Presentación
Nace la Fundación Pablo del Barco con el objetivo de crear la Casa del Artista
Tras el reto de crear la fundación, Pablo del Barco quiere empezar a trabajar con la reivindicación de figuras como Marcos Ana y Victoriano Cremer e iniciar la ayuda asistencial a artistas de edad avanzada que lo precisen.
'Que todo sea amor y texto. De palabras, de imágenes, de emociones y de sonrisas'. Es el cartel artístico con el que ayer se presentó la Fundación Pablo del Barco. La entidad nace en la mejor compañía y se ha presentado en el Salón Rojo del Teatro Principal con la sencillez y la ganas de hacer por bandera. «Es una idea que siempre tuve, de hecho cuando vivía en Sevilla ya tenía los estatutos, pero esperé porque creo que es algo que tenía que hacerse en mi ciudad, en Burgos», señala el artista y poeta visual Pablo del Barco.
El objetivo es reivindicar la obra de artistas que han caído en el olvido o no han tenido la proyección que merece su obra a juicio de la Fundación. En este perfil se encuentra la labor de «reivindicar la figura de artistas como Marcos Ana o Victoriano Crémer llevándolos a las escuelas para que se puedan leer y descubrir para los estudiantes», señaló Del Barco.
El otro objetivo es que la institución se pueda prestar una «ayuda asistencial a artistas en edad avanzada que lo precisen». Así, según reflejó el vicepresidente de la entidad, Eduardo López de la Cal, «conseguir la casa del artista en Burgos no es una tarea sencilla pero buscamos volcarnos en la atención y apoyo a los artistas en la fase final de su vida». Apuntó que contar con profesionales del ámbito asistencial y social entre el consejo asesor «será una suerte para poder hacer las cosas bien y poder contar con ellos».
El consejo asesor de la Fundación Pablo del Barco está formado por Álvaro Barriuso, Álvaro da Silva, Ángeles Colmenar, Eva Payno del Río, Fernando González, Fernando Ortega, Francisco Ramos, Ignacio González, Javier Rodríguez Fito, Javier Ruiz, Jesús Coyto, Jesús de la Gándara, Jesús García Bueno, Jesús Manuel Payno Díaz, José Ángel López Revilla, José María Yudego, Julián Alonso, María Briones, María López, María Teresa Álvarez, Raúl de Luis y Rosario Valdivia. Una nómina «abierta a nuevas incorporaciones».
Pablo del Barco, el que dibuja las letras
Los nombres que sonaban en la presentación hablan de una larga trayectoria vital marcada por las letras, el afán por descubrir, aprender y proteger el legado de los que ya no están. Del Barco, que se acercó a la literatura brasileña con una estancia en el país donde comprobó que «el modernismo español y el brasileño nada tenían que ver» pero le permitió «descubrir la literatura brasileña» y con ello el idioma. Eso le valió para traducir algunos libros de José Saramago al castellano. Él fue su padrino cuando la Universidad de Sevilla reconoció al escritor portugués Honoris Causa.
Echando más la vista atrás hay que pensar en Manuel Machado. Del Barco fue un estudioso de su figura. «Es mejor poeta que su hermano Antonio Machado», reivindica. Y en ese papel de sacar a la luz y poner en valor a los que considera que no se ha hecho como se debe surge esta fundación. Entre las primeras figuras que busca reivindicar está el poeta que hoy está, en el imaginario colectivo, a la sombra de su hermano. «Injustamente porque Antonio empezó a escribir porque aprendió de Manuel».
Recuerda cómo en su labor de docencia, que le ha llevado a pasar gran parte de su vida fuera de Burgos, pasó un tiempo dando clase en el Seminario Diocesano de San José. Daba clases de Matemáticas, Lengua y Literatura e Historia Sagrada. Allí conoció a Bonifacio Zamora quien le presentó unos manuscritos. «Eran los originales de los Hermanos Machados». Cuenta Del Barco que Zamora anotaba a bolígrafo el orden de los poemas en función del libro 'Poesías Copleras'. No se lo podía creer. «Me di cuenta y le dije Don Bonifacio, no los estropee déjemelos que los limpio, los ordeno y se los devuelvo y así hice aunque los entregamos a la Academia Fernán González», explica.
Un tema sobre el que quiere poner datos y hechos concretos. «Va a salir un libro donde cuento toda la verdad y voy a ser muy realista porque hace falta que en esta ciudad se sepa la mala suerte que han tenido los manuscritos de los hermanos Machado», señaló quien fue premiado por una recopilación y reproducción de los originales realizado en Málaga.
Este objetivo es, de fondo, el interés de la nueva Fundación que Pablo del Barco ha puesto en marcha tras muchas idas y venidas. Remarcar la cultura de verdad, la pasada, tanto a nivel literario como plástico y difundirlo entre los jóvenes que solo miran a través de una pantalla. Conservar la esencia de la creación artística y de sus autores. En esa línea se han materializado otros proyectos como la puesta en marcha de Factoría del Barco, un lugar de acogida para todo tipo de artistas plásticos, ubicada en el barrio de San Pedro de la Fuente que bulle de actividad.