledad, redención... ¿Quién gana la partida?
Caleb.- Ninguno en concreto. El ser humano es complejidad, una suma de todos ellos y al final las caricaturas de las personas a veces solo son un sentimiento. Las canciones reflejan esa complejidad del ser humano. Nadie es solo amor, solo dolor, solo frustración...
P.- ¿Alguna letra que haya dolido especialmente a la hora de escribirla?
David.- Es nuestro disco más colaborativo, lo hemos hecho todo entre todos y nos ha dolido un poco todo. Nos han dolido todas las letras porque son sinceras y cuando algo sale de dentro suele doler. La música también nos duele, entendiendo ese doler como que nos importa.
P.- Músicos, técnicos, salas, promotores... ¿Dejará muchas víctimas por el camino esta maldita pandemia?
Jacobo.- Ya solo las movilizaciones y las agrupaciones que por fin se están dando desde el sector de la cultura, reivindicando lo descuidada que está la industria musical por parte de las autoridades y del Gobierno a través de la Alerta Roja, es una llamada de atención importante. Aún así, va a haber cadáveres, gente que va a tener que dejar de currar porque no están dejando trabajar. Por nuestra parte, vamos a intentar tocar todo lo posible y apoyar a todos estos colectivos que alzan la voz. También tendremos que adaptarnos a todas las posibilidades que nos dejan para presentar el disco en directo. No va a ser fácil, así que iremos con paciencia y precaución anunciando las fechas y los lugares de los eventos. Preferimos eso antes que anunciar ahora una gira que no sabemos si vamos a poder hacer.