Ronnie Atkins (Pretty Maids) y Dark Embrace, primeras confirmaciones del Zurbarán Rock 2024
La séptima edición, de nuevo en el parque de San Agustín, tendrá lugar los días 12 y 13 de julio. El retorno económico del festival supera los 730.000 euros y el 62% de los asistentes vienen de fuera
Larga vida al heavy metal. En Burgos por lo menos. Tras el éxito arrollador de este año, el Zurbarán Rock ya vislumbra su séptima edición con el objetivo de mantener intacta su filosofía. A modo de aperitivo, la organización acaba de avanzar los dos primeros nombres que conformarán el cartel de 2024: Ronnie Atkins, exlíder de la aclamada banda danesa Pretty Maids, y los coruñeses Dark Embrace. La cita, de nuevo, se celebrará en el parque de San Agustín los días 12 y 13 de julio.
La cara visible y voz cantante de Metal Castellae, Laura Sagredo, no podía ocultar su alegría al anunciar la presencia de toda una «leyenda del heavy metal y del hard rock melódico» en la ciudad. Tras el parón indefinido de su banda, y pese a ser diagnosticado de cáncer de pulmón en 2019, el músico escandinavo no ha dejado de luchar. De hecho, tres discos en solitario desde entonces avalan su resiliencia y el público del Zurbarán tendrá la oportunidad de «disfrutar de toda su trayectoria en solitario más los grandes éxitos de Pretty Maids».
En clave nacional, la primera apuesta del festival es Dark Embrace. Desde A Coruña y con más de dos décadas de rodaje a sus espaldas, este grupo reafirma la apuesta de la organización por la variedad sonora dentro del amplio abanico que ofrece el metal. Con su último disco recién salido del horno como quien dice (Dark Heavy Metal), la «oscuridad» en el mejor sentido de la palabra se cernirá sobre San Agustín.
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Resultaría completamente ilógico que el Ayuntamiento de Burgos no siguiese respaldando un festival capaz de atraer a más 10.000 personas en apenas dos jornadas. Por si las moscas, la concejala de Festejos, Carolina Álvarez, ha asegurado que la nueva Corporación no sólo mantiene la apuesta por el Zurbarán, sino que además se intentará incrementar el presupuesto para «mejorar» el recinto, los escenarios y los sistemas audiovisuales y lumínicos.
Las cifras del Zurbarán Rock hablan por sí solas. En términos económicos, Álvarez señalaba que por cada euro invertido desde las arcas municipales se obtuvieron 11 de retorno durante la anterior edición. Posteriormente, y «siendo conservadores», Sagredo precisaba que dicho retorno en términos generales supera los 730.000 euros. El beneficio, tal y como ambas han subrayado, redunda sobre bares, restaurantes, comercios y establecimientos hoteleros.
Los datos que aporta la organización provienen de una encuesta difundida de forma telemática entre los asistentes. Con una muestra de 707 personas y plena disposición a volver por parte de todas ellas, Sagredo ha querido destacar que el 62% del público en 2023 venía de otras provincias. Predomina el País Vasco, con más del 25%, seguido de Madrid y Cataluña con sendos porcentajes del 18 y del 5%. «Una pasada», se mire por donde se mire, congregar a 6.200 fans del heavy metal de fuera.
«Empezamos a ser un referente dentro del movimiento», proclamaba Sagredo sin ser consciente de que dicho estatus ya se alcanzó, como mínimo, en la quinta edición. Sea como fuere, la encuesta también revela que el 75% de los asistentes acudieron a las dos jornadas. Y los que no pudieron, según expusieron en el formulario, fue por «problemas de conciliación laboral y familiar». Además, más del 85% de los zurbaraners oriundos de otras ciudades pernoctaron en Burgos y una amplia mayoría, en torno al 88%, aprovecharon el fin de semana para hacer turismo.
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Otro aspecto que Metal Castellae tampoco pasa por alto es el carácter «inclusivo» del evento. Gracias a la plataforma para personas con movilidad reducida, se garantizó el pleno acceso y visibilidad para todo el mundo. De lo que se trata, y así lo enfatizaba Sagredo, es de ofrecer «cultura gratuita y accesible en la calle» a «gente mayor y gente joven». Por eso, el Zurbarán Rock mantendrá su entrada libre. No hacía falta ni decirlo.
De cara al futuro, no se descarta un nuevo emplazamiento si el festival continúa creciendo. Por el momento, San Agustín ofrece «algo de margen» para un aforo mayor. En cualquier caso, siempre predominará la «filosofía de integrar a los fans del heavy metal con la ciudad». Con dos escenarios -uno de ellos para bandas emergentes-, 16 grupos en cartel y el «civismo constatado por la Policía Local» durante dos años consecutivos como seña de identidad.
Lo que está claro, y así lo ha querido poner Álvarez de manifiesto, es que el Zurbarán sobresale por la «ejemplaridad» y «comportamiento excepcional» de sus asistentes. Sin «quejas significativas» y manteniendo el «respeto a los vecinos» desde su traslado a San Agustín, la edil aplaude que este festival, aparte de «rentable», ha conseguido «mejorar el PIB de la ciudad» y «poner a Burgos en el mapa a nivel internacional».