Reclaman mejoras para los profesores de la Escuela Municipal de Música en el nuevo contrato

El contrato de gestión de la Escuela Municipal de Música 'Antonio de Cabezón' de Burgos agotará su tercera y última prórroga y se redactará un nuevo pliego el año que viene, que entraría en vigor el curso 2025-2026. A falta de decidir si se incrementará el presupuesto aparejado, que ahora ronda los 50.000 euros anuales, el actual responsable del centro, Pablo Abad, propone en todo caso mejorar las condiciones del profesorado. 

"Espero que se valore el gran trabajo que realizan los docentes, porque se lo merecen", indicaba, para recordar que su labor propicia el buen ambiente que existe en las aulas y favorece el aprendizaje y la motivación del alumnado. A su juicio, "invertir en educación musical es importante" y revierte en el panorama cultural burgalés, con artistas que despuntan tras un periodo formativo que iniciaban precisamente en la Escuela Municipal de Música.

Reconocía Abad que, si bien en los últimos años se ha renovado material y se han remozado en parte las dependencias de la sede de Gamonal, en la Casa de Cultura, el edificio de Bernardas precisa una intervención que al parecer, según avanzó, el Ayuntamiento ya contempla.

Expresaba el director del centro estos deseos en compañía de la edil responsable de la Gerencia Municipal de Cultura, Marta Alegría, en una comparecencia conjunta en la que, además de detallar la oferta estival, recordaban que la Escuela Municipal de Música cumple en 2024 su decimoquinto aniversario. Lo hace con un incremento del 12% de los matriculados respecto al curso anterior y constata así el repunte tras el bajón provocado por la pandemia. 

En concreto, el Convento de las Bernardas acoge a 631 alumnos y otros 82 acuden a Gamonal. "En total son 713, de los que 213 tienen entre 4 y 7 años; 181, de 8 a 10 años; 122, de 11 a 15 y los 182 restantes, más de 16 años", precisaba Alegría, tras indicar que la apuesta de su área por esta formación es firme "y queda patente en la dotación que hace de materiales, con una inversión reciente de 12.000 euros en equipos de sonido e instrumentos".

Abad, por su parte, puso de nuevo el foco en la plantilla, al achacar la tendencia al alza de las inscripciones a la "labor del profesorado". "Una parte comenzó en 2009, pero se han ido incorporando nuevos docentes que aportan sus conocimientos. El equipo ha ganado en cantidad y en calidad desde entonces y también en cohesión", subrayaba.

Al tiempo, desde los inicios, ha crecido la oferta. Y la demanda. Si bien el piano "aún es el rey y despierta gran interés", se han diversificado las especialidades musicales solicitadas. Sobresale la flauta travesera, cuyo tirón propiciaba la creación de una agrupación con más de 20 alumnos, y también ha crecido recientemente la matrícula en trompeta. Mencionaba Abad la guitarra flamenca y el acordeón como ejemplos de nuevas incorporaciones que han tenido buena acogida. Con todo, el mayor volumen de estudiantes se concentra en Iniciación Musical para niños de 4 a 7 años. 

Celebraciones

A punto, pues, de soplar las 15 velas, el reto de futuro pasa por "consolidar" la actividad y crecer. Antes, eso sí, toca celebrar. Lo harán visibilizando las agrupaciones formadas en este tiempo y planean algún concierto en mayo que aún está por cerrar y que muy posiblemente tendrá lugar en un escenario distinto a los de las propias sedes. También en mayo -del 13 al 17- la Escuela Municipal de Música celebrará su semana cultural, "destinada a los alumnos, claro, pero también a la población burgalesa en general", que disfrutará a buen seguro de las propuestas interesantes que ya se barajan y que en esta ocasión contarán con la colaboración de alumnos de la Escuela Profesional de Danza.

En junio, con motivo del Día de la Música, se organizará el "tradicional" concierto y maratón de combos que albergará el Monasterio de San Juan: "Nos parece ideal porque está muy cerca, admite mucho público y es fácil que el público entre y salga", indicó Abad.