CATEDRAL / PUBLICACIÓN
Conversaciones en la Catedral
La Fundación Caja Rural publica ‘Una Catedral viva’, un volumen escrito por Óscar Esquivias que reúne paseos, miradas y charlas íntimas entre el fabriquero de la Seo Agustín Lázaro y el escritor burgalés en un curioso juego de espejos con las fotografías de Jon Quintano
El director general de Cajaviva, Ramón Sobremonte, observaba con admiración un ejemplar de Una Catedral viva, el libro que ayer se presentó en el salón de actos de la Fundación Caja Rural. «Es una auténtica joya».
Hace tres años comenzó la génesis de este proyecto, cuando se pensó regalar a la Seo burgalesa un libro para soplar las 800 velas de su vida. «Pero qué no se ha escrito de la Catedral de Burgos desde tantos puntos de vista... Entonces se nos ocurrió hacer algo muy especial», indicó Sobremonte. Por un lado, unir dos mundos en apariencia distantes y hacerlos converger de una forma muy natural. Por un lado, Agustín Lázaro, antiguo fabriquero y gran conocedor del mensaje catequético y teológico que guarda la Catedral. Por otro, alguien con la capacidad y «el verbo magnífico» que pudiera contarlo y ahí se sumó Óscar Esquivias.
El escritor burgalés confesó con simpatía que «el título no es por hacer un guiño a Cajaviva. O también». Recordó que cuando comenzó a hablar con Agustín Lázaro, en larguísimas conversaciones que se alargaban hasta el ocaso, emergieron «dos ideas recurrentes y muy vivas: que no estábamos dentro de un museo acabado y ya intocable, si no que por el contrario don Agustín afirma que la Catedral es un edifico orgánico que ha reflejado el paso del tiempo a lo largo de sus construcciones y que está al servicio de la transmisión de las verdades de la fe. Es una Catedral hecha para la vida».
El autor de Inquietud en el paraíso explicó que «la obra se planteó como una conversación que reflejara el pensamiento de don Agustín acompañado por las fotografías inéditas de Jon Quintano. Es difícil hacer un libro que aporte algo sobre la Catedral, porque la bibliografía existente es extraordinaria. Lo que nosotros podíamos aportar es ese tono de conversación que fue finalmente entre tres: don Agustín y yo más la Catedral siempre presente, como si ella misma siempre nos hablara».
Charlas y recuerdos
Este primer texto, Apuntes de una conversación con don Agustín Lázaro, está seguido por otro más íntimo en el que Óscar Esquivias relata su experiencia con la Seo de Santa María, titulado Una Catedral llena de historias.
«La Catedral para los burgaleses es un edificio que forma parte de nuestra vida cotidiana y del paisaje que conocemos desde nuestra niñez. Yo quise pensar cómo fue la primera vez que entré en ella... Puesto a imaginar, supongo que fue de la mano de mi padre. Todos los domingos bajábamos desde Gamonal, me compraba un tebeo y después paseábamos por la Catedral. Y he querido reflejar en este texto una representación de todas historias de padres que llevan a sus hijos a la Catedral y, sin ningún conocimiento de arte, transmiten ese amor por nuestro primer templo y que hace que todos lo sintamos muy nuestro», indicó el escritor burgalés.
Portada de 'Una Catedral viva', editado por la Fundación Caja Rural Burgos. TOMÁS ALONSO
En este segundo texto narra, además de esas historias más anónimas de padres e hijos, otras de grandes figuras relacionadas con la Seo como el obispo Alonso de Cartagena, la condestablesa Mencía de Mendoza y Figueroa o el arcediano Villegas, una personalidad tan querida por el autor de La ciudad del Gran Rey.
El libro tiene 152 páginas y está diseñado y maquetado por Martín G. Barbadillo. «No hemos querido hacer un libro aparatoso, si no más bien una ‘capillita’ que le pueda acompañar al lector en este paseo y que dialogue con las fotos de Jon Quintano», comentó Esquivias, que agradeció la colaboración de José Antonio Gárate «por resolver las dudas que tuve y siempre tengo sobre la Catedral».
Por su parte, Agustín Lázaro indicó que «cuando tenía 17 años escribí mi primer artículo sobre la Catedral. Ya en ese momento vislumbré muchas de las cosas que he ido conociendo... En mi juventud viví en la plaza de Santa María, antes de ser sacerdote, y entraba casi todos los días en la Catedral. Aprendí a admirar su belleza y a preguntarme el porqué de todo eso. Este libro es muy interesante porque no es la historia de la Catedral, si no qué nos cuenta la Catedral visto por un sacerdote y visto por un seglar», concluyó Lázaro.