Letras
Jess Penas: «Estoy convencida de que nací para escribir»
La autora burgalesa debuta en la novela con ‘Odalis’, primera parte de la trilogía ‘El pasado de los Millers’
Jessica Covarrubias Penas (Burgos, 1989) se viste y se desnuda como escritora a través de su sosias literario, Jess Penas. Acaba de publicar su primera novela, Odalis. El pasado de los Millers parte 1, y sigue en una nube en la que sus oídos se han ensanchado y su corazón revienta de sensaciones. Lee opiniones, le llegan comentarios y necesita cierta retroalimentación con sus lectores para saber que el esfuerzo ha merecido todo el tiempo y trabajo invertido. Que ha sido mucho. Lo ha volcado todo. «Bueno, no todo. Me he guardado muchas cosas para las otras dos partes que quedan de la trilogía», ríe.
El germen de esta vocación brotó en la adolescencia, cuando Jessica se juntaba con su cuadrilla para escuchar a sus ídolos musicales del rap español y hacer después sus propias composiciones. Golpe a golpe, verso a verso. «Nos gustaban mucho SFDK, ToteKing, Violadores del Verso, Falsalarma... Escribía letras y luego grabábamos maquetas, todo muy modesto», avisa con simpatía. Pero como un virus que se extiende por todos los recovecos de su vida, siguió dando forma -negro sobre blanco- a todo lo que hacía ruido en su cabeza.
«No di mucha relevancia en la novela a los espacios y lugares, lo importante es lo que les ocurre a los personajes y no tanto dónde»
Con 18 años escribió su primera novela, pero perdió todo el material por un accidente informático. Se formateó un sueño, pero se generó un hábito, un canal, una forma de expresarse hacia fuera, que limpiaba todo lo que Jessica tenía dentro gracias a la narrativa. Su primera obra publicada fue A un puerto de ti, «un libro de prosa poética que saqué en 2020 con una editorial pequeña que se interesó por mis escritos en Instagram».
El agujero de tiempo yermo de la pandemia de la covid puso orden en la cabeza de Jess Penas y pudo retomar con mucho ánimo su trabajo en el escritorio. Luego, acomodando las horas a sus obligaciones familiares -grandes madrugones incluidos-, consiguió cierta disciplina ante el teclado para terminar su primera novela, «siempre acompañada de música clásica... Me distrae el silencio. O los ruidos que este deja al descubierto», confiesa.
La novela de Jess Penas narra la historia de una treintañera con grandes problemas para seguir con su vida hacia delante. Su infancia y adolescencia fue un camino de piedras y espinas. Algunas le golpearon fuerte, otras sigue clavadas profundamente en su ser. Optará por enfrentarse de una vez a ello, se topará con hechos de los que no quería saber y necesitará muchos besos sobre su piel para cauterizar su mapa de cicatrices, visibles e invisibles.
En Odalis no se da tanta importancia a las localizaciones por donde se mueven los personajes como al interior de estos. La obra tiene un estilo muy introspectivo que hace navegar al lector más por los mares intímos -pensamientos, recuerdos, pesadillas- de los protagonistas que por las calles o ciudades que transitan. «No le di mucha relevancia a esto, lo importante es lo que les ocurre a los personajes y no tanto dónde... Sí que hay espacios necesarios y que son claves, como la consulta de Edward, el psicólogo, la casa de otro personaje o un parque. Ahí el contexto sí tiene su peso narrativo», explica Jess Penas.
Cambio de rumbo
La historia en principio iba a tener un tono más adolescente, pero fue aumentando su intensidad emocional página tras página hasta convertirla en una novela con pasajes muy duros sobre la condición humana. El maltrato, el peso de la culpa, el necesario amor de tu círculo más íntimo, la salud mental... temas que de unos años a acá están ganando peso en la actualidad diaria dejando poco a poco el olvido y arrinconamiento de tiempos pretéritos.
«Escribiendo me siento realizada... Estoy convencida de que nací para escribir, sé que estoy a tiempo para poder dedicarme exclusivamente a ello y voy a intentarlo»
«Hay algunas cosas de Odalis que son mías, episodios de mi vida que he fabulado en la novela y he canalizado a través de la protagonista. Pero la gran mayoría es ficción», señala la autora. «Al principio de la escritura me sentí muy vulnerable, la historia se narraba en primera persona... Le di una vuelta y dejé en primera persona sólo algunos momentos importantes de Odalis», indica.
La protagonista intentará salir adelante a pesar del lastre que arrastra cada nuevo día que amanece. ¿Será lo mejor escarbar en el pasado para dar con una solución? Explorará varios caminos para hacerlo en los que se encontrará, como Caperucita, con muchos personajes a lo largo de este bosque de misterio. Al final, como en el cuento, siempre hay un lobo tras la puerta.
El mundo Instagram
Jess Penas se mueve mucho en esta red social que, muy a menudo, es un monstruo cargado de buenos sentimientos, triunfos personales y prodigios profesionales. Pero también es una extraña máscara de felicidad y falsa verdad que está creando muchos problemas de bienestar psicológico y emocional, especialmente a jóvenes. «Es una vía muy importante de promoción y conexión con los lectores, pero puede llegar a ser un lugar muy tóxico también», subraya Jess Penas.
La autora burgalesa utiliza esta red para difundir su trabajo literario. Fotografías con frases -«me llegó a abrumar esto, gente que desconocía me pedía que escribiera algo para su pareja, para su padre...»-, presentaciones con otros autores, imágenes de sus obras... Pero hay un motivo que hace muy interesante visitar su perfil: los encuentros digitales con otros escritores. Por Visitando la isla de... -nombre del espacio- han pasado plumas como Maite R. Ochotorena, Alicia Rico o Santiago Díaz. «He descubierto que me encantaría estudiar Periodismo... dejé mis estudios pronto y me gustaría hacer Comunicación Audiovisual en un futuro cercano».
Odalis vino al mundo el pasado 7 de julio. Jess Penas optó por la autopublicación tras un penoso episodio acaecido con una editorial. Tiene otra novela escrita y sueña con futuros proyectos, como las dos otras partes de El pasado de los Millers. «Aunque tengo planteadas las tramas, sé que hay cosas que voy a cambiar. La trama familiar es muy compleja y los personajes se me han rebelado en el primer libro», ríe.
«Hay algunas cosas de Odalis que son mías, episodios de mi vida que he fabulado en la novela y he canalizado a través de la protagonista. Pero la gran mayoría es ficción»
«Escribiendo me siento realizada... Estoy convencida de que nací para escribir, sé que estoy a tiempo para poder dedicarme exclusivamente a ello y voy a intentarlo», apunta con convencimiento la autora burgalesa. Prueba de ello es que tiene la primera versión de un nuevo manuscrito que ha redactado en tan sólo un mes. «He estado ahí, pin-pan, sin hacer prácticamente nada más».
Además de encontrarla en tiendas digitales, Odalis se puede adquirir en Burgos en las librerías Música y Deportes, Luz y Vida, Hijos de Santiago Rodríguez, Margof y La Llave. Tras el verano, Jess Penas presentará la novela en un acto público que todavía no tiene una fecha cerrada. Aprovechen estas semanas estivales para leer las casi 500 páginas de esta ambiciosa obra e ir a la presentación con los deberes hechos.