El Correo de Burgos

De gira con Kitai en México y codeándose con Molotov: «una experiencia brutal»

Jacho, gerente de La Rúa, forma parte del ‘staff’ de la banda madrileña / Durante el concierto de su décimo aniversario, se encargó de que a los invitados (Hombres G, Arde Bogotá, Pignoise, Gabriel de Shinova y Sexy Zebras) «no les faltase de nada»

Jacho, gerente de La Rúa (derecha), con Kitai en México.

Jacho, gerente de La Rúa (derecha), con Kitai en México.ECB

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Cuando se lo propusieron, no se lo pensó dos veces. De primeras, porque «nos han visto currar, han tocado aquí y son colegas». Aparte, ¿quién diría que ‘no’ a embarcarse en una gira por México con una banda que va a por todas como Kitai? A Jacho, gerente de La Rúa, se le escapa una sonrisa de oreja a oreja cada vez que recuerda el ofrecimiento. Y lo mismo le sucede al resumir lo vivido. Yendo al grano, lo define simple y llanamente como «una experiencia brutal».

Embarcado en el staff del grupo madrileño tras aceptar la oferta de su mánager, Álvaro Vidal (Pasión Eventos), Jacho se incorporó al tour azteca precisamente el día en que Alex (voz), Edu (guitarra), Fabio (bajo) y Deiv (batería) compartían escenario con Molotov en Querétaro. Palabras mayores y una responsabilidad tremenda.

Micky Huidobro (bajista y voz de Molotov) «se quedó viendo casi todo el concierto»

«Imagínate...», resopla Jacho antes de revivir una jornada inolvidable que amenazó con torcerse después de la prueba de sonido. «Hacía buenísimo y todos los días la temperatura era de 20 grados, 12 por la noche». De repente, el cielo se encapotó y «empezó a caer la mundial». Agua y viento por doquier, no pintaba bien la cosa. Por si fuera poco, «nos fuimos a comer y cuando volvimos nos habían desmontado todo».

A todo esto, «Molotov tocaba a su hora sí o sí». El tiempo había mejorado, pero apenas quedaba margen de maniobra. Afortunadamente, los teloneros acabaron tocando después del grupo estelar. Como era de esperar, se comieron el escenario y sintieron el calor de los Molotov, que «les han apoyado mucho» al ser conscientes de su potencial. De hecho, Micky Huidobro (bajista y voz del combo mexicano) «se quedó viendo casi todo el concierto e hizo vídeos y fotos».

Jacho (La Rúa) con Micky Huidrobo, bajista y voz de Molotov.

Jacho (La Rúa) con Micky Huidrobo, bajista y voz de Molotov.ECB

Era la segunda vez que Kitai viajaba a México. «La primera fue una labor de mucha promoción, muchas entrevistas y menos conciertos». En esta ocasión, la banda acudía dispuesta a conquistar a un público que lo da todo de principio a fin. «La gente se vuelve loca con el rock and roll», confiesa Jacho gratísimamente estupefacto.

Durante su estancia, el gerente de la emblemática sala burgalesa se encargó básicamente de que «los chicos estén atendidos». Lo que viene a ser su mano derecha e izquierda en todo momento, siempre pendiente de cualquier detalle que a la mayoría se le escaparía. «Formar parte de este equipo para mí es un privilegio», reconoce antes de pasar al siguiente episodio: la fiesta del décimo aniversario que estos Obreros del Rock celebraron por todo lo alto el pasado 16 de diciembre en el Teatro Eslava de Madrid.

En el décimo aniversario de Kitai en compañía de Arde Bogotá.

En el décimo aniversario de Kitai en compañía de Arde Bogotá.ECB

Hablando en plata, «fue la hostia». La lista de invitados no era moco de pavo. David Summers y Rafa Gutiérrez (Hombres G), Arde Bogotá, Pignoise, Gabriel de la Rosa (Shinova) y Sexy Zebras. Diferentes generaciones dispuestas a apoyar a un grupo capaz de batir un Récord Guinness (24 horas seguidas tocando sin parar), marcarse un bolo en globo aerostático y un sinfín de locuras más de las que han dado buena cuenta a través de las redes sociales.

«Hay más nervios y estrés porque no estás en tu casa ni en tu terreno»

El cometido de Jacho era similar al de México, con la diferencia de que esta vez le tocaba encargarse de que a los invitados «no les faltase de nada». Está acostumbrado porque cumple con la misma misión cada fin de semana en La Rúa, pero tenía «más nervios y estrés porque no estás en tu casa ni en tu terreno». Aún así, «salió todo perfecto y fue un bolazo». Visto lo visto, no le cabe duda de que este proyecto «va para arriba».

Pendiente de próximas citas con las que Kitai promete dar que hablar, el alma máter de La Rúa cruzará de nuevo el charco en mayo para trabajar en el Sonoramex, primera incursión del Sonorama Ribera en Ciudad de México. El viaje, aunque más breve, promete ser intenso. Y no será el único, tanto dentro como fuera de España. Porque una vez prendida la mecha, el show debe continuar.

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