El Chivi: Vivito, coleando y listo para mear dentro del tiesto en el Notemofest
José Córdoba, maestro del humor bizarro (con permiso de Juampa y La Raja), se suma al segundo acto del hilarante festival burgalés que se celebrará en febrero de 2025 en el Andén 56
Escuchar en la adolescencia a José Córdoba, mundialmente conocido como El Chivi, entrañaba sus riesgos. Temas como Radikal suponían riesgo de colleja a finales de los 90 y principios del siglo XXI. También era sinónimo de risa, floja y en cierto modo culpable. El pornoautor madrileño -así se definía-, iconoclasta por naturaleza, fue capaz de convertir lo más bizarro en arte. Su maestro, el cuellarano Juampa -sí, el de La Raja-, le mostró el camino y no tardó en trazar su propio rumbo. Humor incómodo, pero humor al fin y al cabo.
El Chivi nunca se fue, siempre ha estado ahí. Repartiendo estopa a diestro y siniestro, a meapilas y progres. Supo madurar y, como bien dice en sus redes sociales, sigue escribiendo canciones: «unas para reír, otras para pensar». Por eso, a grandes rasgos, encaja como anillo al dedo en el segundo acto del Notemofest, que acaba de anunciar su presencia en Burgos, en la sala Andén 56 el sábado 15 de febrero de 2025, junto a los ya confirmados El Reno Renardo.
Los clásicos de El Chivi se cantaban de carrerilla en botellones y fiestas de guardar. La chavalería de aquella época, la de antes de la crisis económica de 2008, se partía la caja con sus brutales ocurrencias. No estaba loco, estaba de parranda. Y con el tiempo fue reorientando su mensaje, sin perder la esencia, para convertir las carcajadas propias y ajenas en arma arrojadiza contra quienes se ofenden con facilidad.
Muchos de los adolescentes que mamaron himnos como Coños, Necrohistoria de amor o la anteriormente citada Radikal -título de su segunda y exitosa maqueta- son hoy padres y madres de familia, personas de bien sin ningún tipo de trauma, que esbozan una sonrisa cada vez que se acuerdan de El Chivi. Y está claro, faltaría más, que disfrutarán como enanos reencontrándose con José Córdoba en el Notemofest.
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La discografía de El Chivi, como su sombra, es alargada. El boca a boca le hizo célebre cuando las redes sociales ni estaban ni se esperaban. Le hubiese venido bien este tipo de plataformas cuando en pleno bum de las descargas digitales (Naptser y tal) se le atribuyó falsamente la autoría de una canción, racista a más no poder y sin doble lectura, titulada 200 negros de mierda. Desmintió el bulo por activa y por pasiva, hizo todo lo que estaba en su mano para defenderse, pero apenas tuvo eco mediático.
¿A qué se dedica José Córdoba en la actualidad? Básicamente, a vivir de la música siendo El Chivi. Lo mismo compone canciones personalizadas que se marca conciertos privados para eventos o fiestas. Según ha contado alguna que otra ocasión, ha tocado para gente famosa. A principios de año, dio un show en el décimo aniversario de un restaurante y el mismísimo Kase. O, leyenda del rap en España y Latinoamérica, se subió a cantar con él. Visto lo visto, no cabe duda: sigue en la pomada, sin pelos en la lengua y meando bien a gusto dentro del tiesto.