«Empezamos siendo unos perroflautas y ahora tenemos reconocimiento»

Lo dijeron hace muchos años, medio en broma, y el tiempo les ha dado la razón. El Encuentro de Malabares de Pradoluengo es, fuera de toda duda, una «fiesta de guardar». En cuanto el verano se acerca, la fecha queda marcada en el calendario para dar la bienvenida a una nutrida representación de artistas y compañías encantadas de participar en un festival de referencia dentro de su ámbito. Y el público, mayoritariamente fiel, acude con ganas de descubrir nuevas y sorprendentes propuestas. 

Alicientes hay de sobra para dejarse caer, del viernes 14 al domingo 16 de junio, por el evento estrella de la asociación Contonyson. El más llamativo, tal y como comenta Jessi Daspet, quizá sea la convivencia entre artistas y público. Sobre todo para los que se apuntan al 'todo incluido', que ofrece dos noches de alojamiento en el albergue municipal, manutención, entrada a la gran gala de circo del sábado, una camiseta del encuentro y descuentos en establecimientos locales.

«Es lo que nos diferencia de un festival cualquiera», destaca Daspet al explicar que los asistentes previamente inscritos comparten alojamiento y comidas con los propios artistas. El plazo para apuntarse este año ya está cerrado porque las plazas, obviamente, son limitadas. En cualquier caso, la cercanía que propugna esta cita también resulta se palpa a pie de calle. 

Trece propuestas conforman el cartel de la vigesimosexta edición del Encuentro de Malabares. La que a priori menos encaja es la de la banda de rock burgalesa Juamportales, que está de vuelta tras un largo periodo en barbecho. Sin embargo, la música constituye un elemento indispensable dentro de las artes escénicas y los organizadores del evento no quisieron desaprovechar la ocasión de añadir unos buenos guitarrazos. 

Dado el prestigio que el festival ha adquirido por méritos propios, el cartel incluye a varias compañías internacionales. Es el caso de Balancetoi (Bélgica), que abrirá la jornada del viernes antes de impartir talleres y participar en la gala del sábado. O el dúo hispanobrasileño The Shester's, que el año pasado arrasó en el Supertalent de Croacia. 

También está «triunfando a nivel internacional» Maite Guevara, apunta Daspet mientras se deshace en elogios hacia Ido Loca (Idoia López Callejas), que ha trabajado con Leo Bassi, o el burgalés Kike Sebastián (Kicirke), inmerso en la celebración del décimo aniversario de su compañía. 

No es que tenga favoritos porque habla maravillas de todos. Se sabe el cartel de carrerilla porque, tanto ella como el resto de organizadores del encuentro, lo diseñaron con «mucho amor». Así pues, también recomienda encarecidamente no perderse los espectáculos Kabayla Zingary, la Escuela de Circo Marta Luna, Simplemente Enricco, Las XL, OX, Sirio Rubio y Xampatito Pato Circo. 

Salvo la gran gala y la comida popular del domingo, todas las actividades programadas son gratuitas. El «termómetro de las redes sociales» deja entrever que asistirá «bastante gente». Nada extraño porque es lo que ha ocurrido en anteriores ocasiones. El público, eminentemente «familiar» pero muy variado, no solo viene de Burgos y alrededores. Conforme crecía la cita, el número de asistentes de Madrid, País Vasco y toda Castilla y León ha aumentado considerablemente. 

Habrá visita a la residencia de ancianos de San Dionisio. «Es súper entrañable porque abrimos el circo a los abuelos»

Uno de los momentos más emotivos, tal y como se comprobó el año pasado, será la visita de Marta Luna y sus alumnos a la residencia de ancianos San Dionisio para llevar a cabo una muestra escénica. «Es súper entrañable porque abrimos el circo a los abuelos», reconoce la coorganizadora del encuentro a sabiendas de que la cultura debe ser siempre transversal. 

«Empezamos siendo unos perroflautas y ahora tenemos reconocimiento», aduce Daspet, entre risas, orgullosa de que Pradoluengo «se llene de vida y color». Sabe de sobra que este tipo de iniciativas ayudan a «revitalizar el medio rural» y por eso considera indispensable que las administraciones públicas «apuesten más por las artes escénicas». 

Pese a ser consciente de que los malabares en particular y el mundo del circo en general continúan siendo un «arte minoritario», las cabezas pensantes de Contonyson dan fe de la gran acogida de esta cita. Y lo mismo sucede con el Tambor Fest, que el pasado mes de marzo se llenó hasta la bandera. Por todo ello, Daspet no duda en reivindicar el esfuerzo de los colectivos que organizan propuestas culturales en espacios despoblados. Además, tiene claro que los malabares, las batucadas y cualquier disciplina artística popular han de pervivir en Pradoluengo porque «el pueblo lo merece».