CINE
La historia del petróleo en Burgos. El impactante documental que aspira a 7 Goyas
Magda Calabrese, directora de ‘El sueño del oro negro’, espera que alguna de las candidaturas resulte nominada por la Academia el 1 de diciembre
Los pozos dejaron de extraer petróleo hace más de un lustro en La Lora, pero el legado de este yacimiento único en España permanece vivo tanto en Sargentes como en la gran pantalla. El sueño del oro negro, documental de los cántabros Magda Calabrese y Richard Zubelzu, traspasó las fronteras de Burgos expandiéndose, en un abrir y cerrar de ojos, por toda la península e incluso más allá. Ahora, esta cinta de largo recorrido aspira a dar la campanada en los Premios Goya 2023.
Con siete candidaturas sobre la mesa (Mejor película, dirección, guion original, dirección de fotografía, montaje, sonido y efectos especiales), el film de Objetivo Family tratará de conquistar a la Academia con su fiel retrato histórico, en primera persona, del inesperado -y aparente- brote de prosperidad bajo tierra que se cerró a cal y canto dejando al municipio en la más absoluta incertidumbre.
«Somos una productora pequeña y no hemos tenido bastante apoyo, con lo cual es muy complicado que nos voten», reconoce la directora del documental, Magda Calabrese, consciente de las limitaciones económicas de un trabajo audiovisual que no se ha publicitado en grandes marquesinas de Madrid y cuyas copias tampoco han llegado a los académicos.
Aún con todo, «nunca se pierde la ilusión» y, además, confía en las «posibilidades» de obtener alguna que otra nominación el 1 de diciembre. Por ejemplo, en las categorías de dirección de fotografía (Eugenio Martínez), guion (Calabrese) o montaje (Zubelzu).
Pase lo que pase, figurar en la lista de candidaturas ya es un «premio» para Calabrese. Al igual que en los Feroz y Forqué, donde El sueño del oro negro también busca un merecido reconocimiento que no se paga a base de talonario. En cualquier caso, el prolífico tándem de Objetivo Family se enorgullece de la repercusión de un trabajo galardonado en la India o proyectado en la Seminci. Fue precisamente el festival vallisoletano la vía de acceso a la plataforma Filmin, donde la valoración nunca ha bajado del 7.
Orgullosa de una productora humilde pero profesional en la que «nos hemos ido haciendo a nosotros mismos», Calabrese se celebra la conversión del petróleo de La Lora en «algo muy especial», un recurso que ya no se amortiza a través de los caballitos pero que ha situado de nuevo en el mapa al norte de Burgos. Y aunque el ciclo de presentaciones haya concluido, tampoco descarta alguna proyección más en salas de cine si se tercia.
Mientras tanto, la factoría audiovisual que gestiona con Zubelzu se haya inmersa -para no variar- en un sinfín de proyectos. De cara al año que viene, esperan lanzar por fin un documental sobre el flamenco, con una década de trabajo a sus espaldas, que toca de pleno «lo que a sucedido con los artistas y los tablaos tras la pandemia». Además, también verá la luz una cinta sobre la homofobia en Guinea Ecuatorial que recoge el desgarrador testimonio de dos valientes activistas dispuestos a dar la cara para romper tabúes inexplicables en pleno siglo XXI.
A más corto plazo, concretamente a principios del mes que viene, Calabrese y Zubelzu participarán en una proyección solidaria en Majadahonda a favor de las víctimas de la guerra de Ucrania. Aparte, el 15 de diciembre se desplazarán hasta Santander para estrenar un film sobre Café Dromedario centrado en la desconocida historia de su fundador, Antonio Fernández Baladrón.