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«El escenario es lo de menos. Sonorama tiene algo muy especial»

El festival por antonomasia de Castilla y León prevé reunir en Aranda de Duero a 120.000 personas / Desde Burgos, Green Silly Parrots y Cheddar van a por todas

Carolina Durante, que ya actuó en Sonorama en 2019, vuelve a formar parte del cartel.ECB

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Burgos

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Ya está aquí. Y como siempre, generando enormes expectativas. La vigésimo sexta edición del Sonorama Ribera promete superarse. Los cabezas de cartel, como era de esperar, no decepcionaron a los seguidores del festival por antonomasia en Castilla y León. Sobre todo tras la confirmación de Amaral, con su concierto único e irrepetible para celebrar su cuarto de siglo encima de los escenarios. Habrá que esperar hasta el sábado, pero Aranda de Duero empezará a ser desde este miércoles un hervidero de música desde y pasión con un aperitivo sonoro en el que destaca la presencia de Cupido, Delafé y Las Flores Azules, Depedro, Mr. Kilombo y Veintiuno.

Siete escenarios en distintos puntos de la ciudad, 150 actuaciones y una afluencia estimada de 120.000 personas hasta el domingo 13 de agosto. Unas cifras que apabullan, pero dentro de lo que se espera de la cita a estas alturas de la película. Sonorama dejó de ser, hace mucho tiempo, el típico festival indie. Cualquier género tiene cabida aunque el pop siga marcando la pauta. El rock con mayúsculas, sin florituras, estará capitaneado por El Drogas de Barricada (40 aniversario, ojo al dato). Y el rap, impensable en las primeras ediciones, vuelve a irrumpir con fuerza con los gemelos Ayax y Prok encabezando la jornada del jueves, Ambkor confirmado para el día siguiente y Toteking o Langui repitiendo tras sus aclamados shows en 2019.

Lori Meyers, Jorge Drexler, Vetusta Morla, Viva Suecia, la grata sorpresa de Wilco, los histriónicos -a la par que multitudinarios- Ojete Calor o Kitai, siempre efervescentes, enriquecen un cartel para (casi) todos los gustos y colores. No es de extrañar que las entradas se agotasen un mes antes de celebrarse el festival. Toda una gesta. Histórica, sí, pero previsible dada la capacidad de atracción que la marca Sonorama genera a lo largo de todo el año.

Talento burgalés

En esta larguísima lista de invitados, la escena local también tiene su hueco. Burgos como Denominación de Origen sonora. Barriendo para casa con el objetivo de dar la alternativa a bandas emergentes con mucho que decir y menos oportunidades de las debidas en un circuito harto complicado para moverse con soltura.

«El escenario es lo de menos. Sonorama tiene algo muy especial», comenta Coke, guitarra y voz de Green Silly Parrots, con conocimiento de causa. Es la cuarta vez que el grupo actúa en el festival y quizá sea la más esperada dadas sus propias circunstancias. Hace apenas dos semanas, Sergio (exmiembro de Stalemate y Paper Dolls) cubrió el puesto vacante al bajo. Tremendo alivio aunque «había opciones» para salvar la papeleta. Lo importante, en cualquier caso, es Roberto y Coke han encontrado a un compañero «predispuesto y motivado para quedarse». Y capaz de engrasar la maquinaria en tiempo récord para repasar los temas de siempre y presentar uno nuevo que resonará con fuerza este jueves en la plaza de la Sal a las 13:50 horas.

«Encantados de que vuelvan a contar con nosotros», los Green Silly Parrots aguardan con ganas su concierto en una «zona de paso» donde «a la hora del vermú hay muchísima gente». Prometen dar el do de pecho y demostrar que no estaban muertos -tampoco de parranda-. Después, Coke y compañía aprovecharán el resto de días para disfrutar del festival como público, liberados ya de la tensión que genera un bolo con tantas miradas encima. Además, el hecho de quedarse se debe al «trato fantástico» por parte de la organización, un «lujo» que se agradece tras comprobar que la atención recibida es «como la de cualquier otra banda» independientemente de su estatus.

De cara al futuro, unos cuantos conciertos por delante. Entre ellos, Pollogómez (18 de agosto), Villarmenterrock (25 de agosto) y el bolo junto a Claudia Halley en la sala Rockville de Madrid el 22 de septiembre. «Todo vuelve a tomar forma, rumbo y sentido», confiesa Coke entusiasmado tras el fichaje de Sergio y la posibilidad de encajar de una vez por todas esas «ideas acumuladas» desde hace mucho tiempo que, tarde o temprano, verán la luz tras pasar por el estudio. Aparte, no se olvida del apoyo que les brinda Nosolomúsica. Más que una agencia, una familia con la que Green Silly Parrots ha compartido grandes momentos.

También van a por todas, en calidad de primerizos dispuestos a sorprender, los Cheddar. Obtuvieron el pase directo al Sonorama tras ganar el mítico Concurso de La Rúa e intentarán dar la campanada el domingo, a las 13:30 horas, en el Café Central. «Tenemos muchísimas ganas», asegura Pablo (guitarra), tratando aún de asimilar un verano de ensueño que les ha permitido tocar en el Dolmen Music Fest, el Cerrillo o el Cebolla Rock. Su paso por estos festivales ha sido «una pasada», un tour «perfecto» que hace un año «no esperábamos para nada».

Sin embargo, el trabajo desarrollado y su imán para atraer seguidores con su rock-metal progresivo está abriendo infinidad de puertas a este joven y prometedor grupo. «Nos estamos esforzando mucho para llegar a nuestro objetivo», enfatiza Pablo. Ahora, no queda más remedio que esperar a que la banda saque su primer trabajo. Lo llamativo, eso sí, es haber conseguido hacerse tantos huecos sin un solo tema publicado en la red. Tan sólo bastó la respuesta del público y el boca a boca, bolo tras bolo, para que todo fuese fluyendo.