El Correo de Burgos

Sorolla genuino

La sala Pedro Torrecilla de Fundación Círculo invita a descubrir la faceta más desconocida e íntima del artista en el centenario de su fallecimiento. Reúne 108 dibujos que "van más allá de apuntes o bocetos" y son "obras acabadas" a modo de "instantáneas de lo que le rodeaba" 

La muestra 'Sorolla. Dibujante sin descanso' puede contemplarse hasta el 19 de noviembre en la sala Pedro Torrecilla.

La muestra 'Sorolla. Dibujante sin descanso' puede contemplarse hasta el 19 de noviembre en la sala Pedro Torrecilla.SANTI OTERO

Publicado por
Burgos

Creado:

Actualizado:

Un Sorolla genuino se despliega en las paredes de la sala Pedro Torrecilla. Un Sorolla "desconocido pero tremendamente interesante" regresa de nuevo a aquella ciudad que le acogió a comienzos del siglo veinte para revelar su producción más íntima, aquella que no creó para mostrar y que guardaba en su casa.

Un Sorolla puro y frágil dibujado a través de 106 obras de pequeño y gran formato que, tras esta tercera y última parada, volverán a los almacenes del museo que lleva su nombre donde, precisamente por la delicadeza tanto de los soportes como de los materiales empleados, permanecen custodiadas.

Y es que la muestra 'Sorolla. Dibujante sin descanso' que se inaugura hoy y puede contemplarse hasta el 19 de noviembre, ofrece una cuidada selección de los más de 8.000 dibujos que realizó este pintor universal, "tesoros" -como los denominaba la directora general de la Fundación Círculo, Laura Sebastián- escogidos por las principales estudiosas de esta faceta del artista y comisarias de la exposición, Inés Abril y Mónica Rodríguez.

Celebraban las tres la apuesta del Museo Sorolla y su Fundación homónima de sacar a la luz esta producción inédita con motivo del centenario de su fallecimiento, una "oportunidad única" de asomarse a una obra "poliédrica" en la que el pintor entrena su mano y su ojo al tiempo que rescata instantes que suceden a su alrededor

El resultado es una suerte de álbum personal -esbozado en carboncillo, acuarela o témpera- en el que las estampas familiares, protagonizadas por su mujer Clotilde (leyendo, cosiendo, durmiendo o amamantando) y sus hijos Joaquín, Elena y María, dan paso a las vistas de su estancia de juventud en Nueva York, con verdaderas postales en coloridos 'gouaches' de Central Park, la Quinta Avenida o el Hotel Plaza trazadas en el reversos de las cartas de menú de la gran manzana, retratos 'robados' en tiempos de espera bajo el título compartido de 'Escenas de café' o, cómo no, bocetos de las que serán sus grandes obras que evidencian el trabajo previo y entre los que, como reza la propia muestra, "destacan los grandes estudios de figuras individuales para escenas cuya composición completa analizará en cambo en pequeños dibujos".

Completan el viaje los trazos iniciales con los que Sorolla exploraba las posibilidades de técnicas, estilos y temas, piedras angulares esos productos de su dibujo maduro y "de su carácter: trabajador infatigable, observador y ávido del natural". Da fe de todo ello la exposición y cumple con el propósito de sus impulsores, empeñados en difundir el legado de uno de los grandes maestros de la pintura española.

'Sorolla. Dibujante sin descanso' es la "guinda del precioso proceso que ha sido catalogar los dibujos" del artista valenciano, según precisaba Inés Abril. Su compañera de fatigas, Mónica Rodríguez, llamaba a aprovechar la ocasión y contemplar "cómo el pintor miró la vida a través del lápiz", con el que plasmó en miles obras ideadas para estudiar, para regalar o, sencillamente, para guardar "lo que le preocupaba, le interesaba o le entretenía mientras esperaba en un café". "Esa es la belleza de esta exposición", ha apostillado.

Dada la relevancia de la propuesta, en cuya presentación han participado además de las citadas Enrique Varela, director del Museo Sorolla y secretario de la Fundación Museo Sorolla, y Javier González Moreno, director provincial de Ibercaja Banco en Burgos.

tracking