María la Jabalina: la historia de una mujer que lo perdió todo salvo la dignidad
Miguel Ángel Giner y Cristina Durán (Premio Nacional de Cómic en 2019), acuden por primera vez a Burgos para presentar, este sábado en La Maldita, su novela gráfica sobre la última mujer fusilada por el franquismo
Le raparon la cabeza, desfiló por varias cárceles y vio cómo se llevaban a su hijo nada más dar a luz; lo que viene a ser un robo en toda regla. María Pérez Lacruz, conocida como la Jabalina por sus orígenes turolenses, sufrió lo indecible hasta su asesinato, con tan solo 25 años, en 1942. Fue la última mujer fusilada por el franquismo, pero su historia ha permanecido durante mucho tiempo -demasiado- bajo el más absoluto de los olvidos salvo en Sagunto, la tierra en la que se crio, y a lo sumo el resto de la comarca de Camp de Morvedre.
Ni siquiera Cristina Durán y Miguel Ángel Giner, valencianos ambos, conocían su historia. Pero hete aquí que el Ayuntamiento de Sagunto planteó, antes de la pandemia, honrar su memoria a través de un cómic con el que intentar traspasar fronteras. Consultaron a Giner, guionista a la par que dibujante, y lo vio claro. También su pareja, también ilustradora. El tema de la Guerra Civil infunde «mucho respeto» para quien persigue el rigor de principio a fin. Por eso empezaron a documentarse y comprobaron, a medida que recababan información, que «te vas indignando a cada paso».
«María representa a muchas mujeres cuyas historias han sido silenciadas»
Durán y Giner, ganadores del Premio Nacional de Cómic en 2019 por El día 3 (Astiberri, 2018), basado en la tragedia del metro de Valencia, nunca habían venido a Burgos hasta ahora. Este sábado 13 de abril, a partir de las 19 horas, presentan María la Jabalina (Astiberri, 2023) en la biblioteca La Maldita. No podían decirle que ‘no’ a Sergio Izquierdo Betete, guionista de novelas gráficas basadas en hechos reales como Gamonal. En el eco de un mismo recuerdo (La Oveja Roja, 2021) o La hija del verdugo (2023). Su visita se enmarca en la primera edición de las jornadas de Cómic Social y Libertario (Viñeta & Subversión), que a lo largo del mes de abril traerán a Antonio Altarriba (miércoles 24), Rubén Uceda (jueves 25) y Antonio Raya Rosas (sábado 27).
Burgos
Gamonal: décimo aniversario de un conflicto que inspiró libros, cómics y canciones
Diego Santamaría
«Tenemos muchas ganas de conocer Gamonal», confiesa Durán antes de analizar, a modo de resumen, la figura de María. A grandes rasgos, podría decirse que «representa a muchas mujeres cuyas historias han sido silenciadas». También la de la propia Jabalina, marcada por falsas acusaciones como la de su implicación en la muerte del cónsul de Bolivia en Valencia cuando nunca hubo cónsul de Bolivia en Valencia. Su condena, la definitiva, fue por «adhesión a la rebelión» y «desafección» al movimiento nacional. Eso sí era cierto, lo de la desafección, porque esta joven enfermera de ideología anarquista, miembro de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias y combatiente en la Columna de Hierro durante la Guerra Civil, nunca renunció a sus principios.
Durán reconoce, y no es de extrañar, que la escena del fusilamiento fue «una de las más difíciles» de dibujar. Con tanta «maldad y violencia» en este final, le tuvo que dar «muchísimas vueltas». También a la hora de abordar la traición del Rebollo, su dedo acusador a base de bulos, tomando como referencia Si me llegas a olvidar de Rosana Corral.
No todo es dolor en María la Jabalina. El cómic trata de arrojar «esperanza» al mostrar que gran parte de la humanidad es «de otra forma». Sagunto lloró la pérdida de María aunque «todo el mundo tenía muchísimo miedo». Giner, por su parte, destaca la «ternura» que emana de un pasaje protagonizado por la Jabalina y su madre. Sentadas en la cocina, conversan sobre «el exceso de violencia que está habiendo últimamente» sin intuir lo que se avecina.
Dicen que de aquellos polvos, estos lodos. Giner y Durán advierten del «resurgimiento del neofascismo». Más sutil, menos violento -de momento- pero igual de implacable. Consideran que el pasado tiene «un reflejo en la época actual». Lo demuestran los «bulos de la extrema derecha», los «juicios a raperos» o «denuncias falsas como la que sufrió Mónica Oltra, que ha sido de libro». Por no hablar de las leyes de Concordia impulsadas por el PP y Vox para equiparar la Segunda República con el franquismo, que les parece una «barbaridad» por muchos motivos. Entre ellos, que en 1936 «si te considerabas demócrata tendrías que estar en contra del bando nacional».