Claves para educar en la compleja sociedad de hoy
Serafín Tapia reúne en un libro el proyecto educativo de Parteluz, la asociación juvenil que impulsó hace más de treinta años. Además de reflexionar sobre la docencia y los problemas actuales que acechan a los adolescentes, el profesor burgalés plantea iniciativas que pueden ayudar «en tiempos de desorientación»
Un libro que es su vida y la de cientos, construido de experiencia y experiencias. Un libro que, ni más ni menos, ofrece claves para educar en la compleja sociedad de hoy. Un libro en el que el profesor burgalés Serafín Tapia combina sus amplios conocimientos y dilatada experiencia docente con las bases sobre las que después de tres décadas de funcionamiento se asienta Parteluz, una agrupación juvenil que, en esencia, busca ser faro y asidero en una época de neblina y torbellinos como es la adolescencia.
Tú, vive; que vivas en la alegría habitual, en la alegría que sale de dentro, en la alegría de las cosas sencillas, que no necesites mucho fin de semana para estar contento.
He ahí un alegato que sirve de pista a lo que propone Tapia en las más de 280 páginas que dan forma a esta publicación, cuya puesta de largo abarrotaba la sala del reloj de La Estación. Ante un público entregado y acompañado por el responsable del área de Juventud del Ayuntamiento de Burgos, Cipriano Santidrián; el archiconocido Orestes Barbero, integrante de Parteluz durante más de una década; y la profesora Teresa Ausín, miembro del equipo de educadores de la asociación; el autor desgranó el contenido de un libro que «presenta una experiencia educativa contrastada durante treinta años que puede servir de ayuda en estos tiempos de desorientación para padres y educadores y de tanta problemática juvenil».
El libro consta de cinco partes diferenciadas. «Empieza con una mirada crítica hacia las propuestas educativas del presente, propone una antropología que orienta la acción educativa, expone qué es educar y los grandes objetivos educativos de la adolescencia y juventud y termina con la experiencia de Parteluz y algunas propuestas para el futuro», relata Tapia, convencido de la importancia de que los jóvenes definan un proyecto de vida que les permita desarrollar «todo su potencial».
«En la actualidad la educación formal tiene más de adiestramiento que de desarrollo», lamenta, para añadir que han irrumpido además factores que complican el proceso de maduración personal. Se refiere en particular a los móviles -pantallas en general- y redes sociales. «Brindan muchas posibilidades, sí, pero hay también mucho componente tóxico que a los menores les afecta especialmente y puede generar problemas serios», añade parafraseando al mediático juez Calatayud que, preguntado al respecto, consideró que hoy en día el lugar más peligroso para un joven es «su propia habitación».
Tapia dibuja en el libro un marco antropológico «muy personal» de la educación, con el que pretende, «dada la enorme dispersión de planteamientos», concretar el horizonte del camino: «hacia qué persona queremos ir». Al hilo desgrana las opciones educativas de Parteluz. Un lugar que, según indicó Barbero en la presentación, «deja huella» y sin el que, en su caso, «no hubiera llegado donde estoy, porque allí aprendí a conocer mis capacidades, encontré motivación y acumulé aprendizajes, y cuanto más aprendes, más libre eres», relató a modo de testimonio, satisfecho por haberse topado «en una época crucial» con esta propuesta «idónea para escabullirte de las maldades, sin caer en mojigaterías» gracias al contacto con la naturaleza, la convivencia entre iguales o la reflexión compartida sobre aspectos que, de otra forma, apenas se analizan en la adolescencia.
Que tu vida esté llena de ilusiones (ilusiones, no ensoñaciones infantiles o egocéntricas: todo el mundo gira alrededor de mí), de ilusiones que muevan tu vida, de ilusiones que vayan sacando lo mejor de ti, de ilusiones que te hagan llevar una vida esforzada, de ilusiones que no echen de menos amoreos compensatorios o el noctambulismo inacabable de los fines de semana.
Teresa Ausín alertaba por su parte del auge de los problemas de salud mental entre los jóvenes. Conoce bien la realidad tozuda tras las evidentes estadísticas pues es la responsable de Convivencia en el instituto mirandés Montes Obarenes. Sabe que, hoy más que nunca, «se necesitan espacios seguros donde los adolescentes se encuentren cómodos para entablar amistades auténticas (sin que medie el móvil o en plena naturaleza), hablar con quien les entienda y desplegar su creatividad y su interioridad mediante la reflexión». Y esa «propuesta de máximos» es la que encierra este libro, subrayó, y lo que ofrece la veterana agrupación.
La pedagogía de Parteluz y ejemplos de su aplicación copan los dos últimos capítulos de la publicación. Y son, de hecho, el aterrizaje práctico de la propuesta educativa, la llamada a la acción una vez asentada la teoría. «Es importante entender que el mundo es el que es y el ser humano también y que, a partir de ahí, cada uno tenemos nuestro propio camino que debemos identificar y construir», explica Tapia.
Que seas serio con tus responsabilidades, con tu estudio (tienes que estudiar para saber), en tu casa, en el grupo, que te interese el inmenso mundo de la cultura, que nada de lo humano te sea ajeno, que te enganchen los libros porque tienes mil inquietudes y las quieres saciar, que te falte tiempo para hacer, conocer, vivir todo lo que desea tu corazón.
Hacerlo dista de ser fácil en un mundo que invita poco o nada a pararse a pensar, a la «interioridad», lo que, sin embargo, cobra gran relevancia en las actividades que propone Parteluz. El autor menciona tres: los ‘Oasis’, experiencias para jóvenes a partir de 16 años en las que «en un ambiente de silencio la persona mira su vida, se plantea el cariño que se tiene, su crecimiento, sus crisis...»; ‘Teselas de humanidad’: donde también se trabaja el autoconocimiento, las emociones y la afectividad, así como la consciencia con la que se vive; y los ‘Talleres de libertad’, actividad dirigida a entender en grupo -palabra clave- el complejo mundo en el que vivimos. Un crisol, en conjunto, que facilite responder a una pregunta, quizá la pregunta determinante: ¿Y tú que vas a hacer?
El texto que, a modo de broche, luce en la contraportada la obra 'Un proyecto educativo inspirador: Parteluz. Educar en la compleja sociedad de hoy' (que puede adquirirse en Amazon, por 15 euros) brinda algunas claves, las que han salpicado este texto, deseos, incluso, compartidos por familias y docentes para sus jóvenes, que lo son de toda la sociedad.
Que te duela el mal, te hiera la injusticia, te moleste la suciedad y el desorden, te indigne la mentira; que te salga de forma espontánea y habitual el interesarte por los demás, el colaborar, el poner de tu tiempo y de tu dinero, que la ternura aflores de tu corazón a tus ojos cuando te encuentres a algún tipo de necesitado sufriendo; que no te deje indiferente el dolor de nadie.
Que tu vida tenga como motivación última que aglutine todo el crecer en el amor en cada instante, el crecer en el amor siempre.