La Batalla de Atapuerca se «reinventa» con un nuevo escenario y 7 días de actividades

Atapuerca vuelve a ponerse el traje de combate para su vigesimosexto viaje al medievo en un año marcado por la situación sanitaria y el protocolo Covid. La Asociación Amigos de Atapuerca organiza la Representación Histórica de la Batalla de Atapuerca desde 1996 y el evento no ha dejado de ser distinguido desde entonces con galardones como el ‘Premio Atapuerca Cultura 2015’, ‘Premio Atapuerca Turismo 2017’ o el nombramiento como ‘Mejor Iniciativa de Desarrollo Local de Castilla y León’.

Así, cada penúltimo fin de semana de agosto, tiene lugar la Representación Histórica de la Batalla de Atapuerca. Esta viaja 10 siglos atrás, al 1 de septiembre de 1054, cuando este conflicto bélico enfrentaría a dos hermanos por un reino.

El conflicto bélico se representa cada año en la ladera de la Iglesia de San Martín de Atapuerca. Este año, dada la crisis sanitaria provocada por la pandemia, el evento no se podrá celebrar lamentablemente en su formato original. Así, la Asociación Amigos de Atapuerca, ha apostado por un nuevo formato de aforo muy reducido y nocturno. De este modo, la tradicional representación tendrá lugar el próximo sábado 21 de agosto a las 22h de la noche en el Patio de las Escuelas de Atapuerca y con un aforo limitado para 300 personas en el que la luz será un elemento clave.

Este año, dada la crisis sanitaria provocada por la pandemia, el evento no se podrá celebrar lamentablemente en su formato original.  La tradicional representación tendrá lugar el próximo sábado 21 de agosto a las 22h de la noche en el Patio de las Escuelas de Atapuerca y con un aforo limitado para 300 personas en el que la luz será un elemento clave.

«Aunque sea un formato diferente, tenemos la misma ilusión», declaró Isabel Torrientes, presidenta de la Asociación Amigos de Atapuerca. Y es que la representación de este año encuentra unas cuantas diferencias respecto a los anteriores empezando por su nuevo emplazamiento y la necesidad de ajustarse a él. «Si en condiciones normales contábamos con 200 actores, este año habrá unos 50», comentó Torrientes. Lo mismo sucede con el público, que ha tenido que disminuir considerablemente de los 5000 personas que solían juntarse cada año hasta las 300 que se admitirán en esta XXVI Edición.

A pesar de todo, se van a seguir representando casi todas las escenas. «Lo que hemos hecho es adaptar», reconoció Ignacio Martínez, presidente del Centro de Iniciativas Turísticas y gestor cultural de la Asociación Amigos de Atapuerca, que reconoce sentirse profundamente «orgulloso» de llevar adelante año tras año este popular evento.

Sin embargo, la adaptación de la representación histórica no es el único cambio que trae esta XXVI Edición y es que el programa oficial de la Batalla de Atapuerca 2021 se amplía ofreciendo 7 días de actividades, frente a los 3 que solían organizarse otros años. 

Así, se dará comienzo a la programación el próximo viernes 20 de agosto con la celebración a las 21:30 de la noche de una gran gala. En ella se otorgará el Premio Nacional Batalla de Atapuerca al Instituto de la Juventud de Castilla y León, por su implicación desde el año 2008 en el evento a través del campo de voluntariado Sierra de Atapuerca. Además, la gala incluirá actuaciones musicales y un espectáculo de magia de la mano de Iván Ojeda.

El sábado 21 de agosto tendrá lugar la representación histórica, el acto central de la programación. Además, a las 19 de la tarde se organizará un gran juego infantil en forma de ‘Misión Imposible’ bautizado ‘La Batalla de Atapuerca’, para que los más pequeños puedan sentirse también incluidos en esta gran fiesta.

El domingo 22 de agosto, por su parte, se celebrará el tradicional volteo de campanas a las 18:30 de la tarde, seguido por el toque de tambores, que rememora el momento de la muerte del Rey García III de Pamplona en la tradicional representación histórica. Más tarde tendrá lugar el baile de los gigantones en  la Plaza Pablo García Virumbrales, seguida posteriormente del concierto de música medieval del grupo Treefolk.

Continúa la programación orientada a los más pequeños en los días 24 y 26 de agosto con la celebración de talleres y juegos medievales. Además, durante los días 24, 25, 26 y 27 de agosto se estará construyendo el nuevo gigantón ‘Sancho Fortún’ para incorporarlo a la Batalla de Atapuerca. 

El programa oficial de la Batalla de Atapuerca 2021 se amplía ofreciendo 7 días de actividades, frente a los 3 que solían organizarse otros años. 

Cabe mencionar también que es posible visitar a lo largo de todo el mes de agosto el Centro de Participación Turística Batalla de Atapuerca. Este lleva creándose desde hace 4 años en colaboración con el Instituto de la Juventud de la Junta de Castilla y León y busca dar la posibilidad a los visitantes de conocer la Batalla de Atapuerca durante los 365 días del año. 

Este año todas las actividades contarán con aforos limitados y en el caso de la gala del viernes, la representación histórica del sábado y el concierto del domingo, se necesitará, además, una entrada. Podrán adquirirse en la Oficina de Información Turística desde el día 13 de agosto hasta completar aforos y tienen un coste de 1 euro, que será  destinado íntegramente a la adquisición de nuevo vestuario para la Batalla de Atapuerca.

Así, el próximo sábado 21 volverá a rememorarse esa batalla que el 1 de septiembre del 1054 enfrentó a dos hermanos por un reino y que comenzó a fraguarse años antes, cuando en 1037 Fernando I, rey de León y conde Castilla, le pidió ayuda a su hermano García III , rey de Pamplona, para que le ayudara a vencer en la Batalla de Tamarón. Así, a cambio de su ayuda, le prometió a su hermano, de salir victoriosos, unos territorios en el norte burgalés, entre los que se encontraba Atapuerca. García ayudó a su hermano, que una vez ganada la batalla, cumplió lo pactado.

Así, y desde este año la Sierra de Atapuerca se convirtió en la frontera natural entre los reinos de Castilla y Pamplona. Años después, el rey de León se arrepintió y quiso recuperar esos territorios que le había otorgado a su pariente encontrándose con la negativa de éste, lo que desencadenó  la inevitable Batalla de Atapuerca en el año 1054. Este episodio histórico encontraría su fin con la muerte del rey García de Pamplona a tres leguas del este de Burgos, sentando así los cimientos para el nacimiento del reino de Castilla.