Cine y TV
Fallece Claudio Biern Boyd, creador de la serie 'Ruy, el pequeño Cid'
El productor audiovisual mallorquín adaptó a la pequeña pantalla clásicos de la literatura en dibujos animados y consiguió éxitos como 'Dartacán y los tres mosqueperros' o 'La vuelta a mundo de Willy Fogg'
Este lunes ha fallecido a los 82 años el productor y creador audiovisual Claudio Biern Boyd. Nacido en Palma de Mallorca en 1940, estudió Derecho en la Universidad de Deusto de Bilbao y comenzó a trabajar en diversas empresas en el departamento de marketing y promoción. Más tarde entró en el mundo audiovisual, donde distribuyó series de animación como 'El bosque de Tallac', 'Banner y Flappy' o 'Mazinger Z', para con los años convertirse en un referente de la animación en todo el mundo con sus propias producciones. Como curiosidad, Biern Boyd también fue directivo del RCD Espanyol en varias etapas del club de fútbol barcelonés.
Fundador de BRB Internacional y de Apolo Films, tiene en su haber la creación y producción de algunas de las series infantiles más destacadas de los años 80 y 90 de la televisión española. Títulos inolvidables como 'Fútbol en acción' (la serie de Naranjito), 'David el Gnomo', 'La vuelta al mundo de Willy Fogg' o 'D'Artacan y los tres mosqueperros' le colocaron en el cénit de la animación nacional ganándose el apelativo de 'el Walt Disney español'.
En 1980 estrenó su primera producción, donde llevó a la pequeña pantalla a las aventuras de un niño burgalés que en su madurez consiguió ser leyenda: Rodrigo Díaz de Vivar. Durante los 26 capítulos de 'Ruy, el pequeño Cid' podíamos disfrutar de las andanzas de Rodrigo, Jimena y un grupo de monjes al los que Ruy volvía locos con sus travesuras a lomos de la burrita Peca y empuñando una espada de madera.
Esta serie, como había hecho la película de Anthony Mann protagonizada por Charlton Heston y Sophia Loren en 1961, volvió a poner de moda al Cid en todo el mundo, ya que esta producción -como el resto de éxitos de Biern Boyd- fue emitida en los cinco continentes.
Para la mayoría de los niños y niñas de los 70 y 80, los conocidos como 'Generación EGB', fue la primera aproximación al mito del guerrero burgalés. Al leer estar líneas resonará en los oídos de muchos de ellos la famosa y pegadiza sintonía de cabecera interpretada por Comino.