El Correo de Burgos

ENTREVISTA

El Kanka: «Ha habido muchos momentos en los que me he quemado»

Buen rollo por los cuatro costados. Tiene hambre de escenarios y también, por qué no decirlo, de gastronomía castellana. El martes 3 de enero vuelve a Burgos por una buena causa. Y en abril, por todo lo alto, con nuevo disco bajo el brazo

El Kanka prepara su regreso a los escenarios con ‘Cosas de los vivientes’.  EL KANKA

El Kanka prepara su regreso a los escenarios con ‘Cosas de los vivientes’. EL KANKA

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«Tranquilo y nervioso a la vez», dicho por él mismo. Un «poco raro», quizá, pero tremendamente maravilloso. La perfección no existe, o no debería existir, si uno pretende acercarse a eso que llaman felicidad. Para Juan Gómez Canca, El Kanka desde que tuvo uso de composición, la vida con humor es más vida y la música la mejor vía de escape. También, al ser su profesión, un compromiso ineludible que anhela periodos de «serenidad».

Lo que el artista malagueño no perdona, si la agenda se lo permite, es aportar su granito de arena a toda causa que lo merezca. Por eso no se lo pensó dos veces al aceptar la invitación al evento benéfico de la Fundación Luctari para recaudar fondos dirigidos a financiar la investigación científica sobre las leucodistrofias.

Recién empezado el año, en el polideportivo municipal de El Plantío, partidazo entre jugadores y jugadoras del San Pablo, Tizona, Babieca, Baloncesto Femenino y Servigest Burgos. A continuación, la compañía Tiritirantes tratará de meterse al público en el bolsillo antes de que El Kanka y Fetén Fetén caldeen el escenario. Juntos, dichosos y revueltos, «hay muy buen rollo y se va a notar».

Pregunta- La última vez que hablamos, allá por 2020, estábamos en plena pandemia. ¿Qué tal la vuelta a la normalidad?

Respuesta- He tenido muchísima suerte. Obviamente, en el confinamiento no di ningún concierto aunque estuve bastante activo por redes y me ayudó a centrarme. Y en cuanto empezó la desescalada tuve la suerte de dar muchísimos conciertos, habré estado cerca de los 100 bolos. En ese sentido, me puedo dar con un canto en los dientes y llorar con un solo ojo, como decía mi padre. No tuve miedo porque me pilló en un buen momento y pude trabajar en la pandemia, pero eran conciertos muy extraños.

En el último concierto que di, la gente todavía estaba obligada a usar mascarilla. Para mi regreso, hicimos un evento en los cines Callao de Madrid, hemos hecho cositas pequeñas y he colaborado con algún compañero. He podido ver a la gente sin mascarilla, pero todavía no he podido dar un concierto en esta situación. Va a ser muy emocionante cuando ocurra.

«Muchas veces nos exigimos demasiado a nosotros mismos y eso nos impide ser felices a muchos niveles».

P.- El confinamiento sacó a relucir su faceta de youtuber.

R.- La verdad es que fue guay. Empecé pensando que iba a durar muchísimo menos. No tenía nada que hacer, se habían cancelado los conciertos y quería aportar algo a esta situación tan extrañísima. Lo que no sabía era que acabaría haciendo 50 canciones.

Hubo un momento en el que fui duro. Empecé cuando vivía solo en Madrid, pero mi padre enfermó muchísimo -murió, de hecho-. Tuve que mudarme a la casa de mi hermana en Málaga y lo quise seguir haciendo porque me venía bien psicológicamente y porque creo que estaba haciendo bien. Ayer mismo, me crucé con un señor en un evento y me dijo: «No sabes lo que me ayudaste en el confinamiento».

No quise dejar de hacerlo, pero era complicado porque mi hermana tiene dos críos e iba a ver a mi padre al hospital dos veces al día. Se me hizo bastante cuesta arriba y quise llegar a los 50 vídeos para que fuera un mérito redondo, pero echo la vista atrás y pienso que la gente se apoyó en eso para no estar tan triste, tan nerviosa o lo que fuera. Y a mí particularmente también me ayudó porque la gente me escribía y me lo agradecía mucho. Además, mantuve una rutina de curro y, pese a toda la locura, recuerdo cantar esas canciones como algo súper bonito.

 

P.- El año pasado, un poco antes de la Navidad, lanzó Propósitos de Año Nuevo. ¿Ha cumplido alguno o al final se limpió el culo con ellos?

R.- (Ríe) La canción es lo que es, una broma que tiene de fondo un mensaje en contra del perfeccionismo porque muchas veces nos exigimos demasiado a nosotros mismos y eso nos impide ser felices a muchos niveles.

No sé si me lo planteo como una realidad. Por ejemplo, uno de los propósitos es empezar a fumar, cosa que no pienso hacer porque si ya con 40 años me he quitado ese vicio no me lo voy a meter ahora.

P.- Ahora en serio. ¿Algún propósito para 2023?

R.- Nunca en mi vida he hecho una lista de propósitos de Año Nuevo. No le doy tanta importancia al cambio de año, pero siempre tengo metas. Quizá la más importante para mí sea estar cerca de la serenidad. Es ambicioso porque siempre he sido una persona muy ansiosa y tengo diversas fobias. Soy tranquilo y nervioso a la vez, es un poco raro.

En cuanto al curro, me ha venido muy bien este parón y quiero pensar que, a partir del año que viene, la gira va a estar montada de tal manera que no llegue a sentirme tan sobrepasado. Es un cambio bastante importante y estoy siempre a la búsqueda de eso, de estar tan cerca de una cosa tan infravalorada como es la serenidad.

También quiero aprender cocina japonesa, que es bastante distinta a la mediterránea. Me gustaría acercarme un poco a ese mundillo, lo veo cumplible (ríe).

P.- Hablando del parón, ¿cómo así le dio por desconectar del mundo?

R.- Andaba con muchas ganas de parar, no necesariamente durante tanto tiempo, pero sí  de que pasara el tiempo suficiente como para que volvieran las ganas de estar en mi profesión. Mi profesión es muy bonita y nunca he perdido las ganas por completo ni mucho menos, pero ha habido muchos momentos a lo largo de mi trayectoria en los que me he quemado.

Para mí  lo importante era recuperar las ganas y las he recuperado de sobra. De hecho, estoy que me canto encima (ríe). Aparte, tampoco es que haya hecho absolutamente nada. De entrada, he grabado el disco entres marzo y abril y en septiembre volvimos. He estado grabando con mucha tranquilidad, tomándomelo con calma y disfrutando de cosas que escasean cuando los músicos estamos de gira. Algo tan sencillo como estar en tu casa, hacer ejercicio, cocinar, ver a tu pareja o a tu familia... Lo echo bastante de menos cuando estoy en la carretera.  

«Vamos a sacar un adelanto, el quinto, cerca del lanzamiento del disco».

P.- En No se dice suerte, uno de los adelantos del nuevo disco, habla sobre lo bueno y lo malo de la profesión. ¿Estar fuera de casa es lo que más pesa?

R.- Para mí sí, pero habría que preguntarle a cada uno. Esta profesión tiene un montón de cosas maravillosas y un montón de cosas feas, como la mayoría de las profesiones por no decir todas. Siempre he dicho que lo que más me jode de mi profesión no es tanto el exceso como el defecto. No es estar mucho tiempo fuera, sino estar poco tiempo en casa. El viaje no me molesta en sí. Nos llevamos muy bien en el equipo Kanka y estoy deseando juntarme con todos. Se echa de menos. La putada es cuando eso está ocurriendo todo el rato. Uno echa de menos estar tranquilo en su casa.

P.- Cosas de los vivientes sale el 20 de enero. ¿Podría hacer algún spoiler?

R.- No mucho. Hace poquito publicamos el track list. Te puedo decir que vamos a sacar un adelanto, el quinto, cerca del lanzamiento del disco. Son 14 canciones y está muy bonito (ríe).

P.- El próximo 3 de enero vuelve a Burgos para actuar en un evento benéfico de la Fundación Luctari. ¿Qué le motivó  para colaborar con la causa?

R.- No me motiva nada y a la vez me motiva todo. Cuando estoy en activo, si podemos, intentamos apoyar todas las causas que nos parecen guais. Este evento tenía además el atractivo de los Fetén Fetén, que son súper colegas y podemos hacer una juntera.

«En Burgos se come del carajo. Cada vez que vamos pregunto si llegamos para comer (más risas)».

P.- Lo de El Kanka con Fetén Fetén y viceversa promete. ¿Primera vez juntos sobre el escenario?

R.- En su último disco, Cantables II, hay una canción que canto yo. Y en el disco mío que va a salir hay una canción en la que están ellos. Es una colaboración en toda regla, solo nosotros y yo porque eché a la banda (ríe). Aparte, nos hemos juntado en dos ocasiones y hemos preparado dos canciones mías y una suya. Lo mejor es que somos súper colegas, cuando vienen a Madrid lo normal es que me peguen un toque. Hay muy buen rollo y se va a notar.

P.- 22 de abril de 2023. Otra vez en Burgos, en el Fórum Evolución. Al final le harán hijo adoptivo.

R.- Ojalá, porque es una ciudad que pese al puto frío... (ríe) tiene una cosa que me gusta muchísimo. Se come del carajo. Cada vez que vamos pregunto si llegamos para comer (más risas).

He tenido experiencias muy bonitas. He tocado mucho en La Rúa y Jacho es un anfitrión de 10 o de 11 incluso. Se habla muy bien de él en el circuito, es un tío muy querido. Incluso cuando vendíamos 10 entradas, nos trataba como si fuéramos estrellas de rock. Nos lo da todo con un cariño que te cagas, con ganas de hacer conciertos de calidad en la ciudad... Solo por el Jacho, ya le tengo cariño a Burgos.

Pero vamos, que soy de buen comer y estoy deseando ir. El día 3 quiero llegar a comer (ríe). 

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