Amor por la radio, grandes conciertos en Londres y el crucero más heavy del mundo
Javier Peral lleva el metal en la sangre y lo demuestra desde Lerma a través de 'Onda Rock' y 'El Éxtasis del Ruido'. Media escena le conoce y ha trabajado con Medina Azahara, Burning, Mägo de Oz, Sôber, Obús, Rozalén y un largo etcétera
Casi todos los entrevistados, por no decir todos, le preguntan lo mismo nada más acabar el programa. «¿Ya ha pasado la hora?». Y lo más probable es que Javier Peral, conductor de Onda Rock, les haya concedido una prórroga. Cosas del directo cuando se está a gusto. Y eso, en los estudios de Anda Onda Lerma, es lo habitual.
Echando cuentas, habrán desfilado por el programa medio centenar de bandas y un amplio espectro de profesionales ligados a la música. La primera etapa, de 2004 a 2009, culminó porque Peral se fue a vivir a Londres. La segunda, a partir de diciembre de 2020, lleva ya cuatro temporadas y la mejora es evidente por la «experiencia adquirida». Hasta el punto de que Vicente Mariskal Romero, santo y seña del periodismo rockero en este país, le convenciese para impulsar un proyecto paralelo, bautizado como Metal Manía, en su mítica emisora.
Quería poco caldo y se llenó tres tazas. Hace un par de años, se embarcó -también en Anda Onda Lerma- junto a Fabián Hernández (Nasty Surgeons), Raúl Weaver (Mistweaver) y Rubén (Ruido Noise) en El Éxtasis del Ruido. Metal extremo con «eminencias» que se reparten secciones de 15 minutos por barba. Trabajan por separado, aunque el pasado 5 de noviembre grabaron en directo su programa número 100 desde el pub Fact 4 de Burgos capital. Como aliciente, sortearon unos cuantos cedés y unas botellas de la Denominación de Origen (DO) Arlanza.
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Con tanto jaleo radiofónico al margen de su trabajo, Peral tuvo que renunciar a Metal Manía. Una pena, sobre todo para sus compañeros de la Asociación Burgos Heavy Metal, pero no le daba la vida. En cualquier caso, lo importante es haberse asentado en el medio. Se siente cómodo, se nota y contagia esa sensación a sus invitados. ¿Anécdotas? Para dar y tomar. De primeras, recuerda aquella con Mort Subite cuando «estábamos hablando, probando micros y diciendo alguna que otra tontería» cuando más de uno les escribió para advertirles de que «estábamos en el aire».
Si pudiese elegir, entrevistaría a Dave Lombardo; su amigo David Send se le resiste y le gustaría charlar con La M.O.D.A.
Si pudiese elegir a alguien para entrevistar, independientemente de lo inaccesible que parezca, se quedaría con Dave Lombardo. Slayer, Suicidal Tendencies, Testament, Misfits... Con semejante currículum, habría «mil cosas que preguntar» a uno de los mejores bateristas del planeta. Para empezar, sobre su «aporte a la música» y la introducción de ritmos cubanos en una de las bandas referentes del thrash metal internacional. Por otro lado, hay músicos más cercanos que se le resisten. Como su amigo David Send, que «siempre anda liado». Y también le gustaría, cuando sea posible, charlar con La M.O.D.A.
Del hotel al escenario
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Confiesa Peral que su andadura londinense fue «de las mejores experiencias que he vivido». Trabajaba en un hotel y entró en contacto con la promotora Sonido Clandestino, encargada de organizar conciertos de artistas consagrados a nivel nacional en el Reino Unido. Como quien no quiere la cosa, empezó a codearse con bandas como Medina Azahara, Burning, Obús, Mägo de Oz o Sôber. Y gente de otros géneros que casan menos con sus gustos musicales pero de los que guarda un grato recuerdo a nivel personal como Rozalén o Elefantes.
«Me encargaba de reservar el hotel para los artistas y les conseguía un descuento. Era una aventura», reconoce este melómano empedernido antes de precisar que también ejercía de traductor cuando era necesario y de la «organización en general» durante los conciertos.
El trato de algunos artistas «no era el más adecuado», pero «no ha habido ninguno que se haya pasado de la raya»
Un disfrute, desde luego, pero no exento de estrés en más de una ocasión. Como en aquel concierto de Vanesa Martín. Resulta que el teclista necesitaba un pedal de doble polaridad, faltaban 40 minutos para el arranque y «la compañía que habíamos contratado para el backline ya esta cerrada». No quedó más remedio que improvisar y Peral localizó una tienda abierta, pidió a un conductor de Uber que lo recogiese y «tardaba casi 40 minutos en llegar». Tras una gran carrera, entró en la sala con el tiempo justo para probar, verificar que todo estaba en orden y empezar el concierto entre resoplidos.
Más allá de las anécdotas, que le darían para escribir un libro, Peral se queda con el hecho de «llevarme bien en general con todos». Algunos, como Carlos Escobedo (Sôber), se hicieron amigos con el paso del tiempo. Y otros, los menos, quizá debieran hacerse mirar «el trato hacia los que estábamos trabajando» porque «no era el más adecuado». Una excepción, que conste, y además «no ha habido ninguno que se haya pasado de la raya con peticiones exageradas».
Miami, Caribe y Metal
Otra de las grandes aventuras del creador de Onda Rock es su incursión, desde hace nueve años, en el crucero 70.000 Toneladas de Metal. Es el más veterano de los españoles y andorranos asiduos, con los que mantiene contacto a través de un grupo de WhatsApp, y ya está pensando en la edición de 2024.
En '70.000 Toneladas de Metal', hay músicos «a los que te cruzas constantemente» como Max Cavalera y Andreas Kisser (Sepultura)
Con salida en Miami y una isla del Caribe como destino, el crucero más heavy del planeta reúne cada año a bandas de enorme prestigio internacional. Por allí han desfilado, entre otros, Helloween, Anthrax, Kreator o Nightwish. Músicos «a los que te cruzas constantemente» como Max Cavalera y Andreas Kisser (Sepultura) y otros «más difíciles de ver» como Doro Pesch, Scott Ian (Anthrax) o Simone Simons (Epica). Todos en el mismo barco disfrutando de unas vacaciones de ensueño. ¿Qué más se puede pedir?
A Javier Peral se le ilumina la cara cuando rememora esas 70.000 Toneladas de Metal. No deja de sonreír y es normal. Cualquier amante del heavy metal lo haría. Y aunque no sea surcando los mares, tampoco se olvida este prolífico entrevistador burgalés de otras citas como Rock Fest (Barcelona), Resurrection (Vivero, Lugo), Hellfest (Francia), Metaldays (Eslovenia) o unos cuantos más en Reino Unido.