Ana Tijoux, el mejor cierre posible para el Tablero de Música de Burgos

Hace unos años, la Universidad de Burgos estuvo a punto de 'fichar' a Residente, voz cantante de los emblemáticos Calle 13, para su Tablero de Música. No pudo ser, pero tampoco se puede descartar que venga el día de mañana. Porque si algo ha demostrado el festival donde «más se besa en un minuto» es su capacidad de atraer a grandes artistas internacionales sin tirar la casa por la ventana. Y para este 2024 que coincide con el 30 aniversario de la UBU, nada mejor que cerrar a lo grande con la rapera chilena Ana Tijoux el jueves 25 de julio.  

«Ha venido a nosotros y con las condiciones del Tablero», confiesa el director de Actividades Culturales de la UBU, Carlos Lozano, orgulloso de que Burgos reciba por primera vez a esta «gran rapera latina a nivel mundial». Su contratación, explica, se gestó a través de la productora de Juantxo Skalari. Todo gracias a que el cofundador de los míticos Skalariak salió «alucinado» el verano pasado de su concierto en el Hospital del Rey junto a su inseparable Rude Band. Después, el boca a boca haría el resto. Le comentaron a Ana que «era algo especial y dijo que sí». 

Ganadora de un Grammy Latino y nominada en multitud de ocasiones, la voz de los sin voz y máxima exponente del rap feminista al otro lado del charco tuvo claro, por las buenas referencias, que el Tablero es «el sitio adecuado para presentar su nuevo disco». Con Vida (2024), su primer LP en 10 años, Ana Tijoux ha vuelto a brillar con luz propia demostrando una versatilidad indomable a la hora de cabalgar sobre diferentes ritmos. 

La inclusión de la femcee chilena es un bombazo, las cosas como son. Pero tampoco desmerece el resto del plantel. Los jueves del Tablero, plenamente consolidados desde hace tiempo, acostumbran a colgar el cartel de 'no hay entradas' con bastante antelación. Y eso es a lo que aspiran de nuevo la UBU y la Fundación Caja de Burgos. Para lograrlo, no ha quedado más remedio que poner el listón bien alto. 

La apertura, el 4 de julio, correrá a cargo de los murcianos Awakate. Un «grupo de concepto tablero», tal y como remarca Lozano, que sobresale con su peculiar «mezcla de estilos» para «hacer una fiesta de baile». Llevaban desde la organización un par de años siguiéndoles la pista y ya iba siendo hora de que recalasen en Burgos. Para sentirse bien arropados, Gambone y Grimerloner caldearán el ambiente con su buen hacer a los platos a base de rap, funk y electro. 

Cambio de registro para el 11 de julio. Se avecina un «gran espectáculo» con Francisco, el Hombre. A caballo entre Brasil y México, esta inclasificable banda de punk-rock defiende el «derecho a la felicidad» y la «libertad» en el más amplio sentido de la palabra a través de un delicioso cóctel sonoro que se nutre de música latina con innegables aires cariocas. A modo de aperitivo, Satxesfyah pondrá toda la carne en el asador transmitiendo buenas vibraciones con un ecléctico set que transita por diferentes continentes. 

Otra «gran sorpresa» del Tablero. Tito Ramírez, un «personaje atípico» del que poco se sabe fuera del escenario aterrizará el 18 de julio en Burgos junto a su banda con «sonidos que hace mucho tiempo que no escuchábamos». Por su parte, Dj Torres pondrá la nota más underground de la jornada mientras evoca el boom bap de los 90. Su cometido, por cierto, será muy similar al de Dj Kaef el jueves 25 antes del bolo de Ana Tijoux. 

El Camino de Santiago, más femenino que nunca

Cuatro mujeres, música de raíz de diversas procedencias y viajes hacia horizontes más modernos y urbanos. Así se presentan los Conciertos Jacobeos que se celebrarán en el Patio Romeros del Hospital del Rey los martes 9, 16 y 23 de julio. 

Galicia, eterno destino del Camino de Santiago, sonará con fuerza en el primer concierto de este ciclo gracias a Caamaño & Ameixeiras. Sabela y Antía debutaron con Aire (2021), producido por el burgalés Diego Galaz, y no tardaron en llamar la atención tanto dentro como fuera del país. Según Lozano, «han querido venir porque han colaborado con El Nido». 

De norte a sur, concretamente hasta Baleares. Enamorada del folk de su tierra, Maria Hein tuvo la osadía de mezclar sus raíces con música urbana y la jugada le salió de lujo. Con Tot allò que no sap ningú, esta joven promesa mallorquina se está haciendo un hueco en el panorama con su «voz maravillosa y mágica» y promete enamorar en el segundo concierto programado. 

Caerá el telón el tercer martes de julio con Blanca la Almendrita. Oriunda de Jaén, defiende las raíces musicales por antonomasia de su tierra desde el máximo «respeto» pero alejándose del purismo. Después de colaborar con artistas de la talla de David de la Chica (ex Delinqüentes) o El Jose, continúa innovando a través del flamenco aderezado con «nuevos sonidos urbanos». 

Cine de terror y más «conciertos extraordinarios»

La tercera gran baza de la UBU durante el verano, el Ciclo de Cine Fantástico y de Terror al aire libre, aún está pendiente de rematar. Avanza Lozano que dos de las películas que se proyectarán han sido premiadas en el Festival de Sitges, así que la cosa promete. Por otra parte, advierte que esta cita de los miércoles también registra grandes aforos. Y resulta llamativo que gran parte del público se sitúe entre los 16 y los 23 años. 

El Tablero, los Conciertos Jacobeos y el Ciclo de Cine Fantástico y de Terror «vuelven a confirmar lo que somos: parte de la ciudad de Burgos». No oculta Delfín Ortega, vicerrector de Responsabilidad Social, Cultura y Deportes de la UBU, la «satisfacción por el trabajo bien hecho» aunque «sin autocomplacencia». En cualquier caso, lo más importante es que el desarrollo de este tipo de iniciativas permite cumplir «el deseo de disfrutar de la cultura más contemporánea». 

«Debemos reivindicar el papel de la cultura como eje transversal del desarrollo local»Beatriz Rodríguez, (Fundación Caja de Burgos)

También comparte esta visión la responsable del Área de Cultura e Innovación Educativa de la Fundación Caja de Burgos, Beatriz Rodríguez. Orgullosa de que la entidad y la UBU hayan consolidado una «relación histórica» y «de familia» que «ha ido madurando conjuntamente», considera que el trigésimo aniversario de la Universidad debe servir para fijar un nuevo objetivo: «reivindicar el papel de la cultura como eje transversal del desarrollo local». 

Como es lógico, la UBU mantiene «escondidas muchas cosas» de cara a su 30 cumpleaños. Ya se han dado a conocer un montón de eventos, pero quedan más en la guantera. Ortega da alguna pista, como una serie de «conciertos extraordinarios» pendientes de anunciar o alguna que otra cita relacionada con «la literatura y la academia». Le gustaría contarlo todo, pero es mejor que las sorpresas se desvelen poco a poco. Lo que no se resiste a adelantar es que la Universidad de Burgos protagonizará unos «premios muy importantes a nivel internacional».