Elogio de lo breve: la literatura de la emoción y el fogonazo

La tarde, en duermevela para los pájaros y otros animales urbanos, invitaba al recogimiento bajo techo. Una lluvia sin compás y un aire poco amistoso vestía el fresco otoñal y paragüero de un Burgos que todavía guarda sus bufandas. Pero las tiene a mano.

Esta atmósfera vespertina, más allá del tópico meteorológico y sentimental, reunió en el salón de actos del Palacio de la Isla de Burgos a tres escritores que, a pesar de su juventud o bella madurez, tienen una amplia trayectoria literaria. La convocatoria, organizada por El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y el Hay Festival de Segovia, reunió a los autores burgaleses José Gutiérrez Román y Óscar Esquivias para hablar de 'lo breve' en la literatura, acompañados por la también escritora vallisoletana y viceconsejera de Acción Cultural de la Junta de Castilla y León Mar Sancho.

Los tres ponentes, que charlaron en torno a una hora ante un aforo casi completo, comenzaron hablando del hilo literario que los unió -los tres fueron galardonados con el Premio Letras Jóvenes de Castilla y León- y de la cuerda robusta de amistad que los ha acabado atando sus vidas. «Este premio fue muy importante para muchos autores que comenzaban. Porque más allá del galardón, las obras premiadas se publicaban y ver tus textos en un libro pueden espolear una vocación», señaló Esquivias.

Nacer en lo breve

La conversación entre los tres escritores versó alrededor de «leer lo breve y escribir lo breve», dos fuerzas que se retroalimentan y, a veces, generan nuevas criaturas. «Lo normal es que en un escritor nazca lo breve: poemas, cuentos... El paso del tiempo es lo que hace que lo breve tenga mayor recorrido y, por ejemplo, surja una novela», indicó Óscar Esquivias, Premio Castilla y León de las Letras 2016.

Por su parte, José Gutiérrez Román explicó que «desde el principio he escrito más versos que prosa. En la condensación de mis textos he buscado una idea, un símbolo... Hay algo muy intuitivo, como un fogonazo, en mis poemas más breves. Aunque luego tengan una carga reflexiva fuerte», apuntó. «En los poemas largos ya puede haber una subtrama más allá de la columna vertebral de esa composición, algo muy difícil en los más cortos».

En este elogio de lo breve, a veces confundido con lo ligero y efímero, Mar Sancho expuso que «lo breve nos atrae de una manera sobrenatural, como un sortilegio», declaró antes de que Esquivias leyera el cuento 'Curso de natación', perteneciente a su volumen 'Andarás perdido por el mundo' (2016). «La literatura de Óscar está llena de relatos cortos. Su novela 'La ciudad del gran Rey', mi preferida de su obra, es un rico mosaico de muchas historias», advirtió Gutiérrez Román antes de recitar algunos de sus primeros poemas, como 'Profecía' o 'Consideraciones'.

Mar Sancho, que repartía juego en la conversación como una crupier de la palabra, consideró que «lo breve tiene que tener ingenio y sorpresa como ingredientes claves», afirmación que el autor de 'Inquietud en el paraíso' redondeó citando a grandes plumas de las distancias cortas como Ramón Gómez de la Serna o Jorge Luis Borges.

Los títulos, ejercicio y arte de lo breve

Mar Sancho, Óscar Esquivias y José Gutiérrez Román debatieron sobre la importancia de encontrar un buen título para bautizar a una obra artística. «Titular es todo un arte, hay escritores con son verdaderos genios... Yo tengo una lista enorme de títulos, sólo me falta escribir los libros», confesó Esquivas entre risas e indicó que el que más se le resistió fue el de su novela 'El suelo bendito' – ganadora del Premio Ateneo Joven de Sevilla en 2000- y que hace referencia a un verso del Himno a Burgos. Mar Sancho y José Gutiérrez Román también comentaron cómo se fraguaron los títulos de algunas de sus obras, donde hay epígrafes tan sugerentes como 'Leningrando tiene setecientos puentes' o 'Aún es tarde' de la autora vallisoletana o 'Los pies del horizonte' -Premio Adonáis 2010- o 'Material de contrabando' del poeta burgalés.

La velada finalizó con la lectura de varios textos de 'Bruma', el número de octubre de la revista Mirlo que coordinan el fotógrafo y diseñador burgalés Asís G. Ayerbe y el propio Óscar Esquivias, y de algunas composiciones de los citados poemarios 'Los pies del horizonte y 'Material de contrabando' de José Gutiérrez Román.

El acto se cerró con un gran aplauso a los ponentes, que firmaron ejemplares de sus libros y charlaron con sus fieles lectores en la cercanía. Entre ellos, el vicedirector de la Institución Fernán González, Isaac Rilova, el vate Eliseo González -que acaba de publicar un nuevo poemario, 'El nadador del desierto'-, el novelista Enrique García Revilla o el patriarca de las letras burgalesas, el poeta Antolín Iglesias Páramo.