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Unidos por el rock para mejorar la calidad de vida de niños autistas en el Sáhara Occidental

Triaje y S.J.R. ofrecen este viernes un concierto solidario en La Guarida a favor de la Asociación AttaAllah de Esmara, que demanda una mayor dotación de recursos humanos y materiales para atender a una treintena de menores

Sergio de la Fuente (centro), flanqueado por Raúl y Pedro, componentes de Triaje, con el cartel del concierto solidario que se celebra este viernes en La Guarida.TOMÁS ALONSO

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Burgos

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Cuando Sergio de la Fuente les puso al tanto del proyecto, los Triaje dijeron que sí de inmediato. «Con él vamos al fin del mundo», salta Pedro, batería de la banda burgalesa, encantado de colaborar con una causa que lo merece. Su compañero Raúl (voz y guitarra) secunda sus palabras y ya está deseando volver a La Guarida, con Chechu y Amparo abriéndoles la puerta una vez más para un concierto solidario en el que también se involucró desde el primer momento el grupo de punk S.J.R.

Unidos por el rock en favor de quienes más lo necesitan, Triaje y S.J.R. compartirán escenario este viernes 17 de mayo  a partir de las 21 horas en el mítico pub de la Llana de Afuera a favor de la Asociación AttaAllah para Niños Autistas y Pronunciación Tardía en Esmara, una ciudad de poco más de 40.000 habitantes situada en la zona noroeste del Sáhara Occidental. La entrada es gratuita, pero se recaudarán fondos para intentar paliar las numerosas carencias y dificultades a las que la entidad ha de hacer frente en su día a día.

Ahí es donde entra en juego Inferno Tattoo, que rifa un tatuaje valorado en 150 euros. Para participar, basta con elegir un número, del 00 al 99, y esperar a que coincida con el ganador del sorteo de la ONCE del sábado 18 de mayo. Cada cifra, por cierto, cuesta 5 euros. Además, los gerentes de La Guarida también colaboran de manera altruista a través de la cerveza que se consuma en barra durante el bolo.

«Nos lo vamos a pasar muy bien», anima Pedro mientras avanza que caerán unos cuantos temas del nuevo disco de Triaje. «A falta de cuatro arreglos», según precisa, lo más probable es que vea la luz dentro de un mes. Raúl, por su parte, agradece de corazón la predisposición de La Guarida. Es un lugar que le encanta. Como parroquiano, eso seguro, pero también porque la banda ha tocado varias veces allí y «suena bastante bien».

Fuera del plano musical, lo cierto es que este concierto nace con la vocación respaldar a una asociación que se puso en pie hace cinco años con el fin de afrontar «una problemática que apenas es comprendida». Cuando Sergio supo de la existencia de AttaAllah a través de una amiga en el año 2020, se interesó sobremanera por su trabajo. Y quiso aportar su granito de arena, sin saber muy bien cómo, dada su experiencia como educador social en el campo del autismo.

Tenía que verlo con sus propios ojos y viajó a Esmara en Navidad. Una vez allí, Sergio conoció de primera mano una realidad tremendamente complicada que afecta a 17 chicas y 11 chicos menores de edad y sus familias. La mitad, aproximadamente, se encuentran integrados en diferentes escuelas educativas. Aún así, la asociación plantea una serie de demandas básicas para que los chavales gocen de una mejor calidad de vida.

La «ausencia de profesionales», tal y como subrayan desde AttaAllah, es uno de los principales caballos de batalla. No solo en el ámbito sanitario para que se «diagnostique correctamente a los niños», sino también en el transcurso de otras actividades debido a la escasez de monitoras. Para paliar dicho déficit, la «formación» es clave. Como también lo es la preparación de «médicos y especialistas en la ciudad de Esmara en los campos del cerebro y los nervios, psiquiatría infantil, logopedas, psicomotricidad y psicólogo».

La sede de AttaAllah se encuentra actualmente en un local alquilado. Un enclave mejor que el anterior -un aula de un colegio-, aunque las condiciones siguen sin ser «muy apropiadas» dadas las necesidades de los usuarios. Además, la entidad manifiesta que la falta de un medio de transporte adecuado provoca que «cierto número de niños estén constantemente ausentes de sus clases, ya sea en la sección integrada o en el centro». 

Este fenómeno afecta sobremanera a «los que viven en zonas remotas y los que provienen de zonas pobres», ya que sus familias difícilmente pueden afrontar los gastos. Teniendo además en cuenta que el apoyo del Gobierno marroquí brilla por su ausencia, Sergio espera que este concierto, que tanto le ha costado sacar adelante, ayude a despertar conciencias y sortear obstáculos.