Un canto pictórico a la vida y a la amistad que unió a Francisco Espinoza y Luis Martín Santos

La nueva sede de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes, sita en la plaza de España, sigue acumulando eventos. En el caso de ayer, alrededor de un cuadro y dos destacados personajes de la vida cultural burgalesa de la segunda mitad del siglo XX: el filósofo y escritor Luis Martín Santos (1921-1988) y el artista Francisco Espinoza Dueñas (1926-2020).

Las familias de ambas figuras depositaron este jueves en la Institución Fernán González una obra pictórica que desde este momento podrá ser contemplado por todo el público en la sede de la academia. «Este cuadro, pintado en el año 1957, nos ha acompañado toda la vida en el salón de casa», apuntó Isabel Martín Rojo, hija del profesor Martín Santos.

El director de la Institución Fernán González, René Jesús Payo, destacó que «este acto tiene tres significados: celebrar la generosidad de la familia Martín Santos, recordar y celebrar la amistad entre dos personajes muy significativos de la cultura burgalesa y recordar su memoria en Burgos, que quizá en su momento no estuvo a la altura de las circunstancias. Ambos fueron dos hombres poliédricos. Martín Santos fue filósofo, sociólogo, escritor, un profesor muy querido... Por su parte, Francisco Espinoza Dueñas supo unir dos mundos en su arte, América y Europa, fue viajero infatigable y un gran pintor y ceramista».

Isabel Martín Rojo señaló que «este día, para mí y mis hermanos, es muy emocionante. Este cuadro simboliza una amistad que vimos entre nuestro padre y Espinoza, que pasaba mucho por casa. Dos hombres que no eran burgaleses, que se afincaron en la ciudad y que dejaron su huella conjuntamente y por separado», indicó. «Hemos pensado que, mejor que en una casa, esté en un sitio público donde amigos y todos los burgaleses lo puedan ver. Y esta institución, que fomenta el arte y la cultura burgalesa, es un buen lugar», concluyó agradeciendo a Isaac Martínez ‘Sacris’ las gestiones realizadas.

Por su parte, Amaya Espinoza, hija del artista, confesó que «si mi padre estuviera aquí, estaría como un niño pequeño, disfrutando, y soltado uno de sus discursos», señaló con simpatía. «La pintura es de su época de París, realizada con técnica de espátula al óleo. Tengo la sensación que la pintó con mucha devoción hacia la familia de Luis», apostilló sobre este cuadro sin título que, según la hija del pintor, «creo que simboliza un canto a la vida y a la amistad entre mi padre y Luis Martín Santos».

Para finalizar el acto, la vicepresidenta de la Diputación Provincial, Inmaculada Sierra, agradeció a las familias esta donación «para que todos los burgaleses podamos disfrutarla».