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Proyección cinematográfica

Lino Varela: «Este documental es una defensa de la inteligencia natural en pleno siglo XXI»

Este miércoles, 28 de febrero, se proyecta en el auditorio de la Fundación Círculo ‘Mientras el plato del torno gira’, un documental de Lino Varela sobre los oficios artesanos / La cita, a las 19.30 horas

Raquel Condado y José Luis Ramos, en el documental de Lino Varela.CMP

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Burgos

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«Hace 25 años rodé un cortometraje, 'Manos', en donde ya aparecía José Luis Ramos haciendo un jarrón. A mí me maravilló verle hacer eso, que alguien pusiera sobre el torno un trozo de barro e hiciese magia para convertirlo en una pieza de formas perfectas. Hace un tiempo me acordé de esta sensación que me quedó en ese rodaje y hablé con José Luis y Raquel [Condado, su pareja] para proponerles algo, sin saber muy bien lo que quería hacer», explica el cineasta burgalés Lino Varela.

Ese ‘algo’ -término que se utiliza con cierto humor entre los creadores artísticos para denominar un futuro proyecto, que será o no- acabó siendo un largometraje documental titulado 'Mientras el plato del torno gira' que se proyecta este miércoles en el auditorio de la Fundación Círculo de la calle Ana Lopidana a partir de las 19.30 horas, con entrada libre hasta completar el aforo.

La génesis de esta película comenzó un día que Varela se acercó al taller que los ceramistas tienen en el Paseo de los Pisones. Allí se quedó deslumbrado, observándolos trabajar y conociendo algunas de las obras que habían realizado recientemente y que conservan en un pequeño museo que tienen en la parte de arriba del obrador. «Me quedé fascinado cuando me hablaron de los tres hornos con los que trabajan la cerámica: el horno de gas, el de ahumados y el de Raku. Este último es un método japonés que pone las piezas incandescentes, una técnica muy chula», apunta.

Los ojos de Lino Varela, siempre alertas, fueron trocándose en objetivo de cámara durante aquella visita. «Todo comenzó a parecerme interesante de ser grabado, los procesos de elaboración, el uso de los materiales... Además, como su casa está junto al taller, pensé en retratar un poco su vida, que, como buenos artistas, es inseparable de su trabajo».

Los artistas que protagonizan el documental, en plena faena creativa.CMP

El plan de producción se iba gestando en la cabeza del director de 'El norte (entre el infinito y la nada)'. Qué podía narrar, espacios imprescindibles, momentos clave que no podían faltar... Pronto surgió una necesidad, algo que siempre da una capa narrativa imprescindible y que sublima lo que cuentan las imágenes: la música. «Para este documental lo vi claro y contacté con Neønymus [también conocido como Silberius de Ura], otro artista muy particular. Hablé con Silverio, le propuse que visitara el taller y conociese a Gerardo [hijo de Raquel y José Luis], que hace instrumentos musicales de cerámica muy bonitos e increíbles. Él no sabía en ese momento que le iba a proponer componer la banda sonora», recuerda el cineasta. Luego también contactó con la periodista Delma Vicario, «que es amiga de Raquel y José Luis y tiene un discurso que me gusta mucho... Y con eso hicimos el cesto de Mientras el plato del torno gira», señala el cineasta y profesor de Audiovisuales del IES Diego Marín Aguilera.

Captar el tiempo

Uno de los objetivos del documental de Varela era llevar a la pantalla algo tan etéreo e impalpable como el paso del tiempo, condensar las horas y el ritmo de trabajo de los artistas en una película de 90 minutos sin que quedase fuera la magia de su labor. «Salvando las distancias, esta es una película ‘muy Víctor Erice’ si nos acordamos de 'El sol de membrillo' [largometraje del director vasco sobre el pintor Antonio López]... Hubo que trabajar bien el montaje, las elipsis, para que todo eso quedara dentro del documental y que nadie se piense al verlo que esos ceramistas tardan un cuarto de hora en hacer sus piezas, porque tardan días o semanas. Y eso hay que enseñarlo y sintetizarlo de una forma ordenada y pausada», indica. «Para esto, la música de Neønymus ha sido fundamental. Sus composiciones, tan pegadas a la tierra, son perfectas para esta película».

Varela tuvo muchas conversaciones con Condado y Ramos, tomó notas constantemente en sus visitas al taller y, a partir de ahí, organizó el plan de rodaje. «Tenía tres o cuatro ideas importantes que debían aparecer. Pero el documental es un género muy dinámico y atarse a un guion o a planteamientos prefijados te puede dejar fuera esa magia de la que hablábamos, lo inesperado. Durante el rodaje siempre ocurren cosas muy interesantes que incluso te pueden llegar a cambiar toda la película».

El equipo de rodaje fue muy pequeño, «no quería que fuéramos muy invasivos con los artistas y sí que siguieran con el trabajo en su intimidad, como si no estuviéramos allí». A Lino Varela le acompañaron durante la grabación Carlos del Hierro tras la cámara y Luis de la Cal con el sonido.

La belleza

'Mientras el plato del torno gira' es un documental muy diferente a los anteriores de Lino Varela -'Nicaragua, con los pies descalzos', 'Argentina. La casa desaparecida', 'Tras las huellas del chapapote', 'Huérfanos del olvido', entre otros- que tienen un tono social y hasta político muy señalado. «Esta es una película donde yo, fundamentalmente, quiero fijarme en la belleza y el ser humano como creador. Ver un trozo de arcilla en manos de estos artistas y que acabe siendo en sus manos una obra de arte es algo increíble. Y todo un contrapunto a la inteligencia artificial que tanto nos desborda ahora... Esta película defiende la inteligencia natural en pleno siglo XXI, al ser humano que sabe crear con las manos, la cabeza y el corazón sin utilizar máquinas ni algoritmos», subraya.

La mesa de trabajo de Lino Varela siempre tiene proyectos humeando. Acaba de terminar un guion para largometraje en el que tiene puestas muchas esperanzas. «Estoy muy contento con él. Es una historia muy potente, creo yo, y lo he empezado a mover. Tengo muy buenas vibraciones y mi idea es dirigir esta película. Sé que es muy complejo levantar un proyecto así por temas de financiación, equipo... pero tengo mucha esperanza», concluye Lino Varela invitando a todos los burgaleses a la proyección de esta tarde de su, por ahora, último trabajo.