La mejor metáfora artística de la Ribera del Duero

Dibujando x Mambrilla ya tiene cara visible para su séptima edición. Más que cara, lo que en realidad muestra es una representación de Mambrilla de Castrejón como una «metáfora de la Ribera del Duero». No de la cara más conocida, la de los viñedos y las bodegas. Lo que viene a reflejar el cartel diseñado por el dúo vallisoletano La Oveja Negra (Estela Labajo e Isaac González, también conocido como Diez Ovejas) es la riqueza natural, sensitiva y patrimonial de un territorio objetivamente espectacular.  

Había «plena confianza» en el talento creativo de Labajo y González. Ella es la última incorporación al colectivo organizador de este encuentro colaborativo que se celebrará del 11 al 13 de agosto. Él estuvo desde el principio. Por eso Gorka Belasko y el resto de compañeros del equipo sabían que de su «trayectoria profesional» y su «vinculación con Mambrilla» solo podía salir una obra de arte. Ahora, hechas las presentaciones, toca encarar los preparativos de una cita que se ha convertido en «referencia» por méritos propios.  

«Hemos conseguido hacernos un nombre y que se nos tenga en cuenta», celebra Belasko a sabiendas de que el nombre de este pueblo de tan solo 114 vecinos censados ya es conocido en el mundo del dibujo. A base de esfuerzo y aprovechando ese «toque específico» que brinda el encuentro, lo que se buscaba desde el principio era «expandir la marca de Mambrilla». 

De manera respetuosa, alejada del turismo masivo, intentando alcanzar un «crecimiento proporcional al número de habitantes». También ha contribuido a situar esta localidad en el mapa su inclusión, el año pasado, en la Ruta del Vino de la Ribera del Duero. Hablamos de una selecta lista de cinco eventos alternativos durante el mes de agosto frente a las grandes aglomeraciones en la que también figuran La Noche de Velas de Peñaranda, el Swing Festival de Moradillo de Roa, el Chúndara de Peñafiel (Valladolid) y el Mercado Medieval de San Esteban de Gormaz (Soria). 

«Nos sentimos reforzados», confiesa Belasko mientras agradece esa «visibilidad que siempre viene bien». Lo mejor de todo, en cualquier caso, se encuentra de puertas hacia dentro. Dibujando x Mambrilla ofrece un amplio espacio, el pueblo entero, para favorecer una «conexión humana entre la gente que viene a dibujar y los vecinos». Cualquiera puede coger lápiz y papel, dejarse llevar sin temor a la burla y aprender de los artistas, muchos de ellos de renombre, que reservan fecha en su calendario vacacional para venir a tierras burgalesas. Como telón de fondo, un enorme abanico de opciones gastronómicas y enoturísticas fortalecen aún más si cabe la «convivencia», que se traduce en un «ambiente relajado en el que hablamos de cosas comunes». 

Gorka Belasko (coorganizador)«Se genera una conexión humana entre la gente que viene a dibujar y los vecinos»

Aunque el certamen haya crecido, su espíritu «participativo y horizontal» se mantiene intacto. De lo que se trata es de que «la gente se anime a dibujar» y disfrute. Y el objetivo se cumple. Si no de qué vendrían participantes de toda Castilla y León, Madrid, Barcelona, Santander, Santiago de Compostela e incluso Lisboa. El impacto, potenciado a través de las redes sociales, también redunda en clave económica. En la edición anterior, sin ir más lejos, se obtuvo un retorno cercano a los 13.000 euros con un presupuesto de 900.  

De cara a este año, los promotores de Dibujando x Mambrilla perfilan el programa rascando tiempo de donde no lo hay. Ninguno reside en el pueblo, pero las raíces permanecen en el corazón. Cada cual en su lugar, con su trabajo y sus quehaceres, pero con una meta común. Belasko y compañía confían en realizar la presentación oficial del evento, con todo ya cerrado, el próximo mes de junio. Lo que sí avanzan desde la organización es que se quiere ir un poco más allá. Si todo va según lo previsto, el arte pictórico seguirá conviviendo con la música, las bodegas y, como novedad, la danza.