El Correo de Burgos

El viaje más «arriesgado» de Lobocordero desde «la auténtica España vaciada»

Nuevo tema el 1 de noviembre, videoclip el viernes y concierto en La Rúa con «sorpresas» el sábado. Triple combo de la banda burgalesa para el inicio de una etapa experimental que «sigue siendo rock»

Lobocordero, durante el rodaje de su último videoclip, grabado en la provincia de Soria.

Lobocordero, durante el rodaje de su último videoclip, grabado en la provincia de Soria.GUZMÁN ESPINOSA

Publicado por
Burgos

Creado:

Actualizado:

Los últimos aullidos de Lobocordero desde las Antípodas todavía resuenan. Nunca dejarán de hacerlo, pero ya iba tocando dar una «vuelta» al sonido característico de una banda con el don innato de concebir estribillos adictivos. Año y pico después de la salida de su tercer álbum, Paco Juez (voz), Luismi García, Mario Checa (guitarras), Jorge Ortega (bajo) y Gonzalo Cantero (batería) vuelven a la carga con nuevo material. Con cuentagotas, «paso a paso», dejando a un lado la presión que conlleva parir un LP. Se avecina «algo más arriesgado» aunque «sigue siendo rock». El primer aperitivo, listo para ser degustado, estará disponible a partir del 1 de noviembre en todas las plataformas digitales.

Quería dar el grupo «un paso más allá», de ahí la incursión en los estudios Neo Music Box, en plena Ribera del Duero, con José Caballero pilotando la nave. Una semana a finales de junio y «muy a gusto», confiesa Paco no solo satisfecho porque «desde el principio nos entendimos muy bien», sino porque además «sabía lo que buscábamos mejor que nosotros». Vamos, que sacó el «máximo partido» a un ramillete de temas que irán viendo la luz cada equis tiempo.

'Perdidos' refleja que «lo importante es tener a gente especial cerca de ti» 

El primer single, ya en la bandeja de salida, estaba cantado. «No se nos quitaba de la cabeza, sobre todo el estribillo, y pensamos que era el mejor para volver». Perdidos, así se llama la criatura, aborda «tanto como grupo en lo musical como en lo personal en la sociedad» la «sensación de intentarlo, de que siempre se puede llegar y de que vas a tener a alguien esperando en el umbral». He ahí el quid de la cuestión: comprobar que, a pesar del desamparo que uno pueda llegar a sentir, «lo importante es tener a gente especial cerca de ti».

Este primer regalo sonoro viene acompañado de un videoclip, a cargo de Guzmán Espinosa (Fatshows), que saldrá el 3 de noviembre. Un día antes del concierto de Lobocordero en La Rúa. Lo primordial es escuchar y después ver. Y cree Paco que el resultado audiovisual merece la pena, aunque no se aprecie la «paciencia infinita» del director pasando un frío del carajo en Valvenedizo (Soria) durante una grabación de «16 horas seguidas».

La elección del enclave fue idea de Checa: raíces familiares.  «La auténtica España vaciada» y una grata «sorpresa» con la mejor acogida posible por parte de sus escasos vecinos. Comieron, bebieron y rieron. Y tienen alguna que otra anécdota, un tanto escatológica, que cuesta mucho describir con elegancia. Bromas aparte, la mayoría de los integrantes de Lobocordero son de pueblo o residen actualmente en alguno. Por lo tanto, tuvieron claro desde el principio que Perdidos era la excusa perfecta para reivindicar «parte de nuestra historia».

Con el sábado 4 de noviembre a la vuelta de la esquina, la banda se muere de ganas de volver a La Rúa. «Jacho siempre ha estado muy dispuesto a que toquemos allí», asegura Paco agradecido por el trato recibido en una «sala de referencia en Burgos» donde siempre se han sentido «a gusto». En lo que respecta al bolo, caerán tres temas nuevos para «ir calentando el directo e ir viendo las impresiones de la gente». Además, habrá «sorpresas» como la colaboración de Arantza, exvocalista de Marosh, que «es casi parte del grupo». Será su último concierto antes de ser mamá, con «otra personita dentro muy a punto de salir» salvo que tenga mucha prisa por hacerlo.

«Tampoco se demanda mucho desde las instituciones a los grupos de Burgos»

Después de un bolo que se presume memorable, Lobocordero seguirá su camino «tema a tema». Quedan balas en la recámara y la idea es lanzar un disco a futuro, pero de momento apetece más jugar «bocado a bocado». En cuanto a fechas, Galicia y Madrid están muy presentes aunque lo fundamental es centrarse en las nuevas composiciones para que «salgan lo mejor posible». 

No en vano, Paco y compañía son conscientes de que en la patria chica, a día de hoy, apenas quedan «tres salas en las que se puede tocar». Aparte, el hecho de no tener padrino frena en seco muchas oportunidades tanto fuera como dentro, por no hablar de que «tampoco se demanda mucho desde las instituciones a los grupos de Burgos». En cualquier caso, el empeño nunca ceja cuando la pasión se mantiene intacta. He aquí Lobordero como ejemplo: cuerda para rato y nuevos horizontes por conquistar sin acusar desgaste alguno en términos creativos.

tracking