MÚSICA
El regreso de Frío: a la cuarta va la vencida
La pandemia congeló los planes de Frío, con más hambre de directo que nunca un año después de lanzar ‘Todo se vuelve azul’ / La banda se reencontrará (por fin) con su público el 20 de marzo en el Cultural Cordón
A la cuarta tiene que ir la vencida. Sí o sí. Los Frío llevan un año esperando su momento, el regreso a su natural hábitat del directo tras lanzar, prácticamente en vísperas de la dichosa pandemia, Todo se vuelve azul. La mítica banda burgalesa que allá por los 90 deslumbró a propios y extraños, quedándose incluso a las puertas del Olimpo del rock nacional, volvía a escena con cinco nuevos temas cocidos a fuego lento desde 2016.
Ahora, mientras se muerden las uñas porque nunca se sabe, Daría Ras (voz), Peri (bajo), Alberto (guitarra) y Dio (batería) esperan resarcirse el sábado 20 de marzo en el Cultural Cordón a partir de las 19:30 horas. Tocarán pronto, más de lo que acostumbran, porque seguramente aún sigamos con el toque de queda para esas fechas.
«Parece que esto va fluyendo», suelta Daría tratando de ser optimista. A estas alturas, tampoco les sorprendería una nueva cancelación porque el maldito ‘bicho’ es imprevisible. Sus compañeros asienten, cautelosos, con la esperanza de que la vuelta a los escenarios se materialice de una vez por todas. Al igual que en las citas previas que se acabaron posponiendo, el directo está más que «repulido».
El set list se basará en el EP en su totalidad, himnos de los viejos tiempos, alguna que otra versión y un par de sorpresas que aún no han visto la luz.
De hecho, la cantante asegura que «ya tocamos los temas a ciegas». El set list, avanza, se basará en Todo se vuelve azul en su totalidad, himnos clásicos de los viejos tiempos, alguna que otra versión y un par de sorpresas que aún no han visto la luz.
Por ahora, todo parece indicar que el aforo (limitado) se llenará. «Desde que se empezaron a vender las entradas en marzo del año pasado, prácticamente nadie las ha devuelto», señala Peri mientras recuerda la «hecatombe» que supuso para todo el mundo aquel Estado de Alarma que nadie auguraba tan largo. Con un 80% de los tickets vendidos, Daría se confiesa sobre lo que mucho que desea ese cara a cara con el público: «No tengo nervios, tengo ansiedad».
Dio, por su parte, tiene tanta hambre de directo que no descarta «tocar en las aceras si hace falta». De hecho, sugiere al Ayuntamiento habilitar espacios en la vía pública, sobre todo «este verano», para que los músicos de la ciudad puedan tocar «con un generador pequeño y que la gente vaya pasando». Sin riesgos para la salud, por supuesto. Y sería factible porque «en Burgos tenemos aceras muy amplias».
Peri (bajo): «Es bueno no pretender encajar en un estilo porque le quita toda la frescura».
Volviendo al concierto, a los Frío se les hace raro actuar en una plaza tan solemne. «Para nosotros ya es extraño tocar ante un auditorio con el público sentado, independientemente de las mascarillas», reconoce Alberto. No en vano, aunque la banda esté acostumbrada a batirse el cobre en escenarios más rockeros, considera que el Cultural Cordón de la Fundación Caja de Burgos es un enclave «muy bonito e interesante» para retomar el contacto con la música en vivo.
Allí estarán, como no podía ser de otra manera, los otros dos componentes estratégicos del grupo: Rodrigo Vázquez a los teclados y Judith Valenzuela encargándose de los coros. Sin estos dos fichajes, Todo se vuelve azul hubiese sonado distinto. Tanto Judith como Rodrigo (fundamental en la producción y los arreglos) han aportado «peso y calidad» a un EP que «en directo queda muy redondo».
Pero lo mejor, tal y como apunta Daría, es la capacidad de «seguir explorando» el amplio abanico de influencias que rodean a la banda la hora de componer. Peri lo corrobora con el orgullo de quien no reniega de sus raíces mientras profundiza en géneros que se amoldan perfectamente a su propuesta como el blues o el soul. «Es bueno no pretender encajar en un estilo porque le quita toda la frescura», reflexiona a sabiendas de que cerrarse en banda, sobre todo en los tiempos que corren, «no es creativo».
Alberto (guitara): «Si grabamos otro disco en unos meses o dentro de un año sería diferente».
El público ha sabido valorar a los Frio del siglo XXI y todo han sido elogios. Con tres videoclips a sus espaldas y unos cuantos temas nuevos concebidos durante la pandemia, han vuelto para quedarse. «Lo que hacemos es más fresco, más bonito y encima le gusta a los heavys», bromea Peri antes de que Alberto, también satisfecho con el resultado, aclare que «si grabamos otro disco en unos meses o dentro de un año sería diferente». Porque «lo que estamos haciendo nuevo es otra cosa». Con la base de siempre y más ganas que nunca. Sus caras lo dicen todo.
Viendo cómo pinta la cosa, Frío no se plantea conciertos a corto plazo. Cuando todo pase volverán a la carretera, pero de momento es preferible esperar. Conversaciones y propuestas hay, pero más vale pájaro en mano que ciento volando.
Aún con todo, Daría adelanta el interés de la agencia Morgana Music para representarles. Pase lo que pase, si algo ha demostrado esta crisis sanitaria es que la música «se ha convertido en una necesidad». Y claro, a quien lleva el arte en las venas «no le puedes decir que pare».
Daría Ras, voz icónica del rock duro de los 90.
Eléctricas... y guerreras
Día Internacional de la Mujer. ¿Qué mejor fecha para lanzar un documental sobre las voces femeninas que se abrieron paso a codazos en la escena rock estatal? Hoy se estrena Ellas son eléctricas (Leonardo Cebrián y Paco Manjón), un intenso recorrido por la trayectoria musical de 10 cantantes que lograron derribar tópicos machistas a base de talento y un par de ovarios.
Entre las elegidas, cómo no, se encuentra Daría Ras. Aceptó la invitación encantada porque supone un «reconocimiento al trabajo», pero deja claro que «lo de la vanidad me queda muy lejos».
«Podemos tener más visibilidad y lo queremos aprovechar», confiesa orgullosa de compartir cámara junto a sus compañeros de Frío en la cinta. En cuanto a su contenido, le llama poderosamente la atención que aparezcan «10 mujeres que no nos conocíamos de nada» a las que, «curiosamente», les ha pasado «lo mismo en distintas épocas».
A día de hoy, tan solo Leonor Marchesi, Joana Amaro y la propia Daría continúa en activo. Lo importante, en cualquier caso, es que se visibilice esa lucha silenciosa -y sonora desde los escenarios- que libraron todas aquellas guerreras que apostaron por el rock -y no por la copla- sin pensar en el qué dirán.