LITERATURA / MANUEL RÍOS SAN MARTÍN
Dos inspectores dispares para un extraño asesino
El escritor y guionista Manuel Ríos San Martín presenta este miércoles su nueva novela, ‘Donde haya tinieblas’ (Planeta), en el Museo de la Evolución Humana a partir de las 20.15 h.
La trayectoria profesional de Manuel Ríos San Martín (Madrid, 1965) siempre ha estado cerca de un teclado. Licenciado en Ciencias de la Información, comenzó muy joven su carrera como guionista en la serie Colegio Mayor, protagonizada por Jorge Sanz y Antonio Resines. Luego llegaron otros éxitos en la pequeña pantalla como Médico de familia, Menudo es mi padre, Compañeros, Sin identidad... donde en algunas de ellas también fue director de capítulos. En su currículum asoman varias miniseries como Rescatando a Sara, Soy el Solitario o Raphael: Una historia de superación personal, entre otras. También escribió y dirigió para la gran pantalla No te fallaré (2001). Como novelista ha publicado tres novelas: Círculos (2017), La huella del mal (2019), ambientada en los yacimientos de Atapuerca, y Donde haya tinieblas, publicada el pasado junio.
Este miércoles, a partir de las 20.15 horas en el salón de actos del Museo de la Evolución Humana, el autor madrileño -acompañado del periodista Antonio José Mencía- presentará su última obra en una charla organizada por el MEH con la colaboración de la editorial Planeta y la librería Luz y Vida. La entrada es libre, pero hay que retirar anteriormente una invitación en las taquillas del museo (máximo dos por persona) o llamando al 947 42 10 00. El acto también será retransmitido en directo a través del canal de YouTube del MEH.
La culpa y el perdón, el pecado y la virtud, la belleza y la divinidad, son temas que componen partes del andamio narrativo de Donde haya tinieblas. «Estudié en un colegio religioso y siempre me ha interesado estos asuntos. Además, a aquí juego con sus representaciones artísticas, donde España tiene un patrimonio tremendamente rico. La iconografía religiosa en el arte me apasiona y creo que tiene una vertiente literaria muy atractiva. Aquí está a disposición de un ‘thriller’ con una desaparición y luego un crimen que creo que funciona muy bien», señala Ríos San Martín.
Uno de los puntos fuertes de esta obra de es la pareja protagonista, dos inspectores de la UDEV tan diferentes como complementarios. «Cuando me planteo una novela primero trabajo en la trama antes de pensar en quién va a protagonizarla. Luego ya entro en los personajes y en Donde haya tinieblas hasta llegué a pensar en la misma pareja de La huella del mal. Pero durante la escritura tuve la sensación que me pedía otros diferentes. Primero surgió Martínez, un tipo de mi generación, con una familia tradicional, con una educación clásica... Y luego busqué un acompañante muy opuesto, y ahí surgió Nuria Pieldelobo: un treintañera feminista, analítica, muy sagaz. Ahí surge la interrogante de que si esa pareja tan distinta en todos los sentidos va a entenderse para resolver el complicado caso que tienen entre manos o se van a estar peleando a cada rato. Se crea una relación donde saltan chispas y situaciones con mucho humor», explica el autor.
Con el personaje de Martínez, que narra en primera persona la historia de Donde haya tinieblas, Ríos San Martín ha querido romper ciertos tópicos. «Para mí era importante contar la vida familiar de un ‘policía hombre’. Cuando se habla de una mujer parece que siempre hay que hacerlo y es algo muy manido. A los hombres también nos preocupan nuestros hijos y nuestra vida familiar, faltaría más. Con Martínez he huido de ese estereotipo de policía alcohólico, solitario y traumado que ya me aburre», apunta el escritor.
Lugares con magia
Los inspectores Pieldelobo y Martínez irán tras la pista de una joven modelo rusa desaparecida y tendrán que recorrer muchos kilómetros por las carreteras de España. Durante la historia visitarán varios emplazamientos que Manuel Ríos tenía entre ceja y ceja desde hacía tiempo. «Los policías van a muchos lugares, pero hay tres importantísimos para el relato: la ermita de la Virgen de Ara en la provincia de Badajoz, el monasterio de San Juan de la Peña en Huesca y el santuario de Aránzazu en Guipúzcoa. En ellos encontré una simbología concreta que necesitaba para la trama relacionada con el Génesis. Además, son lugares apartados donde los ‘malos’ pueden hacer sus fechorías sin tantos problemas como en espacios como el Museo del Prado, que al principio también barajé», matiza el autor madrileño.
Para dar veracidad a la labor de los protagonistas, Manuel Ríos San Martín ha echado mano del excomisario Ángel Galán, que le pone al día sobre los métodos de investigación de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. «Tengo mucha relación con Ángel. Con él he hecho varios cursos donde te explican como trabaja la Policía, no puedes inventarte todo esto y contarle al lector cualquier cosa. Como escritor tienes tu libertad, pero hay que ceñirse a los procedimientos de investigación de la Policía y la Guardia Civil. Son métodos muy profesionalizados y que siempre están a la última, por lo que yo también tengo que ir reciclándome en ello», aclara. «Los seguimientos de las redes sociales y comunicaciones digitales, tan importantes en las investigaciones actuales, también están en la trama de Donde haya tinieblas donde hay un experto al que llaman ‘Bigdata’», indica.
Una serie en Atapuerca
El éxito de la segunda novela de Manuel Ríos -La huella del mal-, un ‘thriller’ que desarrolla algunos de episodios en los yacimientos de Atapuerca, hizo que la industria audiovisual se interesara por ella. La productora LaZona (No habrá paz para los malvados, Gigantes, Ocho apellidos vascos) está desarrollando una serie de ocho capítulos mientras acuerda el canal o la plataforma donde se emitirá. «Se está en negociaciones, hay mucho interés por el proyecto y espero que rodemos el año que viene. Hace unos meses visitamos diversas localizaciones con la Burgos Film Commission y hay lugares maravillosos para rodar. José María Bermúdez de Castro nos mostró todo Atapuerca y a los productores les gustó mucho. Creo que sería una buena oportunidad para Burgos el rodaje y emisión de la serie de La huella del mal», afirma Ríos San Martín.
Fans psicópatas enredando en las redes sociales, poderosos que libran sus juergas eróticas en fincas privadas y ultraortodoxos católicos que no perdonan ni el pecado original se mezclan en Donde haya tinieblas, la última novela de Manuel Ríos San Martín que este miércoles presentará a los lectores burgaleses, un ‘thriller’ de más de 500 páginas protagonizado por una pareja muy particular, Martínez y Pieldelobo, que merece más aventuras. Esperemos que el autor lo considere.