Desde Atapuerca hasta el Camino de Santiago: Juarros se promociona con arte
El Gremio de Autores Plásticos de Burgos (GAP) plasma en San Millán el «abanico de posibilidades» que atesora la comarca. El mural brilla por la noche gracias a sus estrellas fluorescentes
«En una mano el teléfono y en la otra un pincel». Y subido en un andamio. Ismael Alí de Unzaga atiende a este periódico en plena faena, junto a varios de sus compañeros del Gremio de Autores Plásticos de Burgos (GAP). Un nuevo proyecto, la misma pasión de siempre. Esta vez, en la fachada de una vivienda en San Millán de Juarros. «No es un mural al uso», aclara. Más bien, se trata de una «pintura en tamaño gigante». Cuando finalicen las obras del puente «se verá desde lejos». Pero ya se atisba a la perfección una vez rematado el trabajo durante el pasado fin de semana.
La iniciativa partió de la Junta de Juarros, empeñada en «revitalizar la zona» con propuestas culturales de toda índole. Por ejemplo, la reciente celebración del Festival de Artes de Calle Mirando las Estrellas. El «abanico de posibilidades» es enorme y eso es precisamente lo que refleja el GAP -simbólica y literalmente- en su propuesta. Con tantos recursos turísticos alrededor, lo suyo era compendiarlos. Un reto complicado, sí, pero no imposible para Alí de Unzaga, Óskar Díaz, Elvira Mateos, Simón de Castro, Rafael Mediavilla, Fran del Hoyo, Luiso Orte, José Luis Ramos, Beatriz Marcos y Humberto Abad.
El diseño partió de Abad. Era lo suyo porque conoce perfectamente la comarca. Desde su taller en Cuzcurrita de Juarros, pergeñó un recorrido visual que no se deja nada por el camino. Ahí está el hombre de Atapuerca, nuestro querido Miguelón, revelando el misterio de la Evolución Humana , a unos siete kilómetros de los yacimientos que nunca dejan de sorprender al mundo. O un poderoso bisonte, de mirada penetrante, que nos recuerda la cercanía a Paleolítico Vivo.
Puestos a recordar a nuestros ancestros, nada mejor que un merecido homenaje a los mineros de Juarros. Se ganaron el cielo, a pico y pala, y seguramente brillen junto a las estrellas de que pueblan el envidiable cielo de un territorio también bendecido por el Camino de Santiago. Junto a todos estos elementos y otros tantos que merece la pena observar al detalle, una mano amiga da la bienvenida a todo el mundo. Lo mismo da que sean vecinos, visitantes o peregrinos en ruta.
A partir de ahora, cuando caiga la noche, el mural se iluminará gracias a sus estrellas fluorescentes. Se verá de lejos, como comentaba Alí de Unzaga al principio, sí o sí. A cualquier hora del día pero más aún cuando el sol se retire. No es de extrañar que en la Junta estén «muy contentos» con el resultado. El esfuerzo colectivo del GAP, una vez más, ha vuelto a dar sus frutos.
La fórmula del éxito, como siempre, es el trabajo codo con codo. Los artistas se repartieron el abanico, cada cual una parte, para que el trabajo resultase más «cómodo». Agradable también, no hace falta ni decirlo, porque el equipo funciona a las mil maravillas. Por eso culminaron la obra en tres fines de semana, con música de fondo y con alguna que otra lluvia que les impidió terminar antes. También sudaron la gota gorda por culpa del veranillo de San Miguel, pero sarna con gusto no pica. Ahora, el GAP está deseando que el público disfrute. Que mire, que opine, que aumente su curiosidad.