NUEVA OBRA
Un cuento para cada momento
Juan Carlos Martínez reúne en su quinto libro relatos de la infancia, la adolescencia y la madurez de quien transforma en relato corto mil y una experiencias propias o contadas
Historias propias, relatadas o imaginadas. Todos los pensamientos, sentimientos y anécdotas se transforman en cuento.
El cuentista Juan Carlos Martínez transforma su quinto libros en cuentos que acompañan el paso de la niñez, la adolescencia y la edad adulta de una o muchas personas.
Así se teje ‘Cuentos de las tres edades’ donde incluye 16 relatos de los que tres se refieren a la infancia, ilustrados por El Cau de L’Unicorn, tres a la juventud y diez a la edad adulta.
Quien nació en lo que hoy es la Casa de Cultura de Gamonal en el último suspiro en el que el pueblo se adhirió a la ciudad, siempre tiene en el foco algún resquicio de su tierra, aunque desde hace muchos años se afincó en el País Vasco. Pero vuelve.
Siempre vuelve ya sea en sus relatos o de forma física. Volverá en septiembre «cuando todo esto de la covid esté más controlado» para presentar su libro. En el Teatro Principal como ha hecho con sus otras cuatro publicaciones.
«Tengo muchos libros, tengo mucho escrito guardado en un cajón, historias de la infancia, otras de la adolescencia y otras de la madurez, unos llegan por propias vivencias, otras son historias que me cuentan y algunas son reales», explica.
Un tejer de ideas que se plasma en la portada del libro donde cada imagen del puzle tiene referencia a la inspiración de cada uno de sus relatos.
«Ocurren cosas en la vida, te encuentras gente, te cuentan y son historias que merecen ser rescatadas», explica.
La escritura siempre ha estado presente. Conserva sus poemas escritos con 10 años, cuentos que elaboró con 14 o su primera novela al estilo Agatha Christie.
Las historias dejaron de plasmarse en papel, pero no abandonaron su cabeza como los cuentos que inventaba para sus hijos. Ávido lector, no volvió a plantearse escribir en serio hasta la cincuentena.
«Hace años que retomé el hábito de escribir y empecé a hacerlo para mí, escribir por escribir, siempre tengo alguna idea en la cabeza rondando que, muchas veces, hay que dejarla descansar y ella te dice cuándo es el momento», explica. Ahora, con la jubilación, tiene más tiempo.
Reconoce que las grandes novelas que no terminan de cuajar. «Se me dan mejor los cuentos». Así surgen historias o le encargan otros.
Relatos como el de una compañera profesora que pudo atajar un momento complicado en el aula, con catana incluida de por medio, la historia de un amigo que soñó tener una hija de África y que se hizo realidad años después con su mujer, un cuento para dormir de un niño cualquiera en una cuna esperando a su madre o historias de Egipto.
«Son cuentos para leer sin prisa, relatos para disfrutar de cada uno de ellos pero que forman parte de otros libros pero que «aquí tienen un sentido para tejer los cuentos de las tres edades».
Se trata de la quinta publicación de Martínez que se estrenó en 2005 con ‘Otros ojos, otra mirada’, tres años después presente su primera novela ‘El rapto de un libro’, en 2011, también con Dossoles, muestra ‘El juego infinito’ y ya se entrega al cuento en 2017 con ‘Cuentos de la delicadeza’.
Los cuatro últimos los ha editado en Burgos, se confiesa ávido lector de los libros que no clonan librerías de un lado a otro. «Hay grandes bestseller, hay grandes novelas, grandes escritores con miles de lecturas, pero yo me detengo en los que no sea superventas, de editoriales provinciales, autoeditados donde hay cosas interesantes y que se acaban perdiendo». Asegura que «hay mucho gran escritor escondido».