El Correo de Burgos

MÚSICA

Lobocordero: «Hay que disfrutar del viaje, de lo que hacemos en el momento»

El combo burgalés arrasa en acústico desde La Zona Galáctica con ‘Antípodas’, su cuarto disco de estudio / «Ha sido un proceso muy largo por la pandemia y por circunstancias personales»

Lobocordero durante su actuación en acústico en La Zona Galáctica. SARA IRAZÁBAL

Lobocordero durante su actuación en acústico en La Zona Galáctica. SARA IRAZÁBAL

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Se les ve nerviosos, a unos más que a otros. Normal si tenemos en cuenta que llevan sin tocar desde antes de la pandemia. Y encima, con su nuevo disco recién estrenado, no se les ocurrió nada mejor que presentarlo en acústico.

Pero no tardan demasiado los Lobocordero en entrar en calor. Desde La Zona Galáctica, con aforo limitado y un par de pases, desgranan buena parte de Antípodas. El público, expectante, corresponde de principio a fin con aplausos sinceros y miradas de complicidad.

«Hemos ensayado solo hoy», confiesa -o bromea- el bajista, Jorge Ortega, dando las «gracias» a Mario Checa, el último fichaje a las seis cuerdas, porque salió «muy bien».

El título del álbum alude a la importancia «del trayecto, del viaje, de lo que cuesta llegar a los sitios».

Risas aparte, de aquellas que abundan en una banda-familia bien avenida, Luismi García (guitarra) reconoce que «después de tanto tiempo» tenían «muchas ganas». Más que nunca, y no es una frase hecha, porque la gestación de Antípodas ha supuesto «un proceso muy largo por la pandemia y por circunstancias personales»

De hecho, los primeros bocetos del disco empezaron a esbozarse hace cuatro años. Y «como son ocho canciones, pues a dos canciones por año».

Otra vez las risas. Para eso estamos, para charlar distendidamente sobre un álbum complejo por las vueltas que le han dado. Tanto es así que «nos vino bastante bien la pandemia», asegura Paco Juez, la voz cantante, tras explicar el mensaje que se oculta tras el título del compacto.

Nada que ver con un homenaje a Waipawa (Nueva Zelanda), en las antípodas de Burgos. En realidad, lo que Lobocordero trata de expresar es la importancia «del trayecto, del viaje, de lo que cuesta llegar a los sitios».

La aclaración de Paco tiene mucho sentido, el resto de la banda sabe de lo que habla. Por diferentes motivos, empezando por la distancia geográfica de sus componentes (Luismi y Checa viven fuera de Burgos), «nos cuesta mucho llegar a acabar un disco o llegar a buen puerto».

¿Rendirse? No hace falta ni preguntar, queda claro que jamás se lo han planteado. De lo contrario, no estarían aquí. Aún con todo, el vocalista resume la filosofía vital del grupo: «Hay que disfrutar del viaje, disfrutar de lo que hacemos en cada momento». Los demás le miran, asienten. Salta a la legua que están en la misma onda.

Toca ahora hablar sobre el contenido, entrar el meollo del asunto. Ya avanzaba Paco a este periódico, a primeros de julio de 2020, que el disco sería «muy de estribillos». No mentía. Es más, quizá se quedó corto porque lo cierto es que cada tema se pega al oído y ya no se va.

En cualquier caso, dar con la tecla no es fruto de la inspiración repentina. La magia surge gracias al trabajo colectivo, a las ideas de Paco y el «trabajo» de Luismi para que «ganen protagonismo».

El aludido, por su parte, señala que «llueven muchas ideas y hay que ir pasando el filtro porque son muchas». Después, añade, «se lo presentamos al resto y cada uno va aportando su instrumento». Justo en ese instante, Jorge replica que existe cierta «censura». Ya no se escuchan risas, esta vez son carcajadas.

Entretanto, Guzmán Espinosa (Fatshows) capta con su cámara todo lo que le rodea. En breve, hará lo propio con el concierto para dar buena cuenta del regreso de Lobocordero a los escenarios.

La última pregunta es obligada. ¿Cuál es vuestro tema favorito Antípodas de cada uno y por qué? Deben responder de uno en uno, por supuesto.

La entrevista va tocando a su fin porque los asistentes al primer pase ya aguardan impacientes. Estamos, para el que no lo sepa, en la tienda de La M.O.D.A. Por allí se dejarán caer, en la segunda sesión, David Ruiz y Alvar de Pablo.

Total, que el tiempo se nos echa encima y no es cuestión de hacer esperar el personal. Se quedan muchas cosas en el tintero, pero la última pregunta es obligada. ¿Cuál es vuestro tema favorito Antípodas de cada uno y por qué? Deben responder de uno en uno, por supuesto.

Arranca Luismi, sin pensárselo, con Duele. «Por el mensaje, por la cadencia que tiene la canción» y porque al ser la última que compusieron la tiene «menos trillada». También sin dudar, Jorge se queda con Septiembre porque «la letra es muy visual y me recuerda cosas».

Lobocordero, tras el concierto, con un joven seguidor que promete seguir los pasos del grupo. GUZMÁN ESPINOSA

Lobocordero, tras el concierto, con un joven seguidor que promete seguir los pasos del grupo. GUZMÁN ESPINOSA

Gonzalo Cantero (batería), que todavía no ha abierto la boca, «no sabría qué decir». Al final, se decanta por Campeón porque «es una canción muy rockera de principio a fin». 

 

«Canción favorita tampoco tengo, tengo un top 3», admite Checa. ¿Cuál? Las que ya han apuntado sus compañeros. No obstante, la medalla de oro va para Septiembre por su «mensaje nostálgico».

Para rematar, Paco se desmarca del resto con Tormenta, primer single en su día. Sobre el motivo, no se explaya demasiado: «Me parece un temazo». Y punto. 

Próxima parada, en la Siesta Brewing Co

Lo de ayer fue un calentamiento, una primera toma de contacto con viejos y nuevos amigos que culminó con un vermú en el Golden Rock&Beer. Ahora, el siguiente paso será presentar Antípodas en formato eléctrico. Nada de estar sentados, toca comerse el escenario y así lo harán los Lobocordero el sábado 2 de abril en la sala Siesta Brewing Co.

Las entradas -y el disco- ya están disponibles en el Golden, La Zona Galáctica, Barrio 07 y Gato Encerrado Records (online). Además, también se pueden adquirir los tickets para el concierto a través de la plataforma Entradium.

Sin prisa pero sin pausa, como hasta ahora, Lobocordero presentará su cuarto álbum allá donde sea posible. Lo que parece evidente, si la pandemia no da otra vuelta de tuerca, es que pisarán muchos escenarios porque el público, en apenas un par de días, ya ha dictado sentencia a su favor. 

 

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