El Correo de Burgos

ARTES ESCÉNICAS

El primer musical de la historia sobre Barnum, desde Burgos y con final alternativo

Atemub estrena este sábado 18 de marzo en el Teatro Clunia su nuevo espectáculo, basado en la vida y obra del empresario circense, tomando como referencia el mito de Ícaro para ofrecer camino de «redención»

El equipo de la Asociación de Teatro Musical de Burgos (Atemub) antes de uno de de los últimos ensayos de 'Barnum'. SANTI OTERO

El equipo de la Asociación de Teatro Musical de Burgos (Atemub) antes de uno de de los últimos ensayos de 'Barnum'. SANTI OTERO

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Burgos

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Érase una vez un soñador empedernido, a principios del siglo XIX, que acabó haciendo historia en el mundo del circo. Érase una vez, hará cosa de un año, dos mentes inquietas buscando un nuevo reto escénico tras dar forma al espectáculo Simba, basado en el protagonista de El Rey León. Ante la necesidad de «evolucionar», la Asociación de Teatro Musical de Burgos (Atemub) fijó su mirada sobre Phineas Taylor Barnum. Padre del freak show, empresario las 24 horas del día y estafador nato, su figura no pasó desapercibida para Ana Escudero (directora coral) y Esteban Cortez (director general).

El reto no es baladí. Se trata del primer musical inspirado en la vida de este controvertido cazatalentos estadounidense que se hizo de oro al contratar a personas repudiadas por su condición física. Frikis a ojos de una sociedad que les daba la espalda y que, al mismo tiempo, pagaba gustosamente su entrada por verles en acción. La única referencia artística, principalmente en clave musical, es la película El gran showman (2017).

Atemub en pleno ensayo. SANTI OTERO

Atemub en pleno ensayo. SANTI OTERO

«Fui a ver la película al cine y salí temblando», confiesa Escudero poniendo el foco, sobre todo, en «la historia de los frikis». Al fin y al cabo, por muy diferentes que puedan parecer, «te vas a ver reflejado en alguno de ellos». Por eso mismo, el planteamiento de Atemub se centra en «ahondar en los personajes» para «darles un fondo mucho más cercano», precisa Cortez.

«Explicamos mucho más los procesos que van viéndose muy rápido en la película», asegura el director general de la compañía antes de abordar los cambios introducidos en el libreto respecto al film y la propia trayectoria vital de Barnum. El canalla queda atrás gracias a una «historia de redención» con moraleja para toda la familia.

«Saben lo que están sintiendo, lo que quieren hacer y lo que necesita el otro. Eso se transmite al público y es explosivo».

Barnum, el musical, nos muestra a un protagonista similar a Ícaro. Tan alto quiere volar que acaba cayendo en picado. Le ciega la ambición, pero al final se da cuenta de que «lo que siempre estuvo buscando es su hogar». A lo largo de todo este proceso, la obra se detiene en las «interrelaciones con sus seres queridos», su infancia e incluso la figura de su padre, que está «mucho más desarrollada».

En marcha desde septiembre tras las primeras reuniones para vertebrar el proyecto, el colectivo afronta ahora el momento del estreno. Este sábado 18 de marzo, en el Teatro Clunia a las 17 y a las 20:30 horas, arranca un show musical y circense -acrobacias inclusive- que «a la gente le va a sorprender y emocionar», apunta Escudero. El doble pase, también para mañana, se extenderá el próximo fin de semana con otras cuatro sesiones el sábado y el domingo.

«Somos conscientes de que nos necesitamos los unos a los otros para sacar esto adelante».

Aunque hay «nervios» porque el telón está a punto de abrirse, Cortez y Escudero se muestran tranquilos porque saben de sobra que el equipo actoral se dejará la piel sobre el escenario. «El teatro musical es un diálogo, un lenguaje tan emocional que cuando estás haciendo todo a la vez ellos se miran, saben lo que están sintiendo, lo que quieren hacer y lo que necesita el otro. Eso se transmite al público y es explosivo», subraya el director general consciente del buen rollo que impera en Atemub.

«Tenemos días mejores y peores. Ahora vienen los agobios del estreno, pero somos conscientes de que nos necesitamos los unos a los otros para sacar esto adelante», agrega Escudero orgullosa de la «complicidad» entre compañeros y del talento grupal de una asociación que, cada año, da lo mejor de sí misma por amor al arte escénico, musical y sentimental. Y no solo se nota desde el patio de butacas, sino también a pie de calle cuando la obra en cuestión se presenta de manera espontánea, llueva o hiele, en el casco histórico o en un paso de cebra.

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