Literatura
El viaje horizontal por la cicatriz de Castilla
El escritor ribereño Pascual Izquierdo presenta este jueves su última obra, ‘Viaje por el Canal de Castilla’ (Difácil), en la Sala Polisón del Teatro Principal a partir de las 19.30 horas
El rumor de un agitado Arlanzón por las recientes tormentas primaverales acompañará esta conversación con el escritor Pascual Izquierdo (Sotillo de la Ribera, 1951). El paseo de Espolón, arroyo humano de burgaleses y forasteros, se va iluminando de sombra con las hojas de los plátanos que, abrazados por sus ramas, hacen pasillo a los transeúntes. El autor burgalés sonríe y destierra la amenaza de tormenta que anuncia la previsión meteorológica mientras hojea un ejemplar de su última obra, Viaje por el Canal de Castilla (Hacia la pleamar de las espigas), editado por el sello vallisoletano Difácil.
Este jueves, a partir de las 19.30 horas en la Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos, Pascual Izquierdo presentará este volumen, acompañado por el fotógrafo y escritor Enrique del Rivero y el poeta Ricardo Ruiz. El acto tiene entrada libre hasta completar el aforo y cuenta con la colaboración de la Asociación provincial de Libreros.
Izquierdo acumula un bagaje bibliográfico de más de treinta obras. En él destacan los libros de viajes -algunas de sus guías se reeditan anualmente- y una decena de poemarios. A pesar de haber completado a lo largo de décadas un notable legado literario, el autor de Historia de este instante tiene el retrovisor plegado y siempre mira hacia delante, hacia la cantidad de obras suyas que todavía tienen que llegar a las librerías. «No tengo intención de dejar obra póstuma ni obligaciones a mis hijos», ríe.
El libro que presenta hoy hermana con el publicado en 2021, Viajes por tierras de Castilla (y Cantabria) y otros dos anteriores, Prosas de viaje y Prosas profanas del Camino de Santiago. Pero, lo dicho, ya está pensando en el siguiente. «Me queda por sacar uno de viajes sobre la ruta del Quijote, Viaje a la Mancha», apunta.
Viaje por el Canal de Castilla lleva en el cajón de manuscritos, siempre a rebosar, desde el año 2000. En ese año donde nos asomamos al siglo XXI, Izquierdo y los demás ‘Caballeros de la Orden del Pedal’ -como se autodenominan- cogieron sus bicicletas y petates y recorrieron el trazado del Canal en dos periplos: uno en agosto, para transitar los ramales del norte y el sur, y otro en octubre, para el ramal de Campos. Unos siete días en total sobre ruedas en los que el autor iba tomando notas de todo para poco después sentarse frente a su escritorio y llenar con pasión y frescura páginas y páginas con miradas, conversaciones, sonidos, monumentos, paisajes interminables... La piedra, el agua y el cielo de Castilla. Un viaje horizontal desde sus ojos hasta el papel.
«Debería crearse un consorcio potente entre la Junta, las diputaciones y la Confederación Hidrográfica del Duero para rescatar y revitalizar esta maravilla de la ingeniería española»
El autor sotillano va desgranando, entre sorbo y sorbo de café, algunas de las anécdotas más chispeantes del libro. Una sonrisa interminable se dibuja bajo su bigote, iluminada por la campechanía del escritor y el rosario de historias y aventuras que reúne en la obra. «Hay una comida en un restaurante en Frómista donde vi a una pareja muy singular y reproduzco más o menos el diálogo que mantuvieron, divertidísimo. O un encuentro con unas prostitutas o ‘ninfas del arcén’ entre Valladolid y Palencia... Pero este es un episodio imaginado. Como en el anterior libro, hay pasajes reales, otros ‘retocados’ y otros totalmente ficticios. Pero, ¿quién sabe cuál más creíble?», señala entre risas.
La charla con Pascual a veces abandona la cicatriz de agua que rasga el norte de Castilla para navegar por otros ríos, mares y océanos. Bécquer, siempre Bécquer, y la exitosa edición crítica que hizo hace años de sus leyendas «con mucho esfuerzo de trabajo y tiempo» para la colección Letras Hispánicas de la editorial Cátedra y que lleva 36 reimpresiones. Amasar juegos de palabras, entre simpáticos y poéticos, que sirvan para poner títulos a poemarios. «Tengo siete inéditos que quiero ir publicando próximamente. Y ahí ando con los títulos», ríe. El libro El gabinete mágico de Emilio Pascual, que le ha fascinado como pocos en los últimos años. O La saga/fuga de J. B., una de las cumbres de la narrativa de Gonzalo Torrente Ballester, que ahora está releyendo.
Reivindicando el Canal
Tras este descanso, retomamos la ruta por el Canal y el rictus de Pascual Izquierdo se pone más serio. El libro que hoy presenta lo escribió hace más de veinte años, pero ha regresado a los lugares que visitó con sus compañeros de andanzas para ver su actual estado y tomar algunas fotografías que aparecen en el libro. Y ha visto cosas que le han torcido el gesto.
«El subtítulo, Hacia la pleamar de las espigas, busca una mirada hacia un mar interior, los latidos de una vida que poco a poco se va extinguiendo. Pero, al mismo tiempo, busca las manifestaciones de belleza que hay a lo largo del Canal. Belleza paisajística, gastronómica, artística... hemos visitado todas las iglesias del recorrido», indica. «Hay templos asombrosos en pueblos pequeñísimos. Por ejemplo, la iglesia de San Miguel de Requena de Campos».
Pascual Izquierdo lamenta el estado de abandono, en general, que sufre el Canal de Castilla a lo largo de sus 207 kilómetros y propone que «debería crearse un consorcio potente entre la Junta, las diputaciones y la Confederación Hidrográfica del Duero para rescatar y revitalizar esta maravilla de la ingeniería española. Un plan integral para rehabilitar casas de escluseros, la mayoría en ruinas, almacenes, dársenas, esclusas, puentes... y recuperando la navegación fluvial para efectos turísticos, gastronómicos, culturales y deportivos. Eso sería un proyecto ambicioso, que seguro que contaría con fondos europeos, y generaría una riqueza y una fijación de población en todos los pueblos articulados a lo largo del Canal», asevera.
«Qué poco valoramos lo que tenemos en esta tierra», continúa con su denuncia. «Mira, el abandono del Canal de Castilla es una metáfora perfecta del abandono de Castilla en general», concluye Pascual Izquierdo, autor de este libro de prosa elegante y sobria que recorre «una obra única en España» proyectada por el Marqués de la Ensenada a mediados del siglo XVIII y que ahora queda como vestigio de unos tiempos gloriosos en que el cereal viajaba desde las provincias de Valladolid, Palencia y Burgos hasta los puertos del norte por esta gran joya de la ingeniería ibérica.