Babieca Folk, el «festival de la coherencia» que evoluciona «sin perder la cabeza»
Arranca la novena edición de una cita ya consolidada que afianza la relación musical entre Castilla y León, Galicia e Irlanda. La mayoría de conciertos ya han agotado las entradas y apenas quedan un centenar de localidades para Fetén Fetén y Fullset
«Hay mucho auge de festivales, pero algunos que tienen mucho recorrido van desviándose de sus orígenes». Razón no le falta a la responsable del Área de Cultura e Innovación Educativa de la Fundación Caja de Burgos, Beatriz Rodríguez. Porque una cosa es crecer y otra evolucionar. Y el Babieca Folk, con su novena edición a punto de caramelo (del 18 al 25 de noviembre), se ha ganado a pulso la calificación de «festival de la coherencia».
Cultura
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Así de rotunda se mostraba este viernes Rodríguez durante la presentación oficial de un festival «ya consolidado», capaz de ofrecer nuevas propuestas año tras año, «sin perder la cabeza, su esencia y sus objetivos». Pero más allá de los halagos, que se agradecen pero al mismo tiempo ruborizan, el director del Babieca, Rodrigo Jiménez, reconoce que este crecimiento sostenido no hubiese sido posible sin el respaldo de entidades como la propia Caja de Burgos, el Centro Gallego de Burgos, el Museo de la Evolución Humana (MEH), la Junta de Castilla y León, la Xunta de Galicia o el Gobierno de Irlanda a través de su Ministerio de Cultura.
De lo que no hay duda es de que el Babieca gusta. La música celta tiene su público, fiel como pocos, y los organizadores están «bastante contentos» con la respuesta. No es para menos, ya que las entradas para casi todos los conciertos han volado. Tan solo quedan cinco para la actuación de Cardelina en Masala Natural el jueves 23 de noviembre y poco más de un centenar para Fetén Fetén junto a Pedro Pascual y Xosé Lois Romero junto a los irlandeses Fullset en el Cultural Caja de Burgos el sábado 25. Esa será la «traca final». O casi, porque la guinda del pastel llegará después, en el Riviera (antiguo Polisón) con las improvisadas sesiones de los músicos y los bailes celtas que tanto gustan a los seguidores del festival.
También ha gozado de mucho éxito el concierto didáctico de Fullset para centros escolares. Hasta el punto de que, tal y como explicaba Rodríguez, fue necesario habilitar un segundo pase después de que las 450 entradas disponibles inicialmente se vendieran en un abrir y cerrar de ojos. Por lo tanto, 900 alumnos de Primaria y de la ESO disfrutarán en vivo de una clase magistral a cargo del aclamado sexteto irlandés. Por otro lado, se mantiene la alianza con Caja de Burgos dentro del programa Culturapia, que este año acercará la música de raíz a los pacientes de Psiquiatría del Hospital Universitario de Burgos (HUBU).
Desde el Centro Gallego, el balance de toda esta aventura no puede ser mejor. «Nueve años que han pasado rápido y en los que se ha tenido que luchar», rememoraba Pilar Varela, orgullosa de que la entidad colabore con el festival y, sobre todo, agradecida por la oportunidad que conlleva «promocionar la cultura en general y la música gallega en particular» desde tierras castellanas.
Con la maquinaria ya engrasada para que el Babieca vuelva a trotar este sábado, Jiménez y su equipo ya piensan en el décimo aniversario. Y también, eso seguro, en organizar conciertos puntuales en lugares que se salen de lo común. Quizá incluso algún día el festival se luzca a pie de calle. La idea ha sobrevolado más de una vez las cabezas de la organización, pero dado que la cita es en noviembre parece «un poco arriesgado». En cualquier caso, este largo puente entre Castilla y León, Galicia e Irlanda aún tiene mucho recorrido. Y eso es lo único que importa.