Literatura
Ricardo Ruiz: «Sin la cultura, la vida sería insoportable»
El escritor y periodista burgalés presenta su nuevo poemario, ‘Animal de invierno’, este miércoles en una velada poética en la librería Luz y Vida a partir de las 20.15 horas
Los versos imaginados se soldaron en poemas, escritos a mano y con bolígrafos de colores. Después, tomaron forma y sobriedad en la pantalla del ordenador. Tras la labor de producción de la editorial y rollos de papel engullidos por el ruido de las máquinas de la imprenta, llegaron hace pocas fechas a casa del poeta y periodista Ricardo Ruiz Nebreda los primeros ejemplares de su última obra, 'Animal de invierno', que el sello Ars Poética ha editado en su colección Non Omnis Moriar. «Estoy muy contento por los poemas, el contenido, y por el propio volumen en sí, el continente. Los poemarios suelen ser libros austeros, un tanto fríos... Pero esta edición es primorosa: el papel, la portada, los detalles, el interior... Es bellísima», señala el escritor burgalés mientras hojea el ejemplar del poemario que fue testigo indiscreto de la siguiente conversación.
Este miércoles, a partir de 20.15 horas en la librería Luz y Vida (C/ Laín Calvo, 34), Ruiz hablará de Animal de invierno, su obra literaria y leerá algunos de los poemas incluidos en este volumen en un acto que cuenta con entrada libre hasta completar el aforo.
«En este libro continúo explorando la naturaleza humana, las preocupaciones del amor, la muerte, la vida, viendo al hombre crepuscular desde un tono distinto, utilizando la alegoría del invierno y del animal del título», indica. Una de las citas que abre el poemario es un verso del escritor leonés Antonio Gamoneda: «Vuelvo a casa atravesando el invierno». Quizá algo así pasa por la cabeza de Ricardo Ruiz durante sus paseos por los espacios verdes de la capital, «la zona de la Quinta es mi preferida», mientras bullen ideas y rugen versos en el recuerdo de sus huellas. Aunque innombrada, la ciudad de Burgos es un elemento protagónico de algunas de las composiciones de este libro. Y su invierno de medio año, por supuesto. «Claro, 'La ciudad de los dos inviernos' es Burgos. En mi poesía, el condicionante climatológico aparece y aquí lo hace sobre todo en la primera parte, que es más oscura. La climatología coarta mucho el comportamiento humano y eso también se refleja en la escritura». 'La ciudad blanca' o 'Los ritmos del frío' son otros dos poemas con genuino temblor a fresco burgalés.
Ricardo Ruiz ha dividido esta obra en dos fracciones muy diferenciadas, cortadas por la navaja del sentimiento y las heridas que dejó su escritura. «He intentado confrontar las dos partes. Una primera [que lleva el título del poemario] más de recogimiento, más oscura, más elegíaca... y una segunda [titulada 'El resplandor del deshielo'] donde se vea esa luz. No es más vitalista, pero sí más celebratoria», explica el autor de 'La condición humana', obra que obtuvo el XX Premio Paul Beckett de Poesía en 2019.
El propio hecho literario y el humanismo sobrevuelan todas las composiciones. «La poesía no puede salvar al mundo doliente / pero sin ella el mundo es más sucio y gris», rezan dos versos de 'Adam Zagajewski recitaba en el museo'. «Más allá de la literatura, me refiero en este poema a la importancia de las artes en general que nos permiten romper con la rutina habitual de nuestra existencia. Sin el cine, la música, los libros, la cultura... la vida será insoportable. Si no tenemos inquietudes, ¿qué nos queda?», declara Ruiz Nebreda.
La sencillez, la vida
Algunos de los versos más dolientes y cercanos de 'Animal de invierno' se encuentran en composiciones que apelan al clan que nos rodea, al vivir cotidiano, al paso del tiempo, a los recuerdos. 'Breve carta a mi padre' o 'La casa familiar' son un buen ejemplo. «Los lectores valoran mucho y se identifican con este tipo de poemas. Y es normal, de literatura u otras cosas habrá gente a la que se escapen ciertos argumentos, pero sobre asuntos como la familia, la pérdida, el amor... eso es común a todos y puede crear una complicidad entre el lector y el poema muy fuerte», advierte Ricardo Ruiz.
En el poema 'Las cosas importantes', que se divide en tres partes, apela a esos detalles a veces invisibles que nos rodean a diario: objetos que nos acompañan con su fidelidad inerte, el contacto de una mano que enciende otra piel como si transmitiera electricidad... «No buscar grandes artificios en el día a día, disfrutar de las rutinas, de los pequeños gestos... Al final la vida es esto y en ese poema hago una relación de algunos que a mí me llenan. Desde mis bolígrafos de colores, a esas tardes de infancia donde siempre era verano hasta el abrazo de un ser a quien amas».
Música y poesía
Por los meandros que navega la charla con Ricardo Ruiz aparecen también grandes figuras de la música. La gran mayoría, artistas inspiradores para cualquier persona con cierta sensibilidad. Algunos incluso tiene su pequeño homenaje en las páginas de 'Animal de invierno'. «Hay compositores que son auténticos poetas. Más allá de que luego hayan escrito y publicado poesía, que también, las letras de sus canciones son verdadera literatura». Un ejemplo: en el poema 'Amanecer en Granada' cita al grupo musical 091, cuyo letrista y guitarrista es José Ignacio Lapido, apodado como ‘el gran poeta del rock español’. Y lo es. «Granada, aparte de su esplendor monumental, es cuna de grandes poetas. Cuando la visité por primera vez me quedé eclipsado por su magia... Allí surgió la ‘poesía de la experiencia’, sin ir más lejos», añade.
También añade a otras dos grandes figuras, a las que pudo conocer en su etapa profesional en el gabinete de comunicación de Caja de Burgos, que son homenajeados en sendos poemas: Luis Eduardo Aute y Franco Battiato, ambos fallecidos durante los tristes años de la pandemia. «Traté con grandes artistas, también con escritores, durante aquellos años. Con algunos nació una amistad que sigo manteniendo muy viva, como con Luis Alberto de Cuenca, un hombre muy generoso y un auténtico erudito», apunta. Tanto para Battiato -al que dedica el poema 'La leyenda del jabalí blanco'- como para Aute el poeta burgalés sólo tiene buenas palabras. «Además de inmensos artistas, eran caballeros, tipos muy amables y educados. Aute era un hombre ilustrado: músico, pintor, cineasta, poeta... y todo lo hacía bien». Al autor de himnos como 'Al alba' o 'Rosas en el mar', Ruiz le dedica 'El día que murió Aute'. «Este gran artista falleció en el confinamiento y el poema es un homenaje a él y a todo ese tiempo que ahora nos parece tan lejano... Para mí ha sido el mejor cantautor de la música española y su muerte fue una pérdida irreparable para nuestra cultura», subraya. «En la pandemia murió mucha gente, quizá también murió una época. Y además, murió Aute».
«Hay compositores que son auténticos poetas. Más allá de que luego hayan escrito y publicado poesía, que también, las letras de sus canciones son verdadera literatura»
En el último poemario de Ricardo Ruiz también hay páginas para homenajear a dos autores burgaleses, muy queridos por Ruiz: Pascual Izquierdo, con el que compartió una apacible jornada estival que plasmó en 'Una tarde agosto en la Ribera', y Antonio L. Bouza, poeta palentino muy relacionado siempre con Burgos. «Fue una figura muy relevante a nivel nacional y su nombre está injustamente olvidado. También en nuestra ciudad, ojo», señala Ruiz sobre el director de la revista Artesa al que dedica 'El centauro del olimpo'.
El escritor burgalés presenta este miércoles 'Animal de invierno' y sus versos comenzarán a pertenecer a los lectores. Parido este poemario, Ricardo Ruiz vislumbra en el horizonte de los próximos meses su nuevo proyecto: un volumen que concentrará su obra poética. «La idea es hacer un libro de ‘poesía reunida’, no una antología. A veces el poeta o el editor no aciertan con los poemas que incluyen o con los que descartan en una antología, conozco ejemplos donde los lectores se han quejado de la selección hecha», señala entre risas mientras hojea de nuevo 'Animal de invierno' y sigue anotando mentalmente los poemas que esta tarde recitará en la librería Luz y Vida. Además de los citados anteriormente, aquí van dos sugerencias: 'El mejor verano de tu vida', un poema en prosa con un gran poder evocador; y 'Vida', la composición que echa el candado al volumen con una belleza incontestable y un verso final que, búsquenlo, llena de orgullo a su autor.