El Correo de Burgos

ESPECIAL PERSPECTIVAS / FUNDACIÓN CAJA DE BURGOS

Un centro sociosanitario de referencia

La Fundación Caja de Burgos abrirá en 2023 su reformada residencia para mayores de la avenida de Cantabria, con un nuevo edificio inteligente de cinco plantas y los más exigentes estándares de calidad asistencial / Se prevé que la plantilla, actualmente compuesta por 63 personas, se incremente en unos 45 empleados entre personal sanitario, auxiliares de enfermería y personal de limpieza, lavandería, cocina y mantenimiento

Estado actual de las obras que se están llevando a cabo en el centro de mayores de la Fundación Caja de Burgos en la avenida de Cantabria.  ECB-min

Estado actual de las obras que se están llevando a cabo en el centro de mayores de la Fundación Caja de Burgos en la avenida de Cantabria. ECB-min

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La residencia para personas mayores de la Fundación Caja de Burgos en la capital burgalesa, ubicada junto al colegio Virgen de la Rosa, en la céntrica avenida de Cantabria, está siendo sometida a unas obras de ampliación y modernización de sus instalaciones que la van a convertir, cuando abra sus puertas a mediados de 2023, en un centro sociosanitario de referencia en la ciudad por sus niveles de confortabilidad, de atención individualizada y de calidad asistencial. La ampliación, que ha supuesto una inversión cercana a los once millones de euros y que se traduce en la construcción de un edificio nuevo de cinco plantas, hará crecer la capacidad de la residencia en 80 plazas repartidas en 70 habitaciones (la mayoría de ellas, individuales, y todas de 25 metros cuadrados de superficie más un baño de otros cinco) hasta llegar a una capacidad de 216 residentes. En todo caso, todas las habitaciones son adaptables, lo que permite una mayor versatilidad y rapidez a la hora de cubrir plazas vacantes, y las dobles se reservarán al uso exclusivo de matrimonios o familiares directos. Unidades de convivencia. Levantada sobre una parcela de 9.500 metros cuadrados en un entorno ajardinado que permite las actividades intergeneracionales entre los residentes y los escolares del vecino colegio, la residencia es el primer centro para mayores de Burgos en crear cinco unidades de convivencia independientes, una por cada planta del edificio.Ese nuevo planteamiento propiciará el tránsito de un modelo habitacional a uno convivencial en el que los residentes, en grupos no superiores a 16 habitaciones, comparten experiencias en espacios más íntimos y reducidos en los que cohabita un grupo de personas a quienes se les proporcionan los apoyos necesarios en su vida cotidiana. Un edificio inteligente. La nueva residencia será un edificio totalmente domotizado (es decir, dotado de equipos tecnológicos destinados a controlar y automatizar la gestión inteligente de sus servicios) y con los más exigentes estándares de sostenibilidad medioambiental: cuenta con la certificación Leed Oro de eficiencia energética y dispondrá paneles fotovoltaicos instalados en su cubierta para el autoconsumo de energía de la residencia.La reforma que se está llevando a cabo también va a afectar al edificio ya existente, que estará unido al nuevo por la planta baja y donde el proyecto prevé la redistribución de ciertas estancias existentes para dar servicio a la nueva demanda de usuarios. De este modo, van a incrementarse los espacios del comedor, el salón, la zona de fisioterapia y la zona de terapia ocupacional, así como los despachos de medicina y de enfermería.Más profesionales, menos rotación. La residencia, que ya cuenta con lista de espera y se prevé que esté funcionando a pleno rendimiento a finales de 2023, está preparada para acoger a personas con distintos niveles de dependencia y necesidades asistenciales, para lo cual se contará con un equipo suficiente de profesionales de atención directa y se implantará un plan de calidad que en estos momentos se encuentra a expensas del nuevo decreto de la Junta de Castilla y León, pendiente de publicación.Asimismo, se prevé que la plantilla, actualmente compuesta por 63 personas, se incremente en unos 45 empleados entre personal sanitario, auxiliares de enfermería y personal de limpieza, lavandería, cocina y mantenimiento. La domotización del edificio permitirá también mejorar la calidad de los procedimientos de trabajo de dicha plantilla.Uno de los hechos diferenciales de la residencia para personas mayores de la Fundación Caja de Burgos es la baja rotación de su equipo de empleados, un aspecto que agradecen los usuarios por la confianza que les proporciona, y el excelente nivel profesional y humano de unos trabajadores que respondieron de una forma admirable ante la angustiosa situación provocada por la pandemia de la Covid-19.Nuevas necesidades sociales. El resultado de los trabajos que se están realizando será, en definitiva, una residencia moderna y funcional, que procura una atención integral con todos los cuidados sociosanitarios que demandan sus usuarios, que valora a su personal en función de criterios de excelencia y que responde a una de las líneas estratégicas de la entidad: promocionar el bienestar de las personas mediante iniciativas que contribuyan a una sociedad más comprometida y que den respuesta a las nuevas necesidades sociales.De esta forma, en una sociedad que camina hacia un envejecimiento progresivo con una mayor esperanza de vida, la Fundación da un paso más en su implicación en la asistencia de las personas mayores como un principio básico de solidaridad intergeneracional y por la importancia de aprovechar su experiencia vital como fuente de conocimiento.

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