MÚSICA / ENTREVISTA
«La guitarra vivió una edad de oro en la época de Paganini»
Paganini Ensemble Vienna, la única agrupación capaz de grabar cuartetos y sacar a relucir la faceta más desconocida del maestro genovés, aterriza por primera vez en Burgos el domingo 22 de mayo en el Fórum Evolución / El 'ideólogo' del proyecto, Labinot Elshani, lo define como «algo muy especial, único, casi irreal»
No es fácil interpretar obras de Niccolo Paganini, y menos aún acercarse a su excepcionalidad. Si encima incorporamos la guitarra, mucho más desconocida que el violín en la trayectoria del maestro genovés, la cosa se complica. Tanto es así que tan solo una agrupación ha sido capaz, hasta la fecha, de grabar sus cuartetos para ambos instrumentos. Con Mario Hossen al mando, Paganini Ensemble Vienna es capaz de revivir un virtuosismo tan sumamente virtuoso (valga la redundancia) que, siglos atrás, quizá hubiese sido fruto de especulaciones sobre pactos como el diablo. Si no, que se lo digan al propio Paganini.
Entusiasmado y expectante de cara al concierto de este domingo 22 de mayo en el auditorio del Fórum Evolución, el director ejecutivo de Hispania Conciertos y cofundador del proyecto, Labinot Elshani, está seguro de que el recital «no dejará a nadie indiferente». Será, por lo que cuenta, como viajar al pasado en un visto y no visto. Ayuda el hecho de que Hossen toque un Guadagnini de 1749, propiedad del Banco Nacional de Austria, que «permite aproximarse a cómo debió de sonar la música interpretada por Paganini».
Pregunta- La obra imposible. Toda una declaración de intenciones. ¿En qué porcentaje se acercan al virtuosismo de Niccolo Paganini?
Respuesta- En esta respuesta coincidirá el público asistente cuando salga del concierto y exprese lo sentido, lo escuchado. La ejecución del programa del próximo domingo no dejará a nadie indiferente. Se siente que se ha asistido a algo muy especial, único, casi irreal, por momentos. Porque el virtuosismo que demanda Paganini es inverosímil, impensable. Y este cuarteto es deslumbrante en la belleza de su ejecución musical, en la aproximación vertiginosa, en muchos momentos de intensidad, al desafío que plantea Paganini.
Violín, viola, chelo y guitarra interpretan fielmente al imposible Paganini. Su pasión, su sentimiento, su versatilidad e intensidad. No es fácil atreverse con el desafío endiablado de sus partituras.
P.- ¿Hablamos de virtuosismo o más bien de perfección (si es que realmente existe)?
R.- Virtuosismo es acercar con destreza, talento, sensibilidad, inspiración y conocimiento una composición al máximo nivel de fidelidad. Cuanto más compleja y exigente es la pieza musical interpretada, más virtuosismo demanda. Perfección es tocar como fue pensada, creada, acercarse a esa inspiración que la vio nacer.
Mario Hossen lleva 30 años de su vida dedicado al estudio e interpretación de las obras de Paganini. El mayor experto en Paganini, Danilo Prefumo, confirma que él es uno de los grandes intérpretes en Paganini en la historia de la música. Y así lo corroboran los amantes de la música del genovés que lo han escuchado.
No se trata de tocar más rápido, porque, evidentemente, ensayando puede lograrse, con muchas horas de dedicación; sino más bien de sentir lo que quería decir el maestro que crea la obra, interpretar su mensaje, trasladar su sensibilidad, lanzar al vuelo de los sonidos nuevamente, revivir la creación, la música. Por eso es importante que los alumnos de música acudan a los conciertos, que es algo en lo que insistimos.
Mario Hossen es un virtuoso y un perfeccionista contumaz, perseverante. Ambas virtudes le han permitido llegar a la técnica casi inhumana que exige Paganini en sus obras.
P.- A Paganini se le conoce sobremanera, aunque sea de oídas, por su dominio del violín. ¿Por qué la guitarra ha pasado siempre más desapercibida?
R.- Paganini en la juventud llevó una vida un tanto desordenada. Se sabe que perdió su violín, al menos una vez, en una apuesta, inclinándose durante un largo periodo por la guitarra española. Compuso más de 200 obras para guitarra.
La guitarra vivió una edad de oro en la época de Paganini. Él no tocaba el piano, y se valió de la guitarra para pergeñar muchas de sus obras. La guitarra (seis cuerdas) le permitía armónicos más complejos que los instrumentos de arco, de cuatro cuerdas, en los que por lo general sólo se pueden tocar dos notas a la vez (la cuerda pulsada de la guitarra le ofrecía mayor expresividad que la cuerda frotada a la hora de componer). Aunque, como sabemos, violín, viola y chelo son los grandes protagonistas de la música de cámara.
El fulgor de su capacidad con el violín ha ensombrecido su figura como guitarrista. Hasta 1925 no se editaron algunas de sus sonatas para guitarra, y ni siquiera todas. Y habían pasado 85 años desde su muerte cuando parte de estas creaciones vieron la luz.
P.- Nadie ha sido capaz de grabar, salvo su agrupación, las 15 obras para cuarteto con ambos instrumentos. ¿Cuánto tiempo les ha llevado acometer esta misión?
R.- Paganini Ensemble Vienna es considerado el mejor cuarteto del mundo en música de cámara de Paganini. Las obras del maestro genovés son menos escuchadas que las de otros compositores por la dificultad a la hora de interpretarlas.
Hace 20 años hubo un intento, pero al final no se grabaron todOs los cuartetos para cuerda y guitarra. Paganini Ensemble Vienna es el único cuarteto en en la historia de la música capaz grabar estos obras. Esta tarea les ha llevado casi un año, intermediando otros conciertos y proyectos.
P.- ¿En qué momento tuvieron claro que estaban listos para acudir al estudio?
R.- Los cuatro músicos se conocen desde hace años y son solistas con renombre internacional que aman la música de Paganini. Cuando Danilo Prefumo (director artístico de Dynamic) preguntó si podrían grabar estos obras, la respuesta fue inmediata: Se sentían preparados después de años de dedicación y estudio
P.- ¿Qué se puede contar del método oculto de Paganini? Da la impresión de que hubiese hecho un pacto con el diablo...
R.- La naturaleza tuvo algo que ver. Paganini tenía una hiperflexibilidad articular en los dedos, además de que ensayaba más de 15 horas al día. Leyendas sobrenaturales de la época achacaron esta facilidad inaudita a pactos diabólicos. La apariencia, al parecer extraña, de Paganini, sus adelantos musicales (sus obras son la cumbre del violín) y la sensación hipnótica que provocaba en el público su música, añadieron un halo de leyenda.
El método oculto, que no dejó escrito, tiene mucho de esa capacidad sobrenatural a la hora de interpretar y de componer para alguien capaz de tocar como él, algo imposible. La digitación de Paganini es algo que Mario Hossen ha estudiado durante toda su vida.
P.- Tocar un Guadagnini de 1749 está al alcance de muy pocos. ¿Qué aporta esta joya al sonido global de sus actuaciones?
R.- El valioso violín es propiedad del Banco Nacional de Austria, que lo cede a Hossen para que lo toque en todos sus conciertos. Tiene un sonido único que permite aproximarse a cómo debió de sonar la música interpretada por Paganini. Escuchar a Mario Hossen con este violín es revivir a Paganini. La forma en que fue fabricado, la cualidad de su madera seleccionada, su barnizado, su montaje, son fruto del talento indiscutible del lutier veneciano Guadagnini, uno de los mejores artesanos de instrumentos de cuerda de la historia.
P.- Cuentan las crónicas de la época que muchas mujeres se desmayaban durante sus recitales. ¿Cómo reacciona el público cada vez que actúan?
R.- Con exaltación, con mucho asombro. Escuchar a Paganini Ensemble verdaderamente nos hace soñar cómo pudo ser asistir a un concierto de Niccolo Paganini. Dejamos para el domingo esta sorpresa de sensaciones al público.
P.- El pasado 14 de mayo deleitaron al público madrileño. Ahora les toca Burgos, ¿con qué expectativas afrontan esta cita en el Fórum Evolución?
R.- Madrid fue increíble en su respuesta. Realmente deseamos que el 22 de mayo se llene la sala para ver a estos virtuosos. La viola de Marta Potulska es de una belleza, fortaleza y hondura exquisitas. Alexander Swete, considerado uno de los mejores guitarristas de Austria, nos va a ofrecer una guitarra de Paganini desinhibida, segura, protagonista, muy hermosa; y el chelo de Attila Pasztor tiene un brillo que podrá disfrutarse en los solos de los cuartetos que protagoniza. Lo afrontamos con ganas, con ilusión por ofrecer a Burgos los mejores intérpretes del mundo para este programa de conciertos privados, como entonces se conocían a los conciertos de cámara.
P.- ¿Volverán a España este año o habrá que esperar?
R.- Para escuchar las 15 obras para cuarteto de cuerda y guitarra de Paganini hemos planificado durante los próximos dos años 5 conciertos de Paganini Ensemble. Confiamos en la respuesta del público burgalés. En diciembre estaremos en Burgos con 13 estrellas de la Filarmónica de Viena y su legendario Concierto de Año Nuevo vienés.