El Correo de Burgos

Literatura

Mercedes Rodrigo: «El jurado premió la solidez y la ‘normalidad’ de mi novela»

La escritora burgalesa Mercedes Rodrigo ha dado el campanazo con su debut en la narrativa, ‘Un asunto rural’, al ganar la 25ª edición del Premio Novela Negra Ciudad de Getafe. Este jueves presenta la obra en la Sala Polisón del Teatro Principal a partir de las 20 h.

La escritora Mercedes Rodrigo, en un pasillo del instituto Pintor Luis Sáez, donde es profesora de Lengua y Literatura. SANTI OTERO

La escritora Mercedes Rodrigo, en un pasillo del instituto Pintor Luis Sáez, donde es profesora de Lengua y Literatura. SANTI OTERO

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A Mercedes Rodrigo Alonso (Burgos, 1973) todavía le suena raro que le vistan con el traje de escritora. «Bueno, yo sólo soy una profesora que ha escrito una novela», confiesa con simpatía. Lo cuenta mientras por su cabeza desfilan muchas ocupaciones ajenas al objeto de esta entrevista: las cosas de casa que a todos nos atropellan, sus clases de Lengua y Literatura en el IES Pintor Luis Sáez de Gamonal, el pasado puente de la Constitución o las inminentes navidades, que ya tamborilean en calles y comercios con su anual ruido hipnotizador.

«No he tenido tiempo de pensar en la presentación ni un momento», asevera. Seguro que el escritor Raúl Elena, que acompañará a la autora este jueves en la Sala Polisón del Teatro Principal a partir de las 20 horas, sí lo ha hecho. Por fin ha llegado la puesta de largo de 'Un asunto rural' mientras en las librerías la reserva de ejemplares es continua. La repercusión en Burgos del reciente Premio Novela Negra Ciudad de Getafe, que otorga el Ayuntamiento madrileño con la colaboración de Ámbito Cultural de El Corte Inglés y la editorial Edaf, es notable. Conozcamos a su ganadora.

Pregunta- Todo escritor tuvo en su pasado una epifanía con la lectura. ¿Cuándo fue la suya?

Respuesta-  Yo he leído muchísimo desde pequeña y no concibo un día sin hacerlo. A mí gusta escribir, pero lo que más me gusta es leer... Pienso que la pulsión de escribir nace del deseo de contar una historia tan buena como la que estás leyendo, con esas historias que te hacen olvidarte de todo y disfrutar.

P.- ¿Y cómo empezó el vicio de la escritura?

R.- De pequeña escribí mis pequeños cuentos. Pero hasta hace diez años, que me apunté a unos talleres de la Escuela de Escritores de Burgos, no lo hice de una manera más regular y consciente.

P.- En los agradecimientos del libro destaca precisamente su experiencia en la Escuela de Escritores. ¿Qué le aportó su estancia en ella?

R.- Primero, un lugar donde aprender las reglas y las técnicas del oficio de escribir y la ‘obligación’ de practicarlas. Y luego, conoces a un grupo de gente interesada en lo mismo que tú y compartir ese proceso. Escribir es un ejercicio muy solitario y es muy sano mostrar a otros tus alegrías, penas y confusiones.

P.- Escribió y participó en muchos concursos de relatos, en algunos llevándose el primer premio. ¿Fueron unos primeros pasos hasta lo que ha fraguado como su primera novela?

R.- Me parece muy difícil escribir relatos. Hay que ser muy conciso y preciso en pocas páginas para que la historia quede redonda. Y yo me lancé a escribir una novela porque no quería dejar a mis personajes tan pronto. 'Un asunto rural' nació de un ejercicio de Escuela de Escritores donde teníamos que escribir un relato policiaco partiendo del arma criminal. Lo acabé y lo dejé en un cajón. Pero tiempo después lo rescaté y comencé a pensar en la historia... ¡No sabía dónde me metía!(Risas). Más tarde hice un curso de novela en Fuentetaja y comencé a armar la novela. Y así, cinco años de trabajo.

P.- Un asunto rural es una novela negra ambientada en un pueblo de Castilla. ¿Por qué eligió ese género y esa localización?

R.- Escogí ese género porque pensé que para empezar como novelista debía gustarme primero como lectora. El entorno rural me vino dado por el arma del crimen, que no voy a desvelar, que ya estaba en el relato que había escrito años atrás. Luego, conozco mucho el ambiente de los pueblos, de donde es mi familia y donde veraneo, y me sentía más cómoda que situándolo en una gran ciudad donde nunca he vivido. Y me saqué de la manga Cortezuelo, un pueblo ficticio pero muy típico de Castilla.

Mercedes Rodrigo, junto al jurado del Premio Novela Negra Ciudad de Getafe y la escritora Rosa Regás, Premio José Luis Sampedro.GETAFE NEGRO

P.- Un crimen en un lugar tan pequeño es toda un bomba para los habitantes de Cortezuelo. La sospecha envenena una convivencia hasta ese momento, y en apariencia, tranquila y rutinaria.

R.- No quería una novela que discurriera en mucho tiempo ni en muchos lugares, no me veía con la capacidad técnica para hacerlo. Elegí una comunidad pequeña donde todo el mundo se conoce, algo muy clásico en los relatos policiacos tradicionales, y donde la desconfianza va descomponiendo sus relaciones.

P.- En las primeras frases de la novela ya tenemos el cadáver listo. Así hay que empezar.

R.- Casi es una convención del género. Tenía muy claro que tenía que empezar con el muerto, el relato previo también comenzaba así.

P.- ¿Creó todo un mapa narrativo de la novela antes de ponerse a escribir la historia?

R.- Sí, hice la estructura de la trama, los puntos de giro, la evolución de los personajes... y cada capítulo lo desarrollé como si fuera un guion de cine. El género negro es muy exigente en cuanto al desarrollo. Es un mecanismo de relojería que deja muy a la vista los fallos. Empleé mucho tiempo en esta fase de escritura del libro e incluso en 2016, con la mitad de la novela hecha, comencé de nuevo porque no funcionaba.

P.- ¿Entonces hubo muchos momentos de duda durante el trabajo ante el teclado?

R.- He acabado la novela por dos razones: por cabezonería, no soy capaz de dejar las cosas a medias. Y porque el personaje principal, Demetrio Delgado, me salvó. Su fuerza y su humanidad hizo que la novela despegara.

P.- Por fin un día tiene Un asunto rural acabado y rematado. ¿Cómo surge la idea de presentarlo a un certamen con tanta solera en el género como el Getafe Negro?

R.- En mayo tenía la novela corregida y miré en qué editoriales podría encajar. Tras dar muchas vueltas vi que, con todos los originales que reciben cada día, iba a ser imposible que tomaran en cuenta la mía. Entonces miré las convocatorias de concursos, donde el premio mínimo suele ser la publicación de la obra. Entre todos, el Getafe Negro encajaba con mi novela y la envié en junio sin muchas esperanzas. El no ya lo tenía y no perdía nada por ello.

P.- Y llega ese momento en que le conceden el premio, venciendo a otras 159 novelas presentadas. ¿Qué sintió?

R.- Fue el 2 de septiembre, nunca lo olvidaré... Estaba en el cine cuando me llamaron desde el Ayuntamiento de Getafe. Al salir de la película, vi que tenía un montón de llamadas perdidas de un número desconocido en el móvil. Al principio me asusté... Luego llamé y me lo comunicaron. Me quedé sin palabras (risas).

P.- Que un tribunal literario tan experto, presidido por Lorenzo Silva, conceda este galardón a una primera novela es algo muy reseñable. ¿Qué le dijeron los miembros del jurado?

R.- Su decisión dice mucho de la limpieza del premio. Me dijeron que les había gustado mucho la novela, la solidez de la historia, el ambiente rural y que fuera una novela tan ‘normal’, alejada de tanto psicópata y distopías que ahora triunfan en la ficción literaria y audiovisual.

P.- ¿Es muy adicta el género negro?  ¿Qué escritores son sus preferidos?

R.- Claro, me encanta. He leído muchísima novela negra, hasta los nórdicos. Pero gustan más los autores mediterráneos, como Vázquez Montalbán, Juan Madrid, Andrea Camilleri, Donna Leon, Alicia Giménez Barlett, Petros Márkaris...

P.- Como profesora de Lengua y Literatura, ¿ha cambiado, tras su estreno como novelista, su visión sobre el trabajo de los autores cuya obra explica a su alumnado?

R.- Sí y no. Cuando explico los autores, como la mayoría están muertos y muy consagrados, parecen seres de otro planeta. Pero a mí siempre me ha gustado hablar mucho de las biografías de los escritores para humanizarles y porque sus peripecias vitales son muy importantes en su obra. Cierto es que al haber escrito una novela puedo comentar a los alumnos cómo es ese trabajo que, con mucho más talento y maestría, hicieron los que aparecen en su libro de texto.

P.- ¿Ya ha pensado en la siguiente novela o sigue muy abrumada con el premio que ha recibido Un asunto rural?

R.- Sigo muy abrumada, claro. Pero durante el proceso de revisión de la novela sí se me ocurrieron varias ideas, que por ahora son notas, para continuarla. Pero llegó el galardón y no he vuelto a escribir nada desde que me presenté al premio. ¡Es que no tengo tiempo! (risas).

Sinopsis de 'Un asunto rural'

Cortezuelo es un pueblo corriente donde nunca pasa nada, hasta que un día aparece asesinado uno de sus vecinos. El encargado de la investigación es Demetrio Delgado, un sargento de la Guardia Civil al borde de la jubilación y que no pasa por su mejor momento. Demetrio se enfrenta al crimen con recelo, ya que se trata de su pueblo y sus amigos. Un lugar y unas gentes que no conoce tan bien como creía. Atormentado por el pasado y enfermo, Demetrio irá descubriendo que el asesino se esconde entre los suyos y que la amenaza acecha en cualquier rincón. Nadie está a salvo. Ni su familia ni él mismo. Y el tiempo corre en su contra. 

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