El Correo de Burgos

LITERATURA / GONZALO GINER

Un alegato ecologista en el corazón de las tinieblas

El escritor madrileño Gonzalo Giner presenta este martes en el Museo de la Evolución Humana ‘La bruma verde’, Premio de Novela Fernando Lara 2020

Gonzalo Giner posa con un ejemplar de ‘La bruma verde’, su última novela. EMILIO MORALES

Gonzalo Giner posa con un ejemplar de ‘La bruma verde’, su última novela. EMILIO MORALES

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El pasado mes de julio apareció en la pantalla del teléfono móvil del novelista Gonzalo Giner (Madrid, 1962) un número que no tenía guardado en la agenda. Esto despertó su alerta y se concedió unos segundos de incertidumbre antes de dar al botón verde y coger la llamada. «Era un hombre que preguntaba por Bineka. Yo al principio me sentí descolocado... Pero en breve la persona que estaba al otro lado de la línea se identificó como el escritor Fernando Delgado y me anunció como portavoz del jurado que mi libro había sido el ganador del Premio Fernando Lara», recuerda con humor. Bineka es una de las protagonistas de La bruma verde y también el seudónimo con que Giner presentó su novela al concurso.

La pandemia del coronavirus, como la gran mayoría de las cosas de la vida, alteró los tiempos de este certamen literario y el autor de El sanador de caballos casi se olvidó de cuándo iba a ser el fallo. «El premio se resolvió en julio, cuando tradicionalmente es en mayo. Y me lo entregaron en Sevilla a mediados de septiembre». Así La bruma verde se convirtió en el ganador de la XXV edición del premio Fernando Lara que concede el Grupo Planeta con el patrocinio de la Fundación AXA.

Este martes, a partir de las 19.15 horas en el salón de actos del Museo de la Evolución Humana, el escritor madrileño presentará su última obra a los lectores burgaleses en un encuentro organizado por el MEH con la colaboración de la editorial Planeta y la librería Luz y Vida. La entrada es libre, pero hay que retirar anteriormente una invitación en las taquillas del museo (máximo dos por persona). Además, la presentación será retransmitida en directo por internet a través del canal de YouTube del MEH.

La bruma verde es una novela diferente a las anteriores obras de Gonzalo Giner. «Algunos lectores me dicen que les ha sorprendido. Temáticamente sí es diferente. Pero mi estilo de narrar y de transmitir las emociones de los personajes es reconocible, ya sea en el siglo XXI como en este libro o en el medievo como en otros», señala.

«La destrucción de la selva [por parte de multinacionales chinas, belgas, holandesas...] conlleva la ruina de muchas aldeas y el destrozo del hábitat de muchas especies, algo muy cruel»

La trama de La bruma verde asaltó al autor por casualidad. «Estaba trabajando en otra historia muy distinta. Pero una persona fascinante se cruzó en mi camino: Rebeca Atencia, una chica de El Ferrol que estudia Veterinaria, comienza a trabajar con chimpancés en Madrid, luego se va a Ruanda y finaliza en el Congo, donde acaba siendo la mano derecha de Jane Goodall y dirigiendo el Centro de Rehabilitación de Chimpancés del IJG en Tchimpounga. La conocí, hablé mucho con ella y me despertó la necesidad de construir algo alrededor de ese sueño, de esa vocación... Y parte de la novela va por ahí: la mirada de unos primates que viven en la selva y el efecto que causa la acción del hombre en su existencia», indica Gonzalo Giner.

La primatología tiene un gran peso en la trama. El autor -veterinario de profesión- ha investigado concienzudamente el comportamiento de los chimpancés y ha sido asesorado por especialistas para todo lo que aparece en la novela en torno a estos animales sea real, aunque asombre en muchos lances de la narración. «Durante la vida de Bineka en el clan de los chimpancés se suceden conductas que están totalmente verificadas por la ciencia. Cada individuo tiene su lugar en la comunidad, Bineka lo irá descubriendo durante su convivencia y lo irá contando a los lectores. Muchos se sorprenderán».

También brota entre las páginas de La bruma verde un lado oscuro y perverso que contamina y envilece el meritorio trabajo conservacionista de muchas personas y asociaciones: el tráfico de especies y la caza furtiva. «La República Democrática del Congo es un país enorme, 5,5 veces la extensión de España, y casi todo es selva. Apenas hay industria y la población sobrevive como puede trabajando en la agricultura y la ganadería. Pero también una parte de la población subsiste en negocios criminales y mafiosos: la explotación de las minas de coltán y diamantes, el robo y el saqueo de aldeas desprotegidas, el furtivismo y la venta de animales de forma ilegal... Es un país bellísimo, pero también lleno de peligros», explica el autor de Las ventanas del cielo contextualizando el lugar donde se desarrolla su última novela.

La cuenca del río Congo es otro de los personajes de esta ficción. Ese frondoso y salvaje lugar, que sirvió como escenario a Joseph Conrad en su celebérrima novela El corazón de las tinieblas, es una de las zonas más ricas en vegetación y fauna del planeta, donde los olores, los colores y hasta el silencio es peculiar y extraordinario. «Es una zona con un suelo muy fértil para la agricultura. Y existe un grave problema con la deforestación que están realizando en extensiones vastísimas de selva multinacionales chinas, holandesas, belgas... Compran terrenos de manera no muy legal y cultivan inmensos latifundios, especialmente de soja, para ser consumida en el mundo occidental», advierte Giner. «La destrucción de la selva conlleva la ruina de muchas aldeas y el destrozo del hábitat de numerosas especies, algo muy cruel».

Juan Manuel Castro, vicepresidente de la Fundación AXA; Gonzalo Giner, ganador del XXV Premio de Novela Fernando Lara, y José Creuheras, presidente del Grupo Planeta, el pasado septiembre. PLANETA

La labor de los cooperantes también tiene su protagonismo. «Sus sueños, miedos y frustraciones a veces no son entendibles desde nuestro mundo. Son héroes anónimos que un día deciden hacer algo por los demás en lugares peligrosísimos. Hay que valorar mucho su tarea».

Gonzalo Giner intenta desde las páginas de su última obra conmover y concienciar a los lectores de que algo hay que hacer para salvar una tierra que no está tan lejos de nosotros, aunque la imaginemos remota y surgida de un mundo de ficción.

Un vertiginoso 'thriller' de aventuras y un canto al conservacionismo

La historia que narra Gonzalo Giner en las más de 600 páginas de La bruma verde casi en su totalidad en la exuberante cuenca del gran río centroafricano.

La joven Bineka, nacida en la profundidad de uno de los últimos pulmones verdes del planeta, es apresada por Maxime y sus hombres, que han arrasado su aldea. Pero, tras sufrir un accidente, la madre selva la protege y es adoptada por un clan de chimpancés, con los que convivirá varios meses.

Al mismo tiempo, Lola Freixido, una exitosa directiva, viaja al Congo para rescatar a su mejor amiga, Beatriz Arriondas, una cooperante medioambiental que ha sido secuestrada.

Bineka y Lola se enfrentarán a una compleja trama de corrupción en territorio africano y se verán abocadas a una huida llena de aventuras que correrán en compañía de Colin Blackhill, un cooperante británico que se cruza en su camino y que ayudará a la joven congoleña a luchar por la conservación de su tierra natal, su lugar en el mundo.

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