«Cronómetrobudú nunca desaparecerá»
Javier Castro explica los motivos del parón temporal de la banda burgalesa, que este sábado ofrece en La Rúa su único concierto en 2023
No estaban muertos, tampoco de parranda. Sus seguidores les han echado de menos este año. El silencio inquieta y el hecho de anunciar una única fecha para 2023 podría augurar una posible despedida. Pero que no cunda el pánico. Cronómetrobudú no se plantea «una disolución ni nada parecido». El concierto de este sábado 18 de noviembre en La Rúa a partir de las 21 horas será especial, eso por supuesto. La banda burgalesa repasará toda su trayectoria, que da mucho de sí, con su último trabajo (Verne, 2021) aún candente porque quizá no ha gozado del recorrido que debiera en directo. Gajes del oficio, mal que pese.
Varios son los motivos que han llevado al grupo a realizar esta pausa. El principal, según explica Javier Castro (voz y alma máter) es la «suma de proyectos paralelos» de todos los componentes. Él mismo, por ejemplo, anda enfrascado con el documental sobre la mítica sala de conciertos Las Vegas 2 de Melgar de Fernamental, que próximamente afrontará la ansiada fase de posproducción. La cinta, finalmente, no verá la luz este año. Básicamente, porque «sacarlo en 2024 tiene más sentido promocionalmente».
También anda liado Óscar Calvo (violín) con varios compromisos «bastante importantes» con otras bandas como Dark Moor, con quienes ha colaborado en la canción Mío Cid 2023 que vio la luz a principios de mes. O Pablo Rubio (guitarra), a tope con su estudio de grabación ParamoSound en Palencia. Al final, «nos veíamos todos bastante desbordados y decidimos que era un buen año para detenernos».
Otro factor que también influyó en este parón fue la «profunda decepción» con la discográfica por su «falta de palabra». No en vano, Castro deja claro que «pase lo que pase, Cronómetro nunca desaparecerá». Sus canciones siempre estarán ahí, ya son eternas, aunque no hay que pasar por alto lo difícil que resulta -sobre todo, conforme pasa el tiempo- «mantener ese nivel de compromiso que hemos mantenido siempre». En cualquier caso, el grupo está deseando volver a jugar en casa, en una sala emblemática y reencontrarse con su público para disfrutar de un bolo que servirá para «no oxidarnos».