Kitai: «No somos el hijo de ningún famoso. Hemos llegado por nuestros huevos»

Personales e intransferibles desde siempre, pero ahora más que nunca. Encasillar a Kitai es como pretender que un camello pase por el ojo de una aguja. Tarea imposible la de describir en términos musicales a estos cuatro locos, en el buen sentido, acostumbrados a romper el tablero en cada entrega. La última, toda una declaración de intenciones, deja claro que No somos tu puta banda de pop.  

Con el disco recién salido del horno, Alex (voz),  Fab (bajo), Edu (guitarra) y Deivhook (batería) ya están en marcha. Cogieron la carretera el mes pasado en dirección a Toledo antes de recorrer Castilla y León en furgoneta eléctrica con su breve pero intenso Eco Tour 3.650, que alude al número exacto de kilómetros a realizar y el coste total del equipo. Y no es otro, tal y como apunta Alex, que el de su local de ensayo, con el que «se puede sonar muy bien en cualquier sala». Además, está siendo «la gira más rentable de nuestra carrera». 

Toca demostrar si están en lo cierto y era de esperar que desfilasen por La Rúa. «La última vez fue increíble, lo pasamos súper bien», confiesa el vocalista con ganas de reencontrarse este viernes 25 de noviembre, a partir de las 9 de la noche, con una «gran sala» que espera un concierto «rompedor». Más de dos años han pasado desde aquel directo, justo antes de la pandemia, y ya por aquel entonces sabían de sobra que «siempre te acogen con los brazos abiertos».

Todavía «arrancando la maquinaria», los primeros directos han permitido al grupo «ver un montón de caras nuevas». Y lo mejor, qué duda cabe, es que «la gente está cantando las canciones» aunque NSTPBDP esté, como quien dice, en pañales. Quizá ayudó la nueva locura de Kitai para visibilizar su trabajo. Después de batir un récord Guinness tocando 24 horas seguidas con bis incluido, no se les ocurrió otra cosa que presentar uno de sus singles, Todo me da igual, marcándose un directo desde un globo aerostático que echó a volar desde el estadio José Zorrilla de Valladolid. La idea de acariciar las nubes y marcarse un hito como este surgió en el Sonorama, cuando lanzaron un montón de globos desde el escenario de la plaza del Trigo y se les iluminó la bombilla. Bendita «anomalía» y otro gol por toda la escuadra para enmarcar.

Currelas del rock

Teníamos que pagar el local, empalmamos curros, vidas y algún accidente laboral. Sirviendo copas, poniendo vinos, haciendo pizzas nos pagamos cada puto disco. No venimos de un programa de la tele, no necesitamos que un jurado nos diga lo grandes que son todos nuestros penes. 

Duro y a la encía, que dirían los Def Con Dos, el primer adelanto del «disco más real y autobiográfico» que Kitai ha parido hasta la fecha.Si algo descoloca de este tema es el título: Lydia Bosch. Pero ojo, que no es nada personal sino una «excusa» para reivindicar que «no somos el hijo de ningún famoso». De lo que se trata es de proclamar con orgullo que «hemos llegado por nuestros huevos», sin padrinos ni favores que a largo plazo pasan factura.

Ahora bien, la persona aludida en la canción «podría haber sido Emilio Aragón o Cristiano Ronaldo», aunque pensándolo mejor el segundo «igual no es tan acertado». Por otro lado, Alex espera que Lydia Bosch haya escuchado el tema y «le flipe». Hablando más en serio, el cantante reconoce que No somos tu puta banda de pop es fruto de «un trabajo de reflexión que nos ha unido muchísimo». 

Tras un sinfín de sinsabores, bolos extenuantes, discusiones y proyectos en mente, el grupo abordó una cuestión clave a la hora de configurar el disco: «¿De qué vamos a hablar?». No tardaron mucho en llegar a la conclusión, porque a todos se lo pedía el cuerpo, que «íbamos a hablar de nosotros mismos».